Cultura
Volver a los oficios: el auge de la carpintería en Chile
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“Mi interés no partió por la carpintería, sino por la necesidad de hacer muebles”, cuenta el arquitecto Patricio Ortega, creador del taller de carpintería Maderística (@maderistica), que partió el 2010 junto a su señora. En esos años, se habían ido a vivir juntos y necesitaban algunos muebles para su departamento.
“Se me ocurrió diseñar unos muebles que pudieran servir de living y de comedor, con una mesa que se transformaba de mesa de centro a comedor. Ahí nació esta idea de hacer nuestros propios muebles”, cuenta.
Partieron construyendo en el mismo departamento y luego su señora, Francisca Araya, decidió seguir haciendo algunas repisas para vender. Trabajaban en el balcón, durante los fines de semana, haciendo pequeñas producciones. De a poco, el interés empezó a aumentar y se trasladaron a una pieza.
“Vimos que esto empezaba a tener un impacto, que los muebles que empezamos a vender le gustaban a la gente y dijimos: ‘probemos si esto que se ve tan entretenido puede transformarse en una oportunidad laboral. Y funcionó’”, recuerda Patricio.
“Se me ocurrió diseñar unos muebles que pudieran servir de living y de comedor, con una mesa que se transformaba de mesa de centro a comedor. Ahí nació esta idea de hacer nuestros propios muebles”, cuenta.
Partieron construyendo en el mismo departamento y luego su señora, Francisca Araya, decidió seguir haciendo algunas repisas para vender. Trabajaban en el balcón, durante los fines de semana, haciendo pequeñas producciones. De a poco, el interés empezó a aumentar y se trasladaron a una pieza.
“Vimos que esto empezaba a tener un impacto, que los muebles que empezamos a vender le gustaban a la gente y dijimos: ‘probemos si esto que se ve tan entretenido puede transformarse en una oportunidad laboral. Y funcionó’”, recuerda Patricio.
Cuando partieron, no sabían de más talleres como el suyo y tampoco tenían muchos referentes internacionales. En un mundo sin el nivel de redes sociales que tenemos hoy, no era tan fácil enterarse de todo lo que estaba pasando. “Creo que fuimos de los que empezamos a abrir el camino", dice el actual carpintero.
“Muchas veces escucho que emprender tiene sus altos y sus bajos, que te vas a equivocar mil veces, vas a sufrir. Pero yo siento que Maderística fluyó desde un inicio. Lo que sí hemos sabido hacer es tomar buenas decisiones y no apurarnos. Esa ha sido un poco la clave; todo a su tiempo y creciendo orgánicamente”. No solo aumentaron la cantidad de muebles que podían trabajar o en su escala, sino también en la técnica, que poco a poco empezaron a perfeccionar.
Casi al mismo tiempo que Patricio formó Maderística, José Francisco Sanhueza, que había empezado el 2007 como aprendiz y ayudante en un taller de mueblería en Santiago, formaba su propio camino.
“Los primeros años fueron de mucha dificultad, ya que los tiempos no daban para cubrir todas las aristas que constituyen un emprendimiento”, dice José Francisco. “Con el tiempo comencé a entender y explorar otros medios para desarrollar esta actividad. Por ejemplo, la focalización y diversidad de mis servicios”.
“Los primeros años fueron de mucha dificultad, ya que los tiempos no daban para cubrir todas las aristas que constituyen un emprendimiento”, dice José Francisco. “Con el tiempo comencé a entender y explorar otros medios para desarrollar esta actividad. Por ejemplo, la focalización y diversidad de mis servicios”.
Enseñar el oficio
En Maderística empezaron a hacer talleres en 2015, y Patricio calcula que hasta hoy han pasado cerca de 1.400 alumnos por su taller. José Francisco fundó su propia escuela en 2019 (@escuelamuebleriajf), por donde han pasado casi 200 personas.
“El foco de la escuela es la transmisión de conocimientos, nacidos de la experiencia de este taller, a todas las personas interesadas por esta propuesta”, explica José Francisco. “Me ha llamado particularmente la atención la diversidad de estudiantes, las diferencias etarias y el aumento de interés por parte de las mujeres”.
“El foco de la escuela es la transmisión de conocimientos, nacidos de la experiencia de este taller, a todas las personas interesadas por esta propuesta”, explica José Francisco. “Me ha llamado particularmente la atención la diversidad de estudiantes, las diferencias etarias y el aumento de interés por parte de las mujeres”.
Patricio señala que dentro de sus alumnos hay de todo: desde quienes quieren acercarse a la carpintería como algo terapéutico, porque están aburridos o cansados de su trabajo, hasta quienes lo hacen por la posibilidad de emprender.
“En la carpintería estás parado, estás haciendo fuerza, estás pensando, estás creando, estás resolviendo problemas, entonces es una disciplina apasionante y muy distinta a las profesiones que normalmente se ejercen. La gente necesita aprender otras cosas, que tengan sentido. Y la carpintería toca cosas concretas, hay una lógica muy práctica que es muy satisfactoria. El ser autor de tu mesa o resolver un problema con tus manos es una necesidad de la época”, reflexiona Patricio.
José Francisco también recibe muchos alumnos que buscan hacer algo diferente porque están estresados en su trabajo o porque quieren profundizar en el oficio.
Además de las clases presenciales, en Maderística han impartido dos cursos para Domestika, una de las plataformas más importantes de cursos en línea a nivel mundial. Entre los dos, que están traducidos a siete idiomas e incluso están doblados al inglés, suman más de 170 mil alumnos. “Es algo maravilloso”, dice Ortega.
Y no solo ha habido un interés por aprender carpintería, sino también hay más apreciación por este oficio. “La apreciación del trabajo artesanal (bien hecho) ha existido siempre. Lo que sí ha aumentado, es el interés cultural por los oficios”, dice José Francisco.
Conceptos como economía circular, decrecimiento y sustentabilidad están cada día más presentes en las conversaciones diarias. “Ahora mismo tengo una lista de espera gigante”, cuenta Patricio. “Mis clientes son personas que salieron de la lógica de la inmediatez, del producto que es barato, que dura poco. Mucha gente está entendiendo que crear un mueble toma tiempo, pero bien hecho también dura mucho”.
En Maderística siempre comparten sus procesos a través de sus redes sociales, para que sus seguidores puedan ser parte de los proyectos, seguir cada paso y entender el esfuerzo que hay detrás.
“Esto es algo muy contracultural, va contra la corriente de la inmediatez y del cybermonday. Pero hay un nicho, un buen grupo de personas que valoran y respetan el oficio. Y es mi trabajo aportar a que eso se entienda”, explica.
“Esto es algo muy contracultural, va contra la corriente de la inmediatez y del cybermonday. Pero hay un nicho, un buen grupo de personas que valoran y respetan el oficio. Y es mi trabajo aportar a que eso se entienda”, explica.