Cultura
"Se vende": el fenómeno de muebles usados en redes sociales
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El 83% de los usuarios de Instagram descubre nuevos productos y servicios a través de la plataforma y cada uno de los 200 millones de usuarios de esta red social revisa al menos un perfil comercial al día.
Con estas cifras, no es de extrañar que la oferta de tiendas que usan Instagram como su principal medio de ventas crezca día a día, en Chile y en el mundo. Y desde que empezó la pandemia hay un nicho que ha crecido como nunca: las tiendas que se dedican a vender los muebles y cosas de casa que la gente ya no quiere, dándole una segunda vida, o sea, las nuevas ventas de garage.
“Creo que la pandemia generó un ambiente propicio para que surgieran este tipo de negocios, la gente estaba en sus casas, necesitaba reorganizar ambientes (crear espacios de trabajo y estudio, ordenar, desocupar). Aumentó la preocupación por el cuidado del medio ambiente, hubo un gran aumento de las ventas online, subieron los precios en el mercado y la gente comenzó a buscar oportunidades”, cuenta Isidora Mayo, fundadora de Gran Venta Garage (@gran.venta.garage), con más de 47 mil seguidores en Instagram.
Isidora empezó con su cuenta en junio de 2020, cuando en plena pandemia tuvo que cambiarse de un departamento a una casa. “En ese momento necesité cambiar varios muebles y se me ocurrió publicarlos en una cuenta de Instagram bajo la consigna Gran Venta Garage”, cuenta.
Al poco tiempo la llamó un conocido que estaba remodelando su departamento para pedirle que lo ayudara publicando sus muebles, y no paró más. Ha vendido los muebles de casas enteras y también ha innovado con un modelo de ventas “en vivo” a través de Instagram Live, donde va liquidando productos en directo.
Dominga Muñoz y Javier Alvear decidieron emprender con un modelo parecido en plena pandemia. Los dos tenían trabajos estables en empresas, pero tan solo 4 meses después de haber creado Le Garage (@legaragecl) decidieron renunciar para dedicarse 100% al emprendimiento.
“La idea nació al ver la necesidad e interés de las personas en comprar y vender artículos de hogar de segunda mano. Fue un boom en pandemia, y qué mejor que encontrar muebles a buen precio, de buena calidad y en buen estado. Sumado a esto, apoyamos fuertemente el darle un segundo, tercero y todos los usos que le permitan a las cosas. Tenemos que contribuir de alguna manera con el medio ambiente”, cuentan.
Lost and Found
Aunque la mayoría de estas cuentas son como una gran venta de garage, donde se puede encontrar desde camas y sofás, hasta una procesadora de alimentos o un juego de sábanas, también hay otras cuentas que se han ido especializando.
Francisco Moro es publicista de profesión, pero siempre ha sido cercano al mundo de la decoración, gracias a su papá, el reconocido decorador Luis Fernando Moro. Fue trabajando en su oficina, hace tres años, que un maestro con el que trabajaba le hizo una oferta.
“Me contó que tenía un montón de muebles que eran muestras, otros que no se vendieron, cosas que le habían dado en parte de pago, y me dijo: ‘tú que le pegai al Internet, ¿por qué no te haces cargo y los vendes?’. Ahí creé la página Lost and Found (@lostandfound.cl), hice una sesión de fotos y las publiqué. Se vendió todo”, cuenta Francisco. Después lo contactó otra persona que necesitaba vender sus muebles, y pasó lo mismo. El fuerte de Francisco a través de Lost and Found son los muebles.
Ya a los tres meses de creada la página, decidió que su plus sería la curatoría. “En general la competencia no sabía mucho de muebles, y creo que eso es lo que me diferencia del resto. Trabajando en la oficina de Luis Fernando, mi papá, aprendí mucho de terminaciones, de trato con clientes, proveedores, fabricación de muebles”, dice. “Lo que más me apasiona y me emociona del negocio es encontrar. Que a la gente le guste, que se peleen por comprarlo”.
De hecho, más que un trader, Francisco se define como un buscador de muebles. Trabaja con varios “busquillas”, como él los llama, que se dedican a recorrer Chile buscando muebles antiguos, que después se venden a través de Lost and Found.
El modelo de Gran Venta Garage y Le Garage, es distinto. En ambos casos, funcionan con una comisión (cercana al 20% para el vendedor) y la gente los contacta por la gran vitrina que ofrecen para vender los productos. Solo en 2021, cada una de estas páginas logró cerrar más de 5 mil ventas.
Isidora Mayo cuenta que lo que más se vende son los muebles de tamaño medio, como mesas, veladores y sillas, que estén en buen estado y al precio justo. También las máquinas de ejercicio, “¡esas se venden como pan caliente!”, dice. El público está compuesto en un 80% por mujeres, de entre 25 y 54 años, como cuentan desde Le Garage, aunque últimamente también se ha visto un aumento de hombres, tanto comprando como vendiendo.
Nuevas apuestas
Aunque las ventas a través de Instagram siguen subiendo, todos los entrevistados planean innovar en el futuro. Francisco Moro, de Lost and Found, quiere ampliarse a una búsqueda internacional.
“No quiero revelar todavía dónde, pero quiero meterme en las ferias más rústicas de otros países, seguir aprendiendo de muebles y de historia, para seguir diferenciándome”, dice.
Dominga y Javier, de Le Garage, cuentan que les encantaría potenciar la plataforma para poder abarcar otros países de Sudamérica y seguir promoviendo la cultura de lo reutilizable.
“Estamos en desarrollo constante de nuevas tecnologías que puedan vincular a vendedores/compradores en un ciclo que genera economía circular, al preferir lo reutilizable por sobre lo nuevo”, dicen. E Isidora Mayo, de Gran Venta Garage, dice que su sueño es ser pionera en abrir una cadena de tiendas físicas.