El difícil momento de la Convención:
¿se despierta la inquietud en el Gobierno?

En pocos días, varias encuestas mostraron un alza en la opción de rechazo para el plebiscito de salida del proceso constituyente. Ante ello, la reacción de muchos convencionales ha sido acusar a medios empresariales, poderes fácticos o coros catastrofistas que siempre habrían querido el fracaso del proceso. Sin embargo, al fin se han ido levantando voces desde el mundo de la izquierda que obligan a tomarse en serio las cifras y preguntarse qué está haciendo mal la Convención.

Alfredo Joignant, Noam Titelman, la fundación Horizonte Ciudadano o el propio presidente Gabriel Boric son algunas de ellas. Los recelos de la gente, advierten, no serían solo expresión de problemas comunicacionales de la Convención, sino también de distancia frente a normas aprobadas o a dinámicas en su interior que impiden, por ejemplo, llegar a grandes acuerdos. Habrá que ver qué efectos tiene esto en el trabajo constituyente y si ayuda a advertir la urgencia de avanzar en un texto transversal y convocante. Porque aunque esas voces inquietas vayan en aumento, nada asegura que sean escuchadas.

Un nuevo traspié de Interior: ¿cuántos más resistirá el gobierno?
No ha sido fácil el primer mes de gobierno y, en particular, Interior ha enfrentado varias dificultades. Además del agresivo recibimiento de Izkia Siches en La Araucanía, la ministra ha debido disculparse de forma recurrente. Primero por la polémica que generó con Argentina a propósito de su reivindicación del Wallmapu, y luego por la denuncia en el Congreso de un supuesto avión enviado por el gobierno de Sebastián Piñera que habría retornado con todos sus pasajeros venezolanos a Chile.

Ante la evidencia de que su información era falsa, la ministra pidió perdón públicamente al exministro Delgado y su equipo. Pero el gesto no acalló las críticas, desde fuera y dentro del gobierno.

La inquietud es que todo esto revele problemas más profundos de Siches y su equipo para administrar una cartera tan difícil como Interior, rodeada de asesores que carecen de suficiente experiencia política para advertirla ante estas imprudencias. No es claro el impacto que tendrá este nuevo tropiezo, pero deja al gobierno en un escenario complejo y a la ministra en una posición débil de cara al futuro, que veremos si logra revertir.

Nuevos atentados en La Araucanía: ¿Basta el modelo neozelandés como apuesta?
Reivindicados por la CAM y Resistencia Mapuche Lafkenche, los atentados de esta semana muestran que la violencia en la zona no para y no se ve tampoco capacidad del gobierno para controlarla. Luego de la fallida visita de Izkia Siches a Temucuicui, hay que estar atentos al plan que quieren echar a andar.

Esta misma semana, en Argentina, el Presidente reconoció que tendrán que enfrentarse a grupos que no creen en el diálogo ni en la vía institucional para resolver las disputas, pero sigue siendo desconocida su apuesta en el territorio. El gobierno ha hecho referencia al modelo de Nueva Zelanda, pero sin mayor detalle respecto de cómo esperan asegurar el orden público y restablecer el Estado de derecho. Uno que la delegada presidencial en Bío-Bío reconoció como prácticamente inexistente.

Un tardío mea culpa en educación
El Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, reconoció que fue un error cerrar los colegios durante tanto tiempo producto de la pandemia. Se trata de un gesto relevante, orientado a promover por todos los medios el retorno definitivo a clases.

Sin embargo, los dichos de Ávila reflejan también las contradicciones de un sector político que, mientras fue oposición, rechazó y condenó permanentemente los intentos del entonces gobierno de Sebastián Piñera de reabrir los colegios (una dinámica que se vio también en la destemplada crítica a otras medidas sanitarias de la pasada administración y en el apoyo al retiro de fondos previsionales).

El exministro Raúl Figueroa llegó incluso a ser acusado constitucionalmente por promover esa iniciativa. Veremos con cuánta eficacia el gobierno logra defender su cambio de posición, y cómo enfrenta a un Colegio de Profesores que sigue hasta hoy resistiéndose al retorno a clases. Como sea, el daño es ya irreparable.

Putin y los crímenes de guerra en Bucha
Las brutales imágenes de la guerra en Ucrania difundidas esta semana, en particular las que muestran cruentos y numerosos asesinatos de civiles en la localidad de Bucha, motivaron al presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, a exigir un juicio por crímenes de guerra a Vladimir Putin.

Contra todo pronóstico, la resistencia ucraniana parece haber sorprendido a los propios rusos, pero el retiro de tropas solo ha puesto de manifiesto la magnitud y el impacto desolador de la guerra.

A la solicitud de Biden le siguió la suspensión de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. ¿Serán estas acciones señales esperanza para un eventual término del conflicto?