Natalia González

El cumplemes de la convención: de dulce y agraz

Cuando se cumple un mes de funcionamiento de la Convención, ésta ha sido capaz de instalarse, de darse normas provisorias de funcionamiento y orgánica, todo ello a la espera del reglamento definitivo. Sin embargo, la instancia no da con el tono democrático necesario para el debate razonado que se espera.

¿Por qué? Porque el trato entre pares aún deja mucho que desear. En los últimos días se ha hecho patente la intolerancia y la superioridad moral que parece inspirar a algunos. ¡El ánimo de vetar a quien piensa o tiene una trayectoria diversa, y el espíritu revanchista que se instala a nada bueno conduciría, y eso que estamos recién en las cuestiones de organización!

El precedente es sumamente preocupante para la discusión de fondo que viene, así que tendremos que estar atentos. También atentos respecto a cuáles de esas reglas provisorias perduran en el reglamento definitivo. En la comisión provisoria de reglamento, por ejemplo, no entienden la abstención como una alternativa de decisión válida y entienden que una mayoría circunstancial puede excluir de las audiencias públicas a aquellas personas o entidades de la sociedad civil que tengan un interés en la materia que se discute.

Me dirán anticuada o tradicional, pero yo mas bien diría que el ánimo que me inspira es el de la defensa de los principios de la democracia representativa liberal que espero primen en las reglas y debates en el porvenir de la Convención.

El telefonazo de Gabriel Boric: otro salto a los torniquetes

 Esta semana, el candidato presidencial de Apruebo Dignidad telefoneó a Gendarmería para pedir explicaciones por las diligencias de allanamiento y registro de celdas de los internos llevadas a cabo por Gendarmería -tras su visita al Penal Santiago 1- y en las que se detectaron sendas irregularidades.

Me recordó la primera semana de la Convención Constitucional en que el vicepresidente de la Convención, Jaime Bassa, le preguntaba a un carabinero en el centro de Santiago si sabía quién era él para luego decirle que en su calidad de vicepresidente de la Convención le exigía liberar a un convencional detenido por la autoridad encargada de resguardar el orden público.

La verdad es que estos episodios están lejos de ser anecdóticos y son un signo de lo que ocurre cuando el poder se sube a la cabeza. Los ciudadanos, mediante el voto, le damos poder al Estado y a sus agentes para que obren buscando el bien común, pero no es un poder ilimitado, pues en esos límites y “torniquetes” está la protección de nuestros derechos y libertades. Quien no lo entiende así, o no comprende las reglas de la democracia o no quiere jugar con esas reglas y eso, al menos, nos debe invitar a reflexionar.

Consulta ciudadana para definir al candidato de Unidad Constituyente: ¿el que se fue a Melipilla perdió su silla?

Unidad Constituyente se restó de participar en las primarias legales y, con ello, de un proceso que fue ejemplar e histórico por la alta participación e interés de la ciudadanía. En efecto, muchos analistas estiman que quien no participó en esa instancia, por más tinca que le ponga ahora, perdió la silla (o sillón presidencial en este caso).

No sé si eso será así o no, pero lo que sí está claro es que la oportunidad perdida es notoria, y remontar en conocimiento y visibilidad, en los espacios necesarios, será un tremendo desafío, cuesta arriba. ¡A ponerle el hombro entonces en esa tienda política porque entiendo no son pocos los votos que imprimirán de cara a la consulta ciudadana del 21 de agosto!

Pero la verdad es que el espacio vacío que dejó Unidad Constituyente está en esa condición hace rato. Los constantes esfuerzos por renegar de la obra y gobiernos de la Concertación y todos los complejos asociados a haber participado en ellos hacen hoy un tanto indistinguible a los candidatos favoritos de Unidad Constituyente con el de Apruebo Dignidad. ¿Logrará diferenciarse el /la ganador(a) de esa consulta ciudadana y cómo lo hará (o habrá perdido definitivamente la silla)?

La Lista del Pueblo tiene candidato presidencial (pero es bien chico el pueblo parece)

La Lista del Pueblo que, agrupada bajo ideas comunes, se resiste a conformarse como partido político (aunque demanda los beneficios y derechos de uno), ya tiene candidato a la presidencia. Se trata de Cristián Cuevas, quien tiene una dilatada trayectoria política y como dirigente sindical.

La candidatura tensionará las cosas en Apruebo Dignidad porque cierta parte del PC se siente más cómoda con la Lista del Pueblo que haciendo comparsa con el Frente Amplio. Además, Cuevas militó un tiempo en las filas del PC (aunque también del Frente Amplio, pero renunció cuando Boric apoyo el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución) y del PS, por lo que tal vez también remueva aguas en la primaria, perdón, consulta ciudadana de UC.

Llama la atención no obstante que hayan participado en esa elección un pueblo más bien pequeño: 76 votos emitidos y que se haya impuesto por 43 votos siendo los restantes 30 votos para la abstención y los 3 otros nulos.

Noam Titelman

Ponerles ojo a las encuestas presidenciales y cómo se mueven

Esta semana se liberaron cuatro encuestas de opinión sobre las presidenciales. En dos encuestas ganaría Boric (Pulso Ciudadano y Data Influye), en una ganaría Sichel (Black and White) y en una estarían empatados (Cadem).

Además de confirmar lo mucho que le está costando a las encuestas leer la opinión pública (ni hablar de predecir), ojo con los movimientos que vayan teniendo los números de las encuestas. Uno de los factores que explican por qué, cuando se equivocan las encuestas, se suelen equivocar muchas de ellas, es una práctica estudiada en el mundo llamada herding.

Esta práctica consiste en que, a medida que se van acercando las elecciones, algunas encuestadoras van ajustando sus parámetros de estimación para acercarse a las estimaciones de otras encuestas, por temor a estar solas en su error (cuando todas se equivocan, nadie queda peor que el resto).

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Para entender a la Convención Constitucional la plataforma Telar está haciendo un trabajo de lujo analizando distintas fuentes de datos y visualizando lo que está pasando allí. Esta semana tuitearon un gráfico mostrando los grupos que se están conformando en la Convención, a partir de su votación.

Varias conclusiones interesantes y, por cierto, impresionante trabajo de análisis riguroso y visualización amistosa. Además, tuitearon gráficos con el nivel de efectividad de cada lista en la Convención. Fuente de información infaltable para comprender los movimientos en la Convención y, posiblemente, lo que se viene.

Un sitio: predictit.org

Predictit es una página web en la que se puede apostar a los resultados de diversos eventos políticos y sociales en el mundo. Desde apostar a que Trump volverá a ser candidato presidencial, hasta quién será el siguiente mandatario depuesto en África, todas son predicciones sobre las que se pueden hacer apuestas.

El sistema es relativamente simple, una persona compra un “bono” asociado a un resultado, por ejemplo, que Trump vaya a la reelección. Si ese es el desenlace, recibirá un dólar. En caso contrario, no recibirá nada. La dificultad está, por lo tanto, en definir cuánto es el precio adecuado para este “bono Trump”. Mientras más cerca al dólar, más seguro se está de que ese será el resultado.

En estos momentos, por ejemplo, el bono Provoste está a 8 centavos, el bono Sichel a 32 y el bono Boric a 51. Al menos los apostadores de predictit tienen como claro favorito a Boric. Por otro lado, debo advertir que estos mercados de apuestas electorales han tendido a ser bastante malos en predecir resultados y son permanentes objetos de burla por parte de encuestólogos y cientistas políticos.

En cualquier caso, puede ser entretenido ver cómo se mueven los precios para ver la temperatura ambiente.

El informe de la American Association for Public Opinion Research (AAPOR)

Sobre las razones del mal desempeño de las encuestas para las elecciones presidenciales y parlamentarias de Estados Unidos en 2020. Este informe de la asociación de encuestólogos de Estados Unidos afirma que el error de predicción del 2020 fue el peor en 40 años.

Excavando en las posibles explicaciones, encuentran como hipótesis que los votantes de Trump se negaron a responder las encuestas, posiblemente porque el mismo Trump había despotricado en contra de ellas. En Estados Unidos se politizó hasta contestar o no encuestas. Si quieren saber más sobre el tema, recomiendo el capítulo que sacaron FiveThirtyEight Politics el 27 de julio, en que discuten este informe.