Al parecer el escándalo no se acaba. Esta semana el primer ministro británico tuvo que volver a pedir perdón -al Parlamento y la ciudadanía- luego de que se dieran a conocer nuevos detalles del llamado caso Partygate, y luego de que cada vez más representantes conservadores le retiran su apoyo.

El miércoles la vicesecretaria de la Oficina del Gabinete del Primer Ministro, Sue Gray, publicó su informe final sobre las fiestas prohibidas que tuvieron lugar en Downing Street durante el confinamiento.

“Los líderes de más alto nivel, tanto política como administrativamente, deben asumir su responsabilidad por esta cultura [de alcohol y fiestas]”, señaló Gray, en alusión a Johnson y Simon Case, su secretario de Gabinete.

Después de analizar múltiples fotos, correos y mensajes, y de interrogar a los presuntos implicados, el informe -de 37 páginas- aborda 16 episodios en los que se habrían incumplido las normas de distanciamiento social e incluye nueve imágenes, y en las que aparece Johnson y también el ministro de Economía, Rishi Sunak.

Una de ellas muestra al mandatario celebrando su cumpleaños en la sala del Consejo de Ministros el 19 de junio de 2020.

El informe consigna además que existió “falta de respeto hacia el personal de limpieza y seguridad” de los edificios gubernamentales. Aunque el primero ministro reiteró sus disculpas y asumió toda la responsabilidad por lo sucedido, descartó la posibilidad de renunciar al cargo.