Un nuevo gremio está en ciernes de ver la luz en Chile, vinculado a desarrolladores de parcelaciones, cuya impronta -dicen- está en proyectos sostenibles.

Bajo el nombre Asociación para el Desarrollo Rural Sostenible, esta nueva entidad la están jineteando Javier Villarroel, de Agroinmobiliaria Agua Viva, junto a César Guajardo, de Proyecto Raíces; Álvaro Cercos, de Grupo Nuo; y Mailen Carrasco y Andrea Cordero, de Crea en tu Terreno. En esta iniciativa también participa Pamela Meneses como gerenta y en la coordinación.

A la fecha ya existe un gremio de desarrolladores de subdivisiones agrícolas, que se llama Chile Rural, del cual Villarroel fue parte del directorio, pero renunció a él. Contactado por DF MAS, Javier Villarroel explica que Chile Rural se ha preocupado mucho de la parte judicial, “lo que está perfecto”, dice, pero tiene la convicción de que falta un gremio que se enfoque en materias legislativas.

Esto se da un el contexto en que el Gobierno ya anunció el nuevo proyecto de ley para regular las subdivisiones agrícolas y parcelaciones. Plantea que el objetivo es que la ley pueda salir con una mirada más consciente de la sostenibilidad, pero también con los pies sobre la tierra, “viendo que sea aterrizable y se pueda llevar a cabo”.

“Hoy día ya no soy parte de Chile Rural, pero mantenemos muy buenas relaciones”, expone Villarroel, quien dice que con este nuevo gremio lo que pretenden es reunirse desarrolladores que están aplicando metodologías de subdivisión considerando variables como manejo del agua y cultivos extensos de producción real. No huertas, sino cultivos dentro de los terrenos, “y una serie de medidas que puedan hacer este desarrollo del mundo rural mucho más sostenible”.

A modo de ejemplo, Villarroel precisa que destinan el 60% a actividades silvoagropecuarias, las cuales van libres de cercos y enmarcadas en una servidumbre agroecológica, lo que va en línea con el proyecto de ley del Gobierno, si bien cree que deben hacérsele indicaciones a la iniciativa.

“Estamos mucho más en línea con lo que el Gobierno está promoviendo. No nos vemos como estando en una oposición, sino que queremos que esto realmente pueda llevarse a la práctica (…) No queremos ser la oposición ni estar en la bandera de lucha, sino que queremos poder estar a favor, pero dando las indicaciones necesarias para que esto sea un proyecto realista”.

Sobre las indicaciones, puntualiza, por ejemplo, que la iniciativa dice que las parcelas tienen que estar a no más de 400 metros de la calle, lo que estima incoherente con el uso silvoagropecuario que se le quiere dar a los terrenos. “A 400 metros de la calle permite un parcelamiento de 10 hectáreas, de 20 parcelas. Con el 70% agrícola, significa entre cinco y seis hectáreas para uso agrícola o silvoagropecuario. Y hoy día no hay ningún campo que se trabaje de manera competitiva, en rentabilidad, que sea de esas dimensiones”, dice.

“Hay que probar otra metodología de subdivisión. Por ejemplo, dejar todas las casas en un lado del campo -en terrenos de mil metros-, y que el resto del campo pueda ser protegido para uso agrícola de por vida. Es el modelo europeo de subdivisión. Creo que es importante que el Gobierno haga los pilotajes y vea qué es lo que funciona en la práctica, porque nos estamos jugando los asentamientos rurales del futuro del país. Una ley puede durar muchos años”, expone.

Detalla que, desde el año pasado, desde la Comisión de Ciudad, Vivienda y Territorio que quedó en contacto con varios desarrolladores y con el Ministerio de Agricultura, y están viendo la posibilidad de trabajar un Acuerdo de Producción Limpia, APL. Sobre el timing de la constitución del gremio, Villarroel explica que están en proceso de constitución.