Quienes se reunieron con él recuerdan “la carpetita”. Belisario Velasco, fallecido este viernes a los 87 años, tenía en ésta el detalle de cada persona con quien se iba a juntar o de quien se iba a hablar en la reunión. “Era el hombre más informado de Chile”, recuerda un abogado que se reunió con él mientras trabajó en los gobiernos de Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Michelle Bachelet.

Afectado por un cáncer, hace un tiempo decidió dejar de recibir tratamiento y se refugió en su casa en Cachagua, donde repasó sus años como figura clave de la transición a la democracia. Siempre recordó que él fue el primero en llegar a La Moneda, días antes que Patricio Aylwin entrara como el primer Presidente después de Augusto Pinochet, al asumir su cargo de subsecretario del Interior.

Con los Pinochet en todo caso la relación venía desde los años ‘60. En su cargo como gerente general de la extinta Empresa de Comercio Agrícola (ECA) bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva, trabajó con Lucía Pinochet Hiriart, la hija mayor de Augusto Pinochet, quien fue secretaria de dicho organismo que dirigía la política estatal de alimentos en Chile y cargo por el cual le tocó viajar a muchos países haciendo alianzas comerciales.

Desde ese cargo, Velasco participó en las filiales Hipódromo Chile, Sociedad General de Comercio, Vinos de Chile, Sociedad Chilena de Fertilizantes, Sociedad Lechera Nacional, Empresa Nacional de Frigoríficos, Empresa Nacional de Semillas, Empresa Nacional de Servicios Portuarios y la Sociedad de Construcciones y Operaciones Agropecuarias. Ya entrada la dictadura, el Estado fue privatizando cada una de esas sociedades.

Incluso, Velasco fue presidente de la Radio Cooperativa en 1976 en pleno gobierno militar, y la emisora mantuvo, en la medida de lo posible, independencia del regimen.

Una vez retirado de la primera línea política, al renunciar como ministro del primer gobierno de Bachelet, hizo algunos negocios en el plano minero y agrícola, siempre de la mano de su hijo abogado, Felipe Velasco Silva, socio fundador del estudio Claussen & Velasco. En la Torre Santa María, Belisario tenía una oficina propia.

Dentro de sus conflictos con el mundo privado, cercanos recuerdan dos. Uno, su oposición a la forma en que Douglas Tompkins construyó el Parque Pumalín por las presiones para comprar terrenos a otros propietarios de tierra. “Indudablemente que hizo bastante por la conservación, pero llegó a extremos de la ‘deep ecology’ que yo creo que fue un poco dañina, especialmente para los colonos, que tuvieron que abandonar definitivamente esa zona, donde se estaba haciendo chilenidad”, dijo cuando falleció el conservacionista.

El otro conflicto, de índole personal, fue contra un desarrollo inmobiliario en Cachagua, donde junto a otros connotados vecinos se opusieron por 20 años a parcelaciones a orilla de playa. En 2008 llegaron a acuerdo y la playa de Cachagua no fue intervenida.