​​Desde principios de mayo que Angélica Cepeda (51) trabaja como directora ejecutiva de Pivotes, el laboratorio de ideas que creó Bernardo Larraín Matte para aportar al debate público, y que lanzó en marzo de este año. Hasta ahora no se sabía, porque, según cuentan de la organización, la ejecutiva estaba en proceso de adaptación e instalación.

“Partí hace un mes, pero pareciera que es más tiempo (ríe). El trabajo es muy desafiante pero también intenso”, relata la ingeniera comercial de la UC. Su puesto había estado encabezado temporalmente por Rafael Palacios -secretario general de la Sofofa en la época que Larraín fue presidente-, quien ahora se sumó al comité ejecutivo y editorial. 

A Angélica Cepeda la contactó Bernardo Larraín a principios de este año. Se conocían de la época en la UC, y por la Sofofa, cuando participó en el comité de Evolución Empresarial, en 2020, tras ser invitada por el director de Colbún. Antes de asumir en Pivotes, cuenta ella, no había participado en entidades de este tipo, “pero sí he participado en muchos otros proyectos con una dimensión social”.

“Mi experiencia ha estado vinculada al retail, tanto en el ámbito de las asesorías a diferentes empresas, como al diseño y construcción de proyectos propios. En efecto, desarrollamos una marca de accesorios de mujer llamada Lounge. Fue un gran y lindo proyecto, con un tremendo desafío de creatividad y gestión, ya que partimos con 10 personas y llegamos a ser 350”, relata Cepeda, quien vendió su participación el año pasado. Ahora además participa en una editorial infantil.

Fue ese mismo perfil emprendedor el que entusiasmó a Larraín para el fichaje.

“Había dos perfiles posibles para este puesto. Como es una institución del debate de políticas públicas, podría haber sido alguien de ese mundo. O, alguien del mundo empresarial. Y optamos por esta segunda alternativa, porque Angélica es alguien que en todos sus proyectos, ha tenido como foco la conexión con las personas, con el cliente. Además, como estamos en el mundo del advocacy, no queremos replicar lo que hacen los centros de pensamiento ni tampoco seguir su lógica para elegir equipo”, dice Larraín.

Y añade: “No van a faltar críticos de siempre, que cuestionen que para el debate público estamos trayendo a alguien del retail. Pero esto no es solo voluntad y dar entrevistas sobre un tema, esto requiere organización profesional. Y así como en su momento Angélica lo hizo con productos, carteras, con libros para niños, ahora tiene el desafío de conectar a las personas con ideas y propuestas de política pública, en un momento de debate muy importante”. 

En Pivotes -señala Cepeda- hay un equipo estable de cuatro personas a tiempo fijo, al que se suma otro grupo de colaboradores -son 19 personas, “entre ellos Ignacio Briones, Andrés Velasco, Javiera Parada, Diego Fleishmann, Elisa Cabezón, Isabel Benhcke y Alejandro Aravena-, “reforzando la mirada económica, jurídica y social”. Estamos buscando más personas que se puedan integrar al equipo los próximos meses, según la velocidad con la que implementemos las distintas etapas del proyecto”, adelanta.

Otra de sus tareas será encontrar oficina, por ahora se reúnen en distintos lugares y virtualmente.

Asegura estar entusiasmada con el proyecto, principalmente porque “cuando Chile vive un momento de cambios decisivos, es importante que los ciudadanos participemos de alguna forma en este debate. En lo que a mí respecta, y pese a no tener una vocación política, me pareció muy interesante la propuesta de Pivotes de querer conectar el conocimiento académico y político con las necesidades de las personas a través del advocacy (“activismo”). Y desde la perspectiva de mi experiencia profesional en el sector privado y también de mi vocación social, es un gran desafío colaborar en la implementación de este modelo”.