Profesionalizar la empresa y liderar la recuperación de Nova Austral. Esa era la principal misión de Nicolás Larco cuando decidió renunciar a la gerencia de finanzas de Cencosud Chile, en 2019, para arribar a Nova Austral. Primero lo hizo como CFO, y después, en 2020, asumió la gerencia general.

Pero a los 3 años de asumir el cargo, la salmonera, controlada por capitales noruegos, solicitó su reorganización judicial al Juzgado de Letras y Garantías de Porvenir, en Magallanes. En el proceso, la compañía informó que sus deudas alcanzan los US$ 559,7 millones, de los cuales US$ 484,6 millones corresponden a las obligaciones con sus acreedores financieros.

La decisión la tomaron el 20 de junio y a la jornada siguiente comunicaron a la Bolsa de Oslo que “no se había llegado a una solución consensuada para la reestructuración de la compañía y que ésta estaba considerando tomar las acciones que considerara necesarias para proteger sus operaciones, a sus empleados y al medio ambiente”.

Con esto en consideración, el consejo de administración de la firma solicitó la reorganización. “La compañía, junto con sus asesores, continuará trabajando con sus acreedores para encontrar una propuesta de reorganización que pueda obtener el apoyo necesario tanto de sus acreedores garantizados como no garantizados”, informaron al regulador.

El ultimátum llegó a finales de mayo, cuando la empresa presentó los resultados financieros del primer semestre de 2023. Ahí, explicaron, que la situación financiera de la empresa no era sostenible y que era “necesaria una reestructuración completa de la estructura de capital para seguir funcionando”. Además, aseguraron que si no se lograba una reestructuración consensuada, “la empresa podría verse obligada a iniciar un procedimiento judicial de reestructuración o insolvencia”.

Justamente eso ocurrió esta semana. Pero fuentes de la compañía afirman que la decisión fue la “última ratio”. Tanto así, que los ejecutivos mantuvieron un roadshow con distintas autoridades para darles a conocer la situación interna de la firma. Nicolás Larco, solo este año, se reunió con la Subsecretaría de Hacienda, Superintendencia Del Medio Ambiente y Sernapesca. En paralelo, sostuvo distintas reuniones con el sindicato de trabajadores de la empresa para actualizarlos en la situación interna.

Pero las finanzas no son lo único inestable. También han existido diversos cambios en el directorio en los últimos meses. A finales de febrero el presidente de la empresa, Yngve Myhre -un veterano ejecutivo en la industria acuícola noruega- presentó su renuncia. Su salida no fue inesperada, porque fue comunicada a la empresa en octubre. Además, durante el último trimestre se sumó el abogado chileno Marcelo Armas, quien compartió con el director independiente Anton Felmer.

Pero ahora la situación es distinta: el directorio de Nova Austral solo está compuesto por dos ejecutivos noruegos: Tom Jovik y Jonas Aspelin, ambos en representación de Altor Equity Partners.

“El último apaga la luz”

Nova Austral es el principal empleador de Porvenir y un actor relevante en Magallanes, región que ya sufrió con el cierre de la Mina Invierno. Hace dos meses los trabajadores de la compañía realizaron una caravana en defensa de la fuente laboral que entrega la firma.

Una fuente interna de la firma lo explica: “Si esto no funciona la reorganización judicial de Nova Austral y la empresa se liquida, esto sería como cerrar la cortina a Porvenir, es como para dejar la bandera negra”.

Después de todo, Nova Austral representa más de 3.000 puestos de trabajo directos e indirectos y se estima que la mitad de los habitantes de Porvenir dependen económicamente de la compañía. En otras palabras, y tal como apareció en un reciente cartel que el sindicato colgó en la reja de las oficinas de la salmonera, “Nova Austral es Porvenir”.

Justamente por eso la firma ha realizado tratativas con el consejo regional de Tierra del Fuego y con el alcalde de la comuna, José Gabriel Parada. Lo que quieren evitar es algo que ya ocurrió hace décadas atrás (antes de que Nova Austral se instalara en la zona): cuando los habitantes de Porvenir, producto de las pocas oportunidades laborales, empezaron a emigrar a Argentina. “El último apaga la luz”, se leía de los letreros de esa época.

La situación es muy delicada. A finales de mayo trabajadores de la compañía se manifestaron afuera de la casa de los padres de Gabriel Boric. José Antonio Paillán, presidente del segundo sindicato de la firma, manifestó que no existía claridad por parte del gobierno.

25% de capacidad

Dentro de la plana superior de la empresa la opinión es muy similar: Nova Austral fue un chivo expiatorio de la industria acuícola y esta situación, a pesar de las graves negligencias que cometió la firma en el pasado (por las cuales se tomaron cartas en el asunto hace 4 años), se debe a algo político, insisten.

Si se compara el nivel de sobreproducción con el resto de la industria, indica una fuente, Nova Austral no está dentro de los primeros lugares. “No se compara con las cifras de sobreproducción de otras empresas, como Australis”, comenta un conocedor.

A pesar de esto, en julio de 2022, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) le revocó los permisos de tres centros de cultivo, la primera vez que el organismo aplicaba una sanción de anulación de las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA).

Para enfrentar las negativas de los reguladores, emprendieron acciones legales. En septiembre de 2022, Nova Austral -representada por Carey- interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Punta Arenas en contra del Sernapesca “por la actuación ilegal y arbitraria” por denegar reiteradamente la obtención del Certificado Sanitario de Movimiento necesario para proceder a la siembra y transporte de cosecha de smolts (salmón joven en la etapa en que migra del agua dulce al mar) al centro de engorda de salmónidos Cockburn 23”.

Lo que representa una disminución de 4.750 toneladas de cosecha durante el año 2023, y del 59% de sus ventas proyectadas para el cuarto trimestre de ese año. Esa situación haría imposible a Nova Austral poder cumplir con sus obligaciones financieras y operacionales durante los últimos meses de 2023, sobre todo si se considera que durante el primer trimestre de 2023 Nova Austral debe pagar más de USD 13.000.000 de intereses financieros.

Al mes siguiente la Corte de Apelaciones rechazó el recurso de protección y en diciembre la Suprema confirmó la sentencia previa.

Hoy, conocedores aseguran que Nova Austral está trabajando al 25% de su capacidad. Esto se suma al término del joint venture que firmaron en 2020 con Trusal. Según a lo que accedió DF MAS, la cosecha del último sitio de esta alianza finalizó el 23 de febrero, lo que significó una afectación al nivel de inventario para este año.