De los US$ 65 millones que ingresaron el año pasado al casino de Viña del Mar, operado por Enjoy, sólo quedaron US$ 6,3 millones para la empresa, el resto se fue entre IVA, impuesto al juego y la oferta económica anual que hizo para quedarse con esa plaza.

En Coquimbo ocurrió algo similar. De los US$ 36 millones en ingresos reportados, Enjoy recibió sólo US$ 2,6 millones.

Ambas plazas eran imprescindibles de mantener para la operación de la firma justo cuando venía saliendo de una reorganización; pero ya superado el peor momento y con una fusión con Dreams que no fue, ahora los nuevos dueños de la firma, liderados por Euroamérica y Penta, están buscando vender sus posiciones. Sin embargo, el alto precio que tuvieron que pagar por quedarse por los casinos de Viña y Coquimbo, hoy es un dolor de cabeza.

En la industria reconocen que las ofertas que hicieron por ambos lugares, 831.123 UF al año por el icónico recinto de la Ciudad Jardín (unos US$ 37 millones) y 481.501 UF por Coquimbo (US$ 21 millones), ambos en 2018, fue mucho más alto que lo ofertado por la competencia, y eso hace que hoy no sea viable ceder a otro operador esos casinos bajo las mismas condiciones.

Un actor del mercado explica que más allá de la pandemia y el cierre de salas de juego, lo que de verdad golpeó a Enjoy fueron las ofertas desproporcionadas que hizo la anterior administración del casino, para mantener esas dos plazas emblemáticas.

De hecho, otro actor cree que Enjoy en el actual proceso de venta encargado a Asset Chile venderá todo lo vendible, principalmente Rinconada, Antofagasta y Punta del Este en Uruguay, y dejará fuera de la operación a Viña y Coquimbo, declarando no seguir con la operación y forzando a que la Superintendencia de Casinos de Juego haga una nueva licitación.

Cabe recordar que, tal como adelantó DF MAS, hay ya varios operadores de casinos internacionales interesados en algunas de las posiciones de Enjoy. Aunque no hay apuro por salir, los accionistas y ex acreedores quieren dejar la operación en un buen precio y en manos de un operador de excelencia. Ojalá un nuevo actor que ingrese vía adquisición al mercado nacional, acota un conocedor.