“Nada de esto (que sucede en Vitacura) me sorprende”, asegura Jeannette von Wolffersdorff.

La economista, quien por estos días está en Alemania, explica que previo a las elecciones municipales de 2016 (en las que el ex alcalde Raúl Torrealba fue reelecto) ella, como entonces miembro del Observatorio Fiscal, ofreció a Vitacura ser parte de una iniciativa para repensar la rendición del gasto municipal y trabajarlo con otras municipalidades, entre ellas, Recoleta, Peñalolén, Providencia e Isla de Pascua. El equipo de la comuna, encabezada por Torrealba, accedió.

Paso siguiente, relata la experta, desde el Observatorio hicieron focus groups con vecinos. “Se les preguntó qué querían saber del gasto municipal. Entre otros, se interesaron por los ingresos y gastos de las corporaciones municipales”, relata. Cuenta que entonces diseñaron un portal de rendición de cuentas, “porque hoy los datos que se transparentan a nivel municipal no permiten realmente entender en qué se gasta”.

-¿Se entregaron los datos?
-Recibimos datos del municipio, pero no de las corporaciones. Después de insistir recibimos solo algunos datos de esas entidades, pero más que nada de los recursos entregados por la municipalidad por concepto de subvenciones, y no el resto de fuentes de financiamiento de esas corporaciones.

"El registro contable de municipios es precario y no sirve para rendir cuentas", señala.

Nunca recibimos la información que pedimos, aunque era básica. Era evidente que las corporaciones tenían una función más bien de “brazo armado del alcalde”, tal como me comentó en su tiempo un concejal. De hecho, el propio concejo municipal tuvo históricamente diversos conflictos y debates con el alcalde -entiendo- por no entregar la información que se pedía sobre gestión y recursos en las corporaciones.

Pienso que sería bueno sincerar eso, sobre todo para impulsar cambios regulatorios en pro de mayor transparencia y control en general, en todos los municipios de Chile.

Y añade: “Desde el municipio sí nos entregaron algo de información finalmente, Debo decir que fue levemente desgastante, porque no existía real disposición para avanzar en transparencia”.

-¿Cuál fue su análisis de la situación?
-Que las corporaciones de todas las municipalidades carecen de la supervisión adecuada. No tienen el mismo control que los otros fondos del municipio que pasan por más controles, y que son vistos por la Contraloría. Aun así, parece un tabú debatir seriamente la idea de eliminar estas corporaciones para incorporarlas a la administración general del municipio.

Ningún gobierno ha impulsado seriamente una reforma, porque los alcaldes de todas las bancadas encuentran cómodo este modelo. Pero es un modelo que crea terreno fértil para la corrupción –para malversar y dar mal uso a fondos públicos- y utilizarlos para fines privados. El riesgo no solo está en relación con los gastos, sino también con los ingresos.

Estas corporaciones pueden recibir donaciones, por ejemplo, lo que es delicado especialmente cuando no se transparenta bien.

Muchos alcaldes consideran que sin ellas sería imposible liderar una comuna, porque la gestión sería muy rígida. “Tal vez es cierto, pero si es así, no hay que bypasear el modelo con esta figura que se presta para el abuso de gastos públicos. Lo que ahí hay que hacer es corregir el modelo”, recalca.

"Alcaldes de todas las bancadas se benefician de la falta de control".

-¿Usted hizo esa advertencia en Vitacura?
-Sí, claro, lo hicimos con el equipo del Observatorio Fiscal. Si el caso de Vitacura es cierto o no, no se sabe todavía. Pero si se comprueba, no me sorprendería.

Jeannette von Wolfersdorff cree que este caso permitirá debatir sobre reformas “de verdad”.

“Nos quedó claro que mantener esta figura (las corporaciones privadas) implica un alto riesgo, para cualquier municipio. Si hay casos de corrupción en estos vehículos de derecho privado, nadie debiera asombrarse. Si se descubren casos de sobresueldos, tampoco.

Y concluye: “Nuestra experiencia en Vitacura fue de encontrarnos con un equipo que teóricamente tenía voluntad de transparentar, hasta que se pidieron datos que no convenían. Ahí nos encontramos con el muro”.

-¿Son las mismas corporaciones que hoy están en la mira, las que ustedes analizaron?
-No quiero anticipar nada, hay que dejar que la justicia funcione. No tengo un juicio contra Torrealba, está en todo su derecho a tener presunción de inocencia. Pero insisto: nadie se debe asombrar de que estos vehículos se presten para eso: alcaldes de todas las bancadas se benefician de la falta de control y transparencia de las corporaciones de derecho privado.

-Si el equipo de Vitacura hubiera concretado su propuesta, ¿el caso que hoy está en la justicia pudo haberse evitado?
-No creo. Sí pienso que los municipios en Chile necesitan urgentemente auditorias financieras, regularmente, desde la Contraloría General de la República. Además, necesitamos una revisión de sus reglas de contabilidad.

Aparte de los estados financieros, el registro contable de municipios es precario y no sirve para rendir cuentas, ni para gestionar financieramente bien la entidad. En resumen: mi invitación es a tomar este caso para mostrar capacidad política de ponerse de acuerdo para reformar las finanzas municipales.