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La fuerza de Dana sigue acechando a Valencia: ¿Por qué este fenómeno metereológico podría ser cada vez más impredecible?
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La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) es un fenómeno que ocurre cuando la temperatura superficial del agua del mar es muy elevada. Esto favorece el desarrollo de nubosidad debido a una mayor evaporación, y en consecuencia, las precipitaciones tienden a ser más fuertes y pueden llegar a provocar inundaciones.
Eso ocurrió en Valencia el 29 de octubre, cuando el barranco del Poyo se desbordó durante la tarde e inundó las zonas de Torrent, Picanya, Paiporta, Benetússer, Sedavi, Massanassa y Catarroja.
“Valencia es un sector inundable. Ahora está con una leve inclinación hacia el mar. Por lo tanto, toda el agua va corriendo al sector más alto hacia el más bajo. También tiene la existencia de numerosas ramblas y barrancos que están generalmente secos durante el año, pero cuando se concentran, las lluvias torrenciales tienden a desbordarse con facilidad”, explica el meteorólogo Iván Torres.
A casi una semana del desastre, se estima que hay 210 víctimas. Los equipos de rescate continúan con las labores de búsqueda bajo el barro y escombros. Como es el caso del centro comercial de Bonaire, cuyo estacionamiento quedó bajo el agua. Los vehículos que permanecían ahí la tarde del lunes todavía no se podían recuperar a la totalidad.
¿Una consecuencia del cambio climático?
La característica de esta Dana fue fundamentalmente la gran cantidad de agua. Hay que considerar que el fenómeno está formado por nubes de desarrollo vertical. En algunas partes puede llover mucho y en otras partes menos, pero estamos hablando de estaciones que marcaron prácticamente 500 milímetros en ocho horas. Esos 500 milímetros equivalen a la precipitación que cae en un año”, explica Torres.
Una mayor evaporación en el Océano Mediterráneo y el cambio climático son algunas de las razones que explican la intensidad de este fenómeno. “La temperatura del mar Mediterráneo está mucho más cálida de lo habitual y cuando hay una masa de agua con más temperatura, o incluso el mismo aire se encuentra con más temperatura, significa que hay mayor evaporación. Al existir mayor evaporación hay mayor formación de nubosidad”, explica.
Torres advierte que estos fenómenos meteorológicos serán cada vez más frecuentes producto del cambio climático antropogénico: el aumento de las temperaturas impacta en los ciclos hidrológicos que se ven acelerados. Esto también implica que fenómenos como la DANA sean erráticos e impredecibles.