“Lo que tiene que haber es un acuerdo expreso, confirmado semanas antes, de qué va a pasar el 4 de septiembre si gana el Rechazo”. Esa frase repiten senadores, diputados y convencionales de Chile Vamos; si eso no pasa, en el minuto que se den los resultados, cada uno los intepretará de su manera y no habrá un camino común, agregan.

Otro consenso en la derecha es que no hay apuro para dar opiniones, ya que si son ellos los que promueven el Rechazo, éste no va a funcionar. “La propuesta inicial tiene que venir de la izquierda democrática y la sociedad civil”, afirma un diputado UDI.

Justamente por eso hay molestia en las distintas bancadas: algunos representantes plantean que las entrevistas de Felipe Kast y Rojo Edwards en El Mercurio no cayeron bien, que había un acuerdo de que ningún miembro de la derecha daría declaraciones sobre la Convención y el plebiscito de salida.

La estrategia, señalan, es esperar a que el Pleno “caiga por su propio peso y que la centroizquierda tome la iniciativa de proponer alternativas, si gana el Rechazo” “Pero por los egos y ganas de mostrarse como los grandes articuladores, incumplieron el acuerdo”, afirman de la coalición.

Entre las alternativas que manejan existe un llamado a una Convención 2.0, algo que para la convencional Tere Marinovic parece inviable, “es como decirle a las personas ‘oiga, usted evaluó mal a la Convención Constituyente; usted ya perdió la ilusión en una nueva Constitución... pero para reencantarlo, le vamos a seguir hablando de lo mismo’”.

“Siempre las secuelas son más malas que la primera”, añade un convencional. Otra opción es convocar una comisión de expertos, algo que para un constituyente de Chile Vamos es el ideal para la ciudadanía y lo que, según las encuestas, más atrae a la gente. Pero, advierte, es políticamente poco viable por la cantidad de fuerzas de partidos que existen.

La campaña en terreno ya comenzó por el país: los Republicanos, coordinados por la excandidata a constituyente Macarena Bravo, se han desplazado por las 16 regiones con un promedio de seis cabildos, en la llamada “gira por la verdad” que partió el 25 de marzo y que ha convocado a más de 1.500 personas.

Han participado José Antonio Kast, el diputado Cristián Araya y los convencionales Ruth Hurtado y Martín Arrau. La UDI ha optado por un camino similar, Eduardo Cretton, Ricardo Neumann, Felipe Mena, Constanza Hube y Katherine Montealegre ya visitaron nueve regiones, Renovación Nacional se ha desplegado con “RN escucha” y Evópoli ha realizado encuentros virtuales para levantar opiniones de cómo sus militantes ven el proceso constitucional.
No niegan que ya existen acercamientos con parte de la centroizquierda, sobre todo en el Senado. Están en un proceso de construcción de confianzas y de demostrar que en el sector se dió por muerta la Constitución actual, comenta un senador de centroderecha.