31 veces la palabra “muerte” se repite en Amigos, amantes y aquello tan terrible, el libro de memorias de Matthew Perry publicado en 2022. En el momento de su publicación, pasaron desapercibidas sus múltiples referencias a la muerte, pero después de su repentino deceso a los 54 años el pasado sábado 28 de octubre en su casa en Los Ángeles, sus relatos volvieron a ser analizados por sus fans.

“Hola, mi nombre es Matthew, aunque puede que me conozcas por otro nombre. Mis amigos me llaman Matty. Y yo debería estar muerto”. Así parte el prólogo de su libro, que hace referencia a sus primeros años como actor, su enamoramiento con Jennifer Aniston (quien fue su compañera de set de Friends, serie de NBC que lo lanzó a la fama y que se extendió por 10 temporadas) y su larga batalla contra las drogas.

En el libro -que tiene un prólogo de Lisa Kudrow, actriz que interpretó a Phoebe Buffay en la serie de comedia- Perry relata que ingresó “a una institución mental, fui a terapia dos veces por semana durante 30 años y estuve al borde de la muerte”.

Incluso, reflexiona en torno a su lápida de muerte, previo a pasar por Hazelden, centro de rehabilitación de drogas, en 1997: “El período previo a Hazelden había sido probablemente el mejor año de mi vida. Las alegrías de la fama no se habían desvanecido del todo, aunque si hubiera muerto entonces, mi lápida habría dicho: ‘Aquí yace Matthew Perry - Rompió con Julia Roberts, o ¿podría ser más estúpido o estar más muerto?’”.

También comenta sobre la experiencia del cast en el último episodio de Friends (The Last One): “Jennifer Aniston no paraba de sollozar. Al cabo de un rato, me sorprendió que le quedara agua en todo el cuerpo. Incluso Matt LeBlanc estaba llorando. Pero yo no sentí nada. No sabría decir si se debía a la buprenorfina que estaba tomando o a que, en general, estaba muerto por dentro”.

Una de las últimas reflexiones, al terminar el libro, también gira en torno a su muerte: “En este momento de mi vida, las palabras de gratitud brotan porque debería estar muerto y, sin embargo, de alguna manera no lo estoy. Debe haber una razón para eso. Es simplemente demasiado difícil para mí entender si no la hay”.