Fue un fin de semana frenético. Luego de que Rodrigo Topelberg, ex amigo, socio y accionista minoritario del factoring Factop y la corredora de bolsa STF se querellara contra Ariel y Daniel Sauer, hubo varias reuniones.

Una de ellas ocurrió el sábado 5 de agosto en el Club Palestino, donde integrantes de esa comunidad analizaron las estrategias legales y acusaciones que había sobre ciertos empresarios de aquella comunidad. El domingo fue el turno de aquellos de descendencia judía, quienes se juntaron en el Estadio Isrelita. Llamados iban y llamados venían. Lo principal que buscaban los emisarios de lado y lado era que Topelberg bajara sus querellas y buscaran una solución fuera de tribunales, entre amigos, como lo eran desde sus tiempos escolares. 

Daniel Sauer y Rodrigo Topelberg estudiaron en el mismo curso en el Colegio Instituto Hebreo, y desde inicio de los 2000 decidieron emprender juntos. Sumaron al hermano mayor de Daniel, Ariel Sauer, en el negocio del factoring, y luego en la corredora. El padre de los Sauer, Alberto, también entró.

Ambos grupos tienen sus patrimonios provenientes de negocios familiares, como los negocios textiles en el caso de los Sauer, y en el rubro automotor, en el caso de los Topelberg. 

Daniel Sauer tiene 45 años (estuvo de cumpleaños este martes 8 de agosto, un día antes de que la CMF lo multara con $ 324 millones), y tras cursar sus estudios en el Colegio Instituto Hebreo, en 1997 se matriculó en Ingeniería Comercial en la Universidad Diego Portales. En 2002 se unió a la empresa familiar Confecciones Sauer, desempeñando un rol en el área de ventas hasta 2005. Daniel tiene alma de vendedor, han dicho sus cercanos, y ese mismo rol cumplía en la empresa hoy caída en desgracia. 

En 2004, junto a su hermano Ariel Sauer, entraron a un nuevo proyecto en el ámbito del factoring, bajo el nombre de Factop. En 2005 dejó Confecciones Sauer y sólo se dedicó al negocio del factoring. Diez años después, en 2015, fundó STF Capital Corredores de Bolsa, la que fue recientemente sancionada y suspendida por la CMF, donde sumaron al ex Tanner, Luis Flores. 

Por eso se llamaba así: S por Sauer, T por Topelberg y F por Flores. 

Ariel Sauer, por su parte, tiene 50 años, y también es ex alumno del Instituto Hebreo. Entró a la Universidad Católica a estudiar Ingeniería Civil, pero a los dos años se cambió a Comercial. Tras titularse en 1997 se sumó a la empresa familiar Confecciones Sauer en el área de administración y finanzas hasta 2004. Él, a diferencia de su hermano chico, es el hombre de los números más que de la venta. 

En 2005, además de sumarse a Factop con su hermano, creó Comercial Textil Ziko Limitada, dedicada a la comercialización de prendas de vestir. 

El padre de ambos, Alberto Sauer, nació en 1946 y fue quien fundó la empresa familiar Confecciones Sauer en 1965. Diez años después diversificó sus intereses en el rubro textil al fundar Confecciones Machine Vestuario Masculino, y a partir de 1990 comenzó a invertir en otros sectores y se asoció con la empresa Vilumanque. En 1995 creó el colegio Wessex y desde 2006 se unió a sus hijos Daniel y Ariel en Factop. Desde 2012, también es socio de la Sociedad Pesquera Orión.

Revisando las causas judiciales de Daniel y Ariel, a las que DF MAS accedió, se revela que ambos han sido citados varias veces a tribunales. Ariel aparece como imputado en una investigación vigente por la Fiscalía de Las Condes por apropiación indebida, y asimismo aparece como víctima en un caso de giro doloso de cheques de 2019. Y hay otra serie de causas terminadas por falso testimonio, uso malicioso de instrumento privado mercantil, presentación de documento falso en juicio y uso fraudulento de tarjeta de crédito. 

Mientras que en el caso de Daniel Sauer, también aparece como imputado en una causa por apropiación indebida iniciada en junio de este año, y registra una detención en el aeropuerto Arturo Merino Benítez el 5 de diciembre del año pasado por “consumo o porte de droga en lugar público o privado”. Sin embargo, según su expediente judicial personal, la Fiscalía de Pudahuel decidió no iniciar investigación, dando por terminada la causa el 11 de enero de este año. Fuentes al tanto explican que se le encontró un “moledor” de marihuana en su poder, pero que tras entregarlo, pudo seguir su viaje a Perú. 

Otra de las causas vigentes que tiene es por apropiación indebida que desde julio del año pasado persigue la Fiscalía de Las Condes, y otra serie de causas terminadas o sobreseídas. 

Por estos días, los Sauer están evaluando sus opciones para saldar sus deudas. Dentro de las alternativas que evalúan están liquidar las prendas que tienen sobre activos de Grupo Patio, luego de prestarle dinero a Antonio Jalaff, tales como sus oficinas y las cuotas del fondo de Larrain Vial con las deudas del empresario. Asimismo, en Nueva Las Condes tienen cuatro oficinas grandes que están a la venta. Además, les quedarían unos $ 16 mil millones de su cartera de factoring por cobrar. 

Es más, Nelson Contador fue contactado para liderar la reorganización de la empresa, pero el reconocido abogado de quiebras declinó. Asimismo,contratado a la gestora Brox Capital, del exgerente de Banco Penta y hoy director de HSBC Chile, Andrés Chechilnitzky, y prontamente se fichará a una auditora de reconocido prestigio para analizar la compañía y proveer a los socios y acreedores de información fidedigna para obtener la mejor recuperación de pasivos.