“América por la Protección del Océano”, la coalición firmada por distintos países con costa al Pacífico, tuvo como impulsor y principal figura al Presidente Gabriel Boric. Y otro de los chilenos que tuvo un rol crucial en esta alianza, pero que pasó más desapercibido, fue Maximiliano Bello, experto en políticas oceánicas internacionales y mano derecha de Sylvia Earle, considerada la científica marina más importante del mundo.

Bello fue uno de los grandes facilitadores de este proceso. El experto en políticas públicas oceánicas, lleva más de dos décadas abocado al estudio de la conservación marina, y su apoyo fue vital para el posicionamiento del Presidente chileno en el marco del acuerdo.

“Por primera vez estamos viendo un esfuerzo que es multilateral”, señala el experto, quien cuenta que conoce a Gabriel Boric desde que era diputado. “Mi tema es áreas marinas protegidas y protección del océano, y Gabriel siempre ha tenido mucho interés por estos, por el tema hídrico”, explica Bello.

Agrega que desde sus años de trabajo en el Congreso en Chile uno de sus más cercanos era Antonio Horvath. “Era interesante, porque estaba de nuevo esta cosa bien transversal. Me gustaba trabajar, ojalá con todos los partidos. Yo participaba mucho en la comisión de pesca que Horvath presidió por mucho tiempo, siempre me bromeaba y me decía ‘Senador Bello’ porque yo estaba más presente en las comisiones que otros senadores. Ahí claro, conocí un montón de diputados, senadores y gente de gobierno”, explica.

Su interés y gran acercamiento al mundo político le valieron como herramienta para lograr asesorar a los distintos gobiernos. Es por esto que hoy ve con buenos ojos que, después de años, se haya logrado un acuerdo que une a países como Chile, Canadá, México, EEUU, Costa Rica, Panamá, Perú, Colombia y Ecuador bajo la misma causa.

-¿Cómo vio la figura de Gabriel Boric en este evento?

-Gabriel era como la novia del casamiento, todo el mundo quería juntarse con él. Estuvo muy bien en sus respuestas, en sus intervenciones, muy claro. Tuvo un lapsus con John Kerry, pero no creo que haya sido algo relevante. Yo sé que no lo fue para Estados Unidos. No empañó el acuerdo.

Chile tiene un capital impresionante, es un país al cual se le mira mucho porque es un país todavía en vías de desarrollo, pero que ha avanzado mucho en muchos temas. Creo también que Chile ha pasado la vara en montones de cuestiones socioeconómicas, de calidad de vida y se ha transformado un líder particularmente en el tema marino.

Chile se vio muy bien, pero siempre con los pies en la tierra, me da la impresión de que el presidente lo tiene relativamente claro. Este es el inicio y todavía queda montón más para delante. Con los pies bien en la tierra que esta es una primera entrada, la primera entrada internacional importante.

-¿Cuáles son los plazos para que este acuerdo se vaya materializando?

-Al gobierno le quedan cuatro años, entonces tienen tiempo todavía para que lo sigan empujando, es una oportunidad tremenda. Ver a países como Perú, el país con menos áreas protegidas en todo el continente, y México que no son tan amigos del tema de las áreas marinas protegidas, para mí es tremendo. Ahí hay oportunidades y vacíos que son evidentes para poder seguir avanzando, la información está, la cosa es que se cumplan los compromisos.