Pese a que Minera Aclara encontró en la zona de Penco más de medio millón de árboles - mayormente pinos y eucaliptus-, entre los cuales había 470 queules, 46 pitaos y 90 naranjillos, no vio seis especímenes de citronella mucronata (naranjillo). 

Por estos seis árboles el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) de Biobío, acogiendo la recomendación de Conaf, puso término anticipado a la tramitación del proyecto de Tierras Raras, que implica una inversión de US$ 130 millones en su fase inicial y que a diferencia de la extracción en otras latitudes, este proyecto no genera radiación. 

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Minera Aclara, la titular del proyecto y listada en la Bolsa de Toronto, decidió no apelar a esta resolución y optar por ingresar un nuevo estudio de impacto ambiental (EIA) que incorporará los seis árboles o más que no detecto. 

El rechazo por los seis naranjillos ha sido seguido por varios ministros, como el de Energía, Diego Pardow, quien en una entrevista en T13 Radio y consultado por este tema, señaló “en el caso del sistema de evaluación ambiental especialmente en esta regiones, hay que fortalecer los equipos de trabajo para que sean efectivamente personas competentes y que tengan la disponibilidad de tiempo para hacer su trabajo y en eso también estamos trabajando”.

Según explicaron conocedores del proceso, en la decisión de rechazar el proyecto confluyeron varios factores. Por un lado, que el SEA Bío Bío actúa pensando mucho en el Tribunal Ambiental de Valdivia, que es más pro medioambiente que otras instancias.

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Por otro lado, si bien el organismo evaluador tiene experiencia en proyectos de pesca y forestal, no sabe de proyectos mineros “y por ello la opinión de Conaf pesó tanto”, reseñan conocedores del proceso.

En la región, el rechazo a esta inversión generó mucha polémica. El presidente de la CPC Bío Bío, Álvaro Ananías, le expresó al ministro de Hacienda, Mario Marcel, “que los emprendedores y empresarios necesitamos reglas del juego claras, estables y de largo plazo, desde el punto de vista de la seguridad y de la economía porque no podemos pensar en mejorar el bienestar de las familias sin pensar en crecimiento y desarrollo”.