Si hay algo que la televisión ha aprendido, es que las posibilidades de crecer en el mundo digital son infinitas. La presidenta ejecutiva de TVN, Andrea Fresard, pareció considerar esto al reclutar a Pablo Badilla Lucio como nuevo director de prensa, un cargo que estaba vacante desde que Alfredo Ramírez asumiera como director ejecutivo, primero interinamente y luego ratificado por el directorio.

Badilla, con una vasta trayectoria en medios informativos, ha liderado innovadores proyectos periodísticos en televisión, prensa escrita y digital.

En Chile, fue el primer director del Centro de Noticias Turner (Chilevisión-CNN Chile) y director de los Servicios Informativos de Mega. En Puerto Rico, fue director del diario Primera Hora, impulsó un proyecto de transformación multimedial consorcio periodístico de ese país, el Grupo Ferré Rangel (GFR Media).

También con un perfil digital y multipantalla es el nuevo director de programación, Roberto Cisternas. Chillanejo y millennial, fundó una señal regional, cuenta con experiencia en Warner Media, donde comenzó como asesor de la presidencia, fue luego director digital de Chilevisión y a continuación pasó a desempeñarse como Digital Manager de News & Sports en Chile, liderando el desarrollo de contenidos multipantalla en TNT Sports (Latam) y CNN Chile.

Nicolás Copano sólo tiene palabras de elogio para él: “Si hay alguien con él que usted debe contar a la hora de hablar de contenidos en Latinoamérica, es esta persona”.

Roberto Cisternas llegó a reemplazar a Isabel Rodríguez, quien dejó el cargo esta semana, después de estar solo un año liderando programación en TVN, aunque llevaba más de 20 años en el canal.

Internamente señalan que su salida se debió al impasse por el caso de Ámbar Cornejo. La estación pública iba a emitir un capítulo de “Mea Culpa” sobre el asesinato de la adolescente de Villa Alemana y la diputada Carolina Marzán pidió suspender la puesta al aire por respeto a su familia, lo que finalmente se hizo.

Sin embargo, al interior de la estación pública se debatió cómo, en un gobierno feminista, no se consideró este factor antes y sólo se evaluó cuando una parlamentaria reclamó.