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Las claves para entender Jackson Hole, el simposio clave de la Fed que preocupa al mercado
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Se trata de uno de los eventos más importantes para la economía global. Después de todo, es donde la mayoría de los banqueros centrales se reúnen para discutir lo último de la macroeconomía mundial. En esta edición habrán solo 120 invitados, entre ellos los presidentes de los principales bancos centrales del mundo (Japón, Europa, Inglaterra), además de Rosanna Costa, de Chile.
El simposio Jackson Hole, en las montañas Grand Teton en Wyoming, comenzará el viernes y la expectación es alta, especialmente en Wall Street. ¿Por qué? A diferencia de años anteriores la economía en la mayoría de los países está inestable, con altos niveles de inflación y bajas perspectivas de crecimiento.
“Dicen que el valle de Jackson Hole es un lugar ideal para pasar unas vacaciones con esquí, pesca, rafting y gastronomía. Sin embargo, no estoy seguro de que para Jerome Powell, presidente de la Fed, sea el lugar soñado para estar el viernes”, dice Francisco Verdugo, socio de DVA Capital. “Se podría considerar el Super Bowl de los inversionistas, y se espera que entregue nuevas luces del camino que seguirá el principal banco central del mundo en su lucha contra la inflación”.
Lo que se discuta acá, por lo tanto, medirá la temperatura de los mercados y podría adelantar posibles acciones de la Reserva Federal. Se espera que la institución liderada por Powell incremente las tasas, a pesar de marcar un IPC de julio de 0%.
“Esto no se trata de cualquier banco central, aquí se juntan las economías más importantes del mundo, las que en su conjunto pueden representar el 60% del PIB mundial. Es decir, entre EEUU y Europa tienen la capacidad de influir en la economía global, entonces si creen que las tasas de interés subirán, así será”, dice Héctor Osorio, economista y socio de PKF.
Cristóbal Vásquez, gerente de distribución en Vector Capital, puntualiza que “si el mensaje de Powell es leído de manera ‘dovish’ (una política menos restrictiva), esperamos una reacción positiva de las bolsas, pero si deja un escenario incierto acerca de cuándo podría normalizarse el alza de tasa, creemos que el mercado podría ver nuevas bajas en un ambiente de mayor volatilidad, a la espera de la próxima reunión de la Fed a fines de septiembre”.
Por su parte, Ángel Rubilar, analista senior de Libertex, dice que el tema de fondo sigue siendo que la inflación es la más elevada en décadas: “El incremento de tasas es innegable, por lo que al inversionista de largo plazo no le afectará realmente, ya que cuenta con un horizonte de inversión más amplio. Lo que esta reunión nos dejará es el alza inmediata de tasas por lo que la especulación de los movimientos del dólar se verá reflejado en la siguientes jornadas pero siempre con foco en contener la inflación que parece haber tocado techo en EEUU, pero no asi en el resto del mundo”.
El mensaje de Powell tendrá un efecto directo en el tipo de cambio, especialmente si mantiene la estricta política monetaria de la Fed.
Sobre esto, Ana María Vallina, académica de la Universidad Católica de Valparaíso, indica que “si aumenta la tasa, más capitales financieros probablemente se irían hacia Estados Unidos, apreciando el dólar y dejando en una situación más frágil al resto de las economías del mundo, especialmente la europea, que podría presentar un período más largo de lo esperado”.
Por su parte, Fabián Avendaño, senior portfolio manager de la fintech Trii, señala que si ocurre ese escenario el “peso chileno sufrirá una depreciación con respecto al dólar. Esto, sumado a la incertidumbre existente en el mercado local por el resultado del plebiscito de salida, además del cese de la intervención del Banco Central en el mercado cambiario hasta fines de septiembre, y el anuncio del jueves pasado sobre un déficit de la cuenta corriente de un 8.5% del PIB. Estos factores dejan a nuestro país en un complejo escenario cambiario durante los próximos meses”.
“La Fed no quiere perder credibilidad. Tiene claro que es una de sus principales herramientas a la hora de hacer política monetaria. Sin embargo, el gran riesgo es que ‘se le pase la mano’ y quede en una posición más ‘hawkish’ de lo que está esperando el mercado (política restrictiva). Este último, como siempre, ya ha comenzado a integrar probabilidades llevando la tasa de interés del tesoro americano a 10 años a 3% y sufriendo una importante corrección en el mundo accionario entre el viernes y lunes pasado”, concluye Verdugo.