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¿Llegará el dólar a 1.000? Los impactos de la Fed, el cobre y Putin
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La montaña rusa del dólar sigue su curso y, según las expectativas globales, no tiene para cuando terminar. Este martes la moneda estadounidense cerró sobre los $ 930, una cifra que alcanzó los niveles registrados el 22 de agosto. ¿Las razones? Caídas en el precio del cobre (US$ 3,49 la libra), la reciente ofensiva bélica de Rusia y un aumento en la popularidad de la divisa estadounidense (gracias a la creciente ansiedad financiera internacional) es lo que mencionan los expertos.
Todo esto se agrava con los recientes anuncios de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Este miércoles el organismo presidido por Jerome Powell aumentó la tasa de interés en 75 puntos por tercera vez consecutiva. Los impactos de esta decisión van más allá del tipo de cambio. Por ejemplo, el martes el IPSA cerró con su mayor caída del año previo a la decisión del banco central norteamericano.
“La inflación produce un aumento en la tasa de interés de diversas economías, haciendo más atractivas las inversiones en mercados menos riesgosos, como el norteamericano, lo que genera un aumento en el flujo de dólares hacia EEUU, logrando un aumento en la demanda interna, lo que presiona su precio al alza”, dice Rodrigo Palma, director ejecutivo de RPBM Consultores.
Felipe Sepúlveda, analista senior de mercados de XTB Latam, entrega tres razones para analizar el volátil precio del dólar: “La primera es la inestabilidad política generada desde el estallido social de 2019, el cual derivó en un proceso constituyente que no fue fructífero y que aún está en el debate público. El segundo factor es la disminución del precio del cobre, que en estos momentos se encuentra cerca de los US$ 3,5 la libra, pero con una fuerte caída desde marzo de este año (donde llegó a los US$ 4,8 la libra aproximadamente). Y el tercero -y que es el más influyente en este momento- son las fuertes alzas de tasas que se encuentra realizando la Fed en Estados Unidos con el fin de controlar las grandes alzas en la inflación”.
¿Baja de los $ 900 o sube a los $ 1.000?
Esta pregunta divide a los expertos, sobre todo por la incertidumbre que existe en el mercado internacional.
Palma afirma que ese escenario es posible, pero que “todo dependerá de las próximas cifras de crecimiento económico, desempleo e inflación, tanto en EEUU como en Chile. Dependiendo de ello sabremos las acciones que tomará el Banco Central de Chile y la Fed, afectando a las expectativas de los mercados, ya que hoy las proyecciones apuntan a una disminución de la inflación hacia finales de año”.
Por su parte, Sepúlveda dice que “para tener un tipo de cambio por debajo de los $ 900, la Fed debe controlar la inflación y así detener sus subidas de tasas. También que el dólar internacionalmente comience a perder valor frente a las otras divisas”.
Además, indica que es fundamental reducir las inestabilidades políticas y que el cobre retome su precio por sobre los US$ 4 la libra. Sin embargo, advierte, no es fácil que ocurra ese escenario: “No es lejano que veamos nuevamente un dólar cercano a los $ 1.000 como lo mencionó tiempo atrás Wells Fargo”.
Cristóbal Vásquez, gerente de distribución internacional de Vector Capital, agrega a la ecuación el factor de la inflación chilena: “Si vemos que el IPC toca techo y comienza a estabilizarse, veremos que el dólar convergerá a un nivel más estable también”.
“La decisión de invertir siempre está asociada al riesgo. Desde hace unos meses en el mercado cambiario se observa una alta volatilidad: en julio el precio del dólar se ubicó sobre los $ 1.000 y hace unas semanas se bajó de los $ 900. Por otro lado, la variación en el tipo de cambio depende de variables internas y externas, entonces es complejo proyectar el retorno de una apuesta en la divisa norteamericana”, explica Palma.
En la misma línea, Cristóbal Vásquez, dice que “por ahora el escenario sigue siendo muy volátil, y va a depender mucho de factores externos, más que internos, principalmente de cómo evolucionen las medidas para controlar la inflación a nivel global. La inversión en dólar va a depender del perfil de cada inversionista, y del horizonte de tiempo, ya que este puede fluctuar en un rango bastante amplio los próximos meses”.
Por su parte, Sebastián Egaña, docente de la FEN explica que “por lo general los mercados financieros se anticipan a los movimientos que son predecibles, pero a la vez tienden a reaccionar”.
Y agrega: “Se debe tener en cuenta que el 30 de septiembre termina la intervención del Banco Central, lo que podría motivar una continuación en el alza de la moneda extranjera. En base a esto, más que recomendar la inversión parece mejor hablar de tener dólares como medio de protección en contra de posibles alzas de la divisa. En el caso de tener cuentas en dólares (tarjetas de crédito) el tener dicha divisa genera una protección ante aumentos de la deuda en moneda extranjera”.
El último punto -y que todavía es una incógnita- es el escenario bélico: este miércoles Vladimir Putin ordenó la primera movilización de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial, lo que implicará una convocatoria de 300.000 reservistas. Si la ofensiva rusa aumenta, la volatilidad del dólar también se puede profundizar y generar inestabilidad en los mercados.