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Mi PYME necesita factoring: ¿en qué debo fijarme?
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La industria del factoring está pasando por aguas movidas. Expertos explican que sigue existiendo una necesidad que va en aumento: la liquidez de las pequeñas y medianas empresas (PYME).
Esto se junta con el escenario económico actual, que ha llevado a la banca a imponer más restricciones. De hecho, un reciente informe de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), estipula que el monto de créditos bancarios a PYME cayó 19% anual a diciembre de 2022.
Por lo tanto, uno de los productos más eficientes para captar esos recursos, comentan profesionales, es, justamente, el factoring.
“Al liquidar sus cuentas por cobrar en forma anticipada, las PYME se concentran en el foco de su negocio y se apoyan en la gestión de la empresa de servicios financieros para obtener liquidez inmediata y llevar a puerto la cobranza”, manifiesta la gerenta general de la Asociación de Empresas de Servicios Financieros AG (EFA), Pilar Velasco.
¿Pero cómo elegir una empresa con la cual factorizar y qué elementos considerar antes de hacerlo? Esto nos dijeron los expertos.
Según EFA es relevante “verificar que la empresa con la que realizaremos operaciones de factoring sea Sujeto Obligado y esté registrada en la Unidad de Análisis Financiero (UAF), revisando el listado publicado en el sitio uaf.cl”.
También es importante, complementan, “ver la trayectoria de la empresa en el mercado (años de antigüedad y comportamiento comercial), que cuente con políticas e información claras, ojalá que pertenezca a algún gremio especializado”.
Asimismo, “se recomienda siempre cotizar entre dos o más instituciones, debido a que en las operaciones de factoring la evaluación de riesgo varía de compañía en compañía, de acuerdo a sus políticas comerciales. Es por ello que es común que el porcentaje de descuento (y no tasa, pues no se trata de operaciones de crédito) y cobros asociados sean distintos en cada empresa”.
Al momento de cotizar, EFA recomienda: pedir una liquidación tipo -donde se detallen todos los cobros asociados y se los expliquen al cliente-, preguntar por la política de manejo de excedentes, analizar los servicios complementarios que brinda la empresa para apoyar la gestión diaria del cliente tales como cobranza, acompañamiento comercial, asesoría en estructuración de financiamiento y otros temas relevantes para las PYME.
“Se debe tener presente que todas las instituciones financieras tienen políticas de riesgos distintas, por lo que es habitual que haya diferencias al comparar este instrumento de financiamiento”, afirma Pilar Velasco.
¿Es relevante fijarse en la solvencia y en la gestión de riesgo de las distintas compañías? Por ejemplo, en abril Feller Rate rebajó la calificación de Primus Capital de A- a BBB+.
“Es relevante, toda vez que para quien lo contrata, el objeto es liquidez inmediata. Como toda operación financiera, la contratación de este servicio podría verse expuesta a riesgos según el estado financiero de la empresa contratada, por lo que, antes de efectuar la elección debe buscarse la información pública correspondiente respecto de las alternativas consideradas para la contratación”, explica Stephanie Fischer, asociada de Moraga & Cía.
Sebastián Benedetti, socio de CBC Abogados, comenta que “dado que en la mayoría de los casos la operaciones de factoring se efectúan bajo la modalidad ‘con recurso’ -en que el riesgo de no pago por parte del deudor de la factura corresponde a la empresa que la haya cedido-, parece más relevante preocuparse de la solvencia de la empresa deudora de la factura factorizada, ya que si no paga, ‘me van a cobrar a mí’. Esto no es relevante en las operaciones llamadas “sin recurso” en que el riesgo de no pago del deudor de la factura lo asume directamente la empresa de factoring”.
Stephanie Fischer dice: “Las empresas deben tener clara la necesidad de contratar el servicio y conocer todos los costos asociados para no incurrir en gastos innecesarios. Además, las facturas que se pretenden ceder deben ser cobrables en un plazo máximo de 90 días, ya que si no serán rechazados por la mayoría de las empresas de factoring”.
Por otro lado, Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital, señala que “se debe considerar que el factoring sea realmente lo que el negocio necesita, ya que este es una herramienta de financiamiento de corto plazo y está pensada para otorgar liquidez y capital de trabajo financiado con sus cuentas por pagar, por lo que no le conviene a aquellas empresas que requieren de muchos activos fijos. Para estos se recomiendan otro tipo de herramientas como el leasing e incluso el leaseback”.
También es recomendable, indica Goycoolea, “no considerar el factoring únicamente cuando el negocio sufra de problemas de liquidez. La idea es prevenir antes que lamentar, y el factoring es una herramienta financiera que permite que las empresas organicen su flujo y obtengan beneficios. Las empresas y PYME que tienen unas finanzas saludables implementan este mecanismo para liberar capital, fortalecer las negociaciones con proveedores, reducir costos administrativos, continuar con caja y disminuir la carga operativa de sus equipos”.