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“Chilengos”: Chilenos a la conquista de Ciudad de México
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El taco al pastor es: una tortilla de maíz rellena con carne de cerdo adobada y cocinada en una parrilla vertical. Encima puede llevar cebolla, cilantro y piña.
Ese es uno de los platos favoritos de los fundadores de startups chilenos que este año han llegado a la Ciudad de México a instalarse en uno de los lugares con mayor presencia de emprendedores de esta parte del continente. “Me habían dicho que esta es la capital de Latinoamérica en el mundo tech, y aquí descubrí que es cierto”, dice Francisco Larraín, cofundador y gerente comercial de Shinkansen, que ayuda a las empresas a automatizar los movimientos de dinero, quien este año se lo pasó en México, pero en enero se muda definitivamente al país.
“Me ha sorprendido muchísimo, es una ciudad con mucha vida, con gente en las calles, muchos restaurantes, y con gente joven de toda Latinoamérica. Me he encontrado con muchos argentinos, brasileños. Hay mucha competencia, todo es más grande, pero eso lo hace mucho más motivante”, cuenta Larraín, quien se viene con su esposa y ya encontró colegio para sus tres hijas.
En un país con 130 millones, cuya economía creció 3,4% este año y se espera que lo haga en otro 2,5% en 2024, los chilenos han tendido a organizarse. Se han armado grupos formales, como la Asociación de chilenos emprendedores en México, y muchos grupos de WhatsApp. Está, por ejemplo, uno que se llama Founders Chilengos. A los habitantes de Ciudad de México les dicen chilangos, y a los chilenos en la capital entonces les dicen “chilengos”.
Otro de los nuevos residentes en la capital es Felipe Hurtado, cofundador de WildFood. “Es una oportunidad gigante, sobre todo viniendo de un mercado más pequeño como el chileno. Aquí hay mucho espacio para innovar y crecer. Si uno atiende sólo Ciudad de México y Estado de México, ya estás atendiendo más que toda la población en Chile”, cuenta desde su oficina en el Parque España, en la zona llamada Condesa, hasta donde llega todos los días en el sistema de transporte público de bicicletas de la ciudad.
Cuenta Hurtado que son 13 personas en México, y desde julio abrieron una fábrica de maquila de sus productos en Guadalajara, otro de los polos de innovación del país, a 1 hora y media en avión de la capital, y que además tiene al imponente Puerto de Manzanillo cerca.
¿De aquí saltar a Estados Unidos? Hurtado y los emprendedores chilengos saben que es un paso natural, sobre todo aprovechando las mejores condiciones que ofrecen el Tratado de Libre Comercio entre México, EEUU y Canadá.
“Todavía no estamos vendiendo nada desde aquí a EEUU, tenemos una operación pequeña de e-commerce allá, pero eso sale de Chile. El plan es que se empiece a despachar desde acá, porque una de las grandes ventajas es la ubicación, cerca de EEUU, Canadá y Centroamérica”. Hurtado dice que estando acá se da cuenta de cuán lejos queda Chile desde el punto de vista logístico del resto del mundo.
A nivel personal, cuenta que se vino con sus esposa, dos hijas y su perro. “Ha sido súper rico vivir acá. Se echa de menos a la familia y amigos, pero te da una oportunidad para hacer nuevos amigos y relaciones. Los que vienen con hijos, se empiezan a juntar los fines de semana y así se crean nuevas amistades, apañan en momentos más solos y con poca red de apoyo. Es más fácil adaptarse, incluso, porque te ayudan desde con los negocios hasta con datos de arriendo o dónde comprar”, y agrega que “el país es tranquilo, a diferencia de lo que uno piensa. Tienen muchas tradiciones y son muy alegres. Siempre hay desfiles, festivales, es una ciudad muy viva, llena de cosas para hacer”.
De hecho, hay un grupo de WhatsApp famoso entre las mujeres que llegan a México. Se llama “Güeritas” y que tiene más de 390 integrantes. Güeros en México se le dice a la gente extranjera o blanca. Allí, se comparten datos de empleadas domésticas, tiendas, tratamiento y hasta se venden servicios. No hay chilena recién llegada a la ciudad que no sea incluida.
Camila Pereira, Head de México de Altum Lab, un software que optimiza procesos productivos en plantas, arribó también este año. “México es bastante más complejo de lo que uno imagina. El mercado mexicano, si bien es gigante, culturalmente es muy distinto, y se mueven muy distinto al chileno para hacer negocios”, explica.
Sin embargo, para ella, la gigante industria minera es algo que le interesa mucho en México y también como puerta de entrada para EEUU.
Antonio Grass, fundador de DataScope, que ayudan a las empresas a mejorar sus procesos levantando datos enfocados en industrias productivas y así optimizar la seguridad de los procesos, también llegó a CDMX este año, y su socio Nicolás Serrano se viene en los próximos días.
“México es diferente a Chile en el tema cultural. Las relaciones sobre todo, en Chile estamos más acostumbrados a hacer negocios más transaccionales y más rápidos. En México quieren conocerte primero, les gusta comprar más que sólo por el producto, por la relación de confianza (...) En Chile todo es muy ordenado, en CDMX es más desordenado. Hay mucho por hacer todavía, la gente es muy amable, muy abierta con el extranjero”.
Juan Pablo Zepeda, cofundador de Examedi, también llegó este año a la Ciudad, en marzo. “Es un cambio bastante fuerte, es un monstruo comparado a Santiago. De las cosas que más me han llamado la atención es el tráfico constante, pero eso también revela que es una ciudad que siempre tiene algo para hacer, puedes hacer algo distinto todos los fines de semana”.
La firma está potenciando sus negocios a empresas de salud y laboratorios (B2B) y a clientes finales (B2C). El próximo año van a abrir operaciones en los estados de Puebla y Cuernavaca, aledaños a CDMX, además de agregar el servicio de nutrición en su plataforma en México. “Esperamos triplicar el negocio el otro año”, dice convencido.
Hans Buckel, cofundador de Cotalker, una plataforma que digitaliza y automatiza la gestión de empresas, llegó a la capital en octubre.
“Ha sido maravilloso. La gente mexicana es muy amable, el ecosistema de emprendedores chilenos en México está súper activado y el ecosistema de emprendedores del mundo está muy fuerte. En la pandemia llegaron muchos nómadas digitales y eso hizo que si ya era cosmopolita, ahora lo sea más”.
Habla también de los desafíos y del espíritu de los mexicanos y las empresas por formalizarse y colaborar, con una mirada bien ambiciosa sobre todo en el mundo digital. Cotalker esta con foco en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara y por industria están focalizados en oil & gas, manufactureras y logística. “Nuestra idea es que México se transforme en el mercado más relevante para Cotalker de aquí a dos años”. Hoy están además en Chile y EEUU, y atendiendo clientes en Perú, Colombia y Argentina.
La lista de nombres que llegaron para este artículo es larga, pero también han llegado Paula Enei del fondo Platanus Venture; Sergio Nouvel de Get on Board, una startup de reclutamiento en tecnología; Ariel Puga, CEO y cofundador de Finnecto, una empresa tecnológica SaaS dedicada a automatizar y digitalizar procesos de procurement y compras en empresas; Gabriel Vera, de Wited, una plataforma de reforzamiento y acompañamiento escolar; Sergio Povea, de GoFeels, que digitaliza la industria hotelera en Latam; Herbert Schulz, de Radar, que automatiza las áreas de tesorería; Francisco Soler, de Regcheq, un software que automatiza y digitaliza procesos de cumplimiento regulatorio; Francisca Noguera de Toku y Benjamín Labra, de Houm.
Y en las próximas semanas, cuentan los que ya están acá, vienen más chilengos a conquistar la ciudad.