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Michael Reid: “Era previsible que este gobierno cometiera errores: son jóvenes, sin experiencia y con mucha ambición”

Michael Reid: “Era previsible que este gobierno cometiera errores: son jóvenes, sin experiencia y con mucha ambición”

Reid lleva 40 años escribiendo sobre Latinoamérica y siguiendo paso a paso las políticas de la región. En esta extensa conversación, el analista político que reside en Madrid -donde está escribiendo un libro sobre la España moderna- analiza los primeros 100 días del gobierno, el desempeño de la Convención y reflexiona sobre nuestros vecinos.

Por: Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 18 de junio de 2022 a las 04:00
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El periodista británico, editor de The Economist, es el responsable de la columna de Bello: la bautizó así pues cree que es casi imposible encontrar un personaje que englobe lo que representa Latinoamérica, y porque además, cree que Andrés Bello es el que más aportó en la formación de repúblicas y estados independientes en la región. En sus últimas ediciones Michael Reid ha dedicado espacio para opinar sobre las elecciones en Colombia, la guerra contra las drogas, la gran minería y la cumbre para las Américas. Tras más de dos años sin pisar territorio nacional, estuvo presente en el cambio de mando del 11 de marzo. “Por curiosidad”, afirma.

-Este domingo el gobierno cumplió 100 días en el poder. La desaprobación del Presidente ha sido la más rápida en subir en el último tiempo. Ahora, en todo caso, después de la cuenta pública y de la gira, lo vemos retomando popularidad. ¿Por qué cree que se da esto?

-Hay dos factores. El primero es que la herencia era muy difícil, y lo hubiera sido para cualquier gobierno, en parte por la situación económica. Hay un claro sobrecalentamiento de la economía debido a la irresponsabilidad del gobierno anterior en mantener las ayudas de emergencia por demasiado tiempo y la irresponsabilidad del Congreso en aprobar los retiros de 10%. La inflación empezó en Chile antes de la guerra y la guerra la ha hecho peor.

Por otro lado, están los errores propios del gobierno, que para mí siempre eran previsibles; todos cometen errores, pero este era más previsible que cometiera más que el promedio, porque son jóvenes, sin experiencia y con mucha ambición. Probablemente subvaloraron por motivos ideológicos y falta de experiencia el tema de la seguridad, que es una preocupación para la mayoría de los chilenos. No ha sido un comienzo fácil.

-A su parecer, ¿cuáles son las debilidades y fortalezas del gobierno de Boric?

-Inexperiencia y que algunos ministros no están en los puestos más apropiados para ellos. Es evidente que la Ministra del Interior ha enfrentado dificultades, hubiera sido una excelente ministra de Salud, veremos si aprende con la experiencia.

Su fortaleza es que representa una renovación generacional, pero es su debilidad también. Va a tener que hacer un trabajo -que de alguna forma el Presidente lo habló en la segunda vuelta- de diálogo mucho más profundo con otros sectores.

-El descontento se percibe tanto en la desaprobación al gobierno y al Presidente como a la Convención. ¿En qué puede decantar esto? Los más pesimistas han esbozado la idea de otro estallido.

-Es posible, también es posible que decante a un apoyo popular hacía un populismo de derecha, representado por José Antonio Kast o alguna otra figura política.

Pero el primer hito es el plebiscito, es difícil saber el resultado, porque el gobierno y la izquierda lo van a convertir en plebiscito sobre Pinochet y la derecha va a intentar convertirlo en un plebiscito sobre el gobierno de Boric, cuando realmente debe ser una discusión sobre si este nuevo texto es bueno o malo para Chile. Por eso a mí me parece que es una oportunidad perdida, porque el borrador es un texto muy poco práctico y que seguramente va a abrir un periodo largo de incertidumbre y conflictos jurídicos.

En los plebiscitos sabemos que la gente no necesariamente vota según la pregunta en el papel, votan según su humor en ese momento.

-¿Qué pasa si gana el Rechazo?

-Para el gobierno sería muy negativo, sería un gobierno convertido en pato cojo a solo seis meses de asumir. Porque está muy asociado con la Convención y el proceso constituyente.

Si gana el Rechazo el Presidente debe repensar su gobierno y sus prioridades, y tendría que trabajar con el Congreso para lograr algunas reformas puntuales. Es evidente que Chile necesita reformas, lo que está en discusión es la amplitud de éstas, y pienso que el lugar para lograrlos sería el Congreso.

-¿A qué se debe el alza del Rechazo?

-No hay duda de que el humor político de Chile ha cambiado desde el momento del plebiscito de entrada y desde el momento de la elección de los constituyentes. La Convención políticamente está mucho más ligada a la izquierda radical que la elección de gobierno. Y eso es por dos motivos: en parte las circunstancias del país han cambiado y porque hay un rechazo a la Convención y al comportamiento de los constituyentes. Le han dado regalos a la derecha fáciles de caricaturizar, cosas que corresponden a una política identitaria de izquierda de moda en ciertas partes de la sociedad, pero que no representan a cosas que son importantes para la gran mayoría de los chilenos.

-¿Cuál es su opinión respecto al borrador de la nueva Constitución?

-Algunos de los cambios son razonables, por ejemplo, que el agua debe ser un bien público regulado y con concesiones limitadas en el tiempo, que no sean derechos de propiedad privada. Es lo que se hace en el mundo democrático en general. El Banco Central quedó más o menos razonable, la descentralización en algún grado es necesaria, aunque hay detalles cuestionables. La abolición del Senado es un error, hay una moda jacobina asambleísta en América latina para legislaturas unicamerales.

Lo principal es que es absurdamente detallista y muchas cosas pueden estar en la legislación normal, que pueden cambiar según el momento político del país, y que no son principios que deben durar por generaciones. Eso abre el camino para jurisprudencia constante. Que es un error.

Es una oportunidad perdida para tener una Constitución moderna y que comande un consenso amplio en la sociedad.

No es muy anticapitalista hasta ahora. Pero evidentemente el contexto para la inversión privada es complicado. Todavía hay mucha incertidumbre. Finalmente, el texto que se aprobó no era tan ultra como se dijo, no sé si eso fue el resultado de la influencia del gobierno o de los 2/3, yo creo que más por eso.

-¿Con qué ojos se está mirando a Chile desde afuera?

-En Europa o Estados Unidos se está mirando la guerra, la inflación, China y Covid y la política en Estados Unidos, no se está mirando América Latina. Los que sí lo hacemos, estamos preocupados. En teoría la Convención ofreció una salida institucional y consensuada a una situación muy difícil y potencialmente peligrosa. Y me parece que es más probable que resulte ser una oportunidad perdida y habrá que repensar cómo Chile podría ir para adelante.

Es importante rescatar que lo que es el centro de la propuesta del Presidente Boric, me parece que son cambios necesarios. Un estado de bienestar más robusto y más justo, un intento de mover a una economía con más inversión en capital humano y con una conciencia ambiental más elevada. Esos elementos me parecen importantes, y sería una pena si se pierde la oportunidad de la Convención.

-¿A su parecer, cuál es el principal problema de Chile y Latinoamérica?

-Es un círculo vicioso entre un estancamiento económico que genera frustración social y sistemas políticos democráticos que gozan de poca confianza ciudadana y son incapaces de resolver con reformas ese estancamiento económico y esa frustración social, entonces éstos se refuerzan mutuamente y se da en Chile y toda la región.

COLOMBIA

-Este fin de semana son las elecciones de segunda vuelta presidenciales en Colombia. ¿Cómo ve el escenario entre  Gustavo Petro (izquierda) y Rodolfo Hernández (derecha)?

-Pienso que de alguna forma Petro podría mostrarse como una opción de más estabilidad, en el sentido de que es parte del sistema, y Hernández es una carta libre con una personalidad muy autoritaria.

Es distinto a la segunda vuelta chilena. Kast podía ser identificado con Pinochet y Hernández no tenía ese problema, y por otro lado Boric podría apelar a las estructuras y personas de la ex Concertación, y no existe eso mismo en Colombia. Si sumas a Hernández y Gutiérrez, ya tienes mayoría. Pienso que Hernández parte en una situación más favorable que Petro para la segunda vuelta.

-¿Es el fin del uribismo?

-Se ha debilitado en el último tiempo, no hay que olvidar que Juan Manuel Santos, aunque había sido ministro de Defensa de Uribe, no fue el candidato de Uribe el 2010 y de ninguna manera en 2014. Es verdad que Uribe logró elegir su candidato el 2018, pero contra Petro, que suscitaba mucho rechazo. Además su historia se ha visto afectada por sus problemas legales y ya no tiene tanta aprobación, pero sigue siendo una figura política de peso, entonces no creo que sea decisivo, pero tampoco irrelevante.

LATINOAMÉRICA

-¿Hay crisis en la derecha latinoamericana? ¿O es algo de todos los partidos tradicionales?

-Hay una tensión entre la derecha tradicional y una nueva derecha más dura, que puede ser más populista o más conservadora. Existe esa competencia y se ha notado en las últimas elecciones. Pero también es en parte un debilitamiento de los partidos tradicionales en general.

-En los últimos años ha habido estallidos de violencia en la región con características similares. ¿Cuál es el factor común?

-La combinación de estancamiento económico combinado con frustración social de generaciones jóvenes con expectativas mayores que sus padres. Tienen más educación pero no logran conseguir los puestos de trabajo que habían imaginado que invirtiendo su dinero en conseguir educación superior iban a tener.  Eso combinado con el descrédito de sistemas políticos o la percepción de corrupción generalizada y esa desconexión entre una ciudadanía joven con otras formas de comunicarse y ver el mundo y las estructuras políticas del siglo pasado.

-Usted lleva escribiendo sobre Latinoamérica más de 40 años, ¿Cómo define el momento actual de la región, sigue creyendo que es una región olvidada?

-Pienso que es el momento más difícil. En muchas cosas está mejor, los latinoamericanos están menos pobres, más educados, con más concepción de derechos, más libres en general. Y los problemas son en parte problemas de expectativas y de éxito, pero también hay claramente una regresión autoritaria en la región, como Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Brasil si Bolsonaro gana de nuevo, vamos a ver en Colombia y Bolivia no tiene un Estado de derecho.

Pero el problema principal es que los sistemas políticos no están generando una perspectiva de crecimiento económico, y sin eso, es muy difícil, la falta de crecimiento hace todo más difícil.

-¿Qué país sobresale en la región?

Solo Uruguay, tiene 3.5 millones de habitantes, en una región de 680 millones, y aun así no está manejando bien algunos aspectos de su política exterior.

ARGENTINA

"El peronismo está profundamente dividido porque ha vuelto a fracasar en este Gobierno. Las circunstancias no han sido fáciles, pero simplemente no tienen recetas de política económica para sacar a Argentina de su declive profundo. No sé si va a haber un solo candidato peronista, pueden haber dos o más y no solamente en las primarias. Lo lógico sería que la oposición gane, Milei es un factor que complica, no creo que sea constructivo y pienso que es una oportunidad de voltear la página de las fórmulas fracasadas de proteccionismo y estatismo".

PERÚ

"Es una tragedia simplemente, el presidente Castillo no tiene las capacidades mínimas para el cargo y el jefe del partido Perú Libre tiene un proyecto comunista. Es un gobierno que no gobierna y enfrenta un estancamiento económico fruto de la incertidumbre política y una inflación que golpea a los sectores populares. Además, tiene un congreso irresponsable y cortoplacista. Hay elecciones regionales en octubre, después de eso veremos si Castillo sobrevive o no".

BRASIL

"La elección va a ser más reñida que lo que las encuestas dicen. Lula sigue siendo el favorito, Bolsonaro es impopular y ha sido un mal Gobierno, suscita un rechazo más grande que hace cuatro años, porque ya no es una novedad, pero Lula es un candidato con vulnerabilidades, por ejemplo la corrupción, el no fue absuelto, la sentencia fue anulada. Además, es una propuesta del Siglo XX, no del Siglo XXI, es verdad que ofrece más garantías para la democracia brasileña y más previsibilidad. Pero me parece que Brasil está a la deriva, y eso es preocupante porque es el país más importante de América Latina".

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