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Lina Khan, el arma millennial de Biden contra las grandes tecnológicas
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¿No sería una ironía que una millennial, una nativa digital, fuera quien terminara “quebrando” a las grandes tecnológicas? Estados Unidos está dando un paso en esa dirección. La semana pasada, el Senado confirmó a Lina Khan, una abogada de 32 años, como nueva integrante de la Federal Trade Commission (FTC). El mismo día, Joe Biden la nombró nueva presidenta del órgano de cinco miembros que regula los mercados estadounidenses.
La decisión de Biden causó revuelo por múltiples razones: la juventud de Khan, su corta pero meteórica carrera, y -sobre todo- lo que algunos académicos califican de activismo político.
Khan nació en Londres, de padres migrantes paquistaníes y llegó a Estados Unidos cuando tenía 11 años.
Su carrera académica es una sucesión de reconocimientos de excelencia, incluyendo honores por sus investigaciones durante sus estudios de leyes en Yale, de donde se graduó en 2017.
En enero de ese año, el Yale Law Journal publicó “La paradoja de Amazon”, el trabajo seminal de la carrera de Khan. En casi 100 páginas, argumenta que la legislación antimonopolio actual basa su criterio en los intereses a corto plazo de los consumidores, con los precios bajos como prueba de buena competencia; pero no toma en cuenta el bienestar a largo plazo del mercado en su conjunto.
Pero -afirma Khan- los bajos precios de Amazon se basan en prácticas predatorias: “Es como si (Jeff) Bezos hubiera trazado el crecimiento de la empresa dibujando primero un mapa de las leyes antimonopolio y luego ideado rutas para eludirlas sin problemas”.
No hay que preocuparse solo de que los consumidores obtengan precios bajos, sino de la salud de otros productores y su incapacidad de competir ante la escala de Amazon, afirmaba Khan.
El paper causó revuelo. La joven abogada, entonces de apenas 28 años, daba forma a una idea que ya se gestaba entre varios académicos, que proponían resucitar la doctrina antimonopolio que regía antes de la transformación impulsada por la Escuela de Chicago desde los años ‘70, y que llevó, entre otros, a la separación de los negocios de AT&T.
“Hipster antitrust”
Khan se convirtió en una celebridad en los pasillos de Washington y entre los grupos que ven con recelo la acelerada expansión de las grandes tecnológicas cada vez en más mercados. La flamante graduada de Yale fue rápidamente reclutada como asistente legal por Rohit Chopra, comisionado del FTC y reconocido aliado de Elizabeth Warren, una de las líderes del ala más progresista del Partido Demócrata.
Para entonces, la joven abogada había sido bautizada como el ícono de lo que sus críticos denominan el “hipster antitrust movement”, que acusa a las grandes tecnológicas, no solo de prácticas predatorias, sino también de reducir la innovación.
En agosto de 2018, cuatro académicos, liderados por Joshua D. Wright, ex comisionado de la FTC y director ejecutivo del Instituto Global Antimonopolio, cuestionaron los argumentos de Khan y quienes adhieren a ellos, acusando que buscaban restaurar un sistema fallido, que se basa en ideas populistas, que ve en las grandes empresas las causas de todos los problemas sociales.
“Antes de la era moderna, las leyes antimonopolio empleaban doctrinas confusas que perseguían nociones populistas y a menudo conducían a resultados contradictorios que promovían objetivos sociales y políticos a expensas de los consumidores estadounidenses”, respondieron los académicos, en un documento menos extenso que el de Khan.
Efectivamente, en el festival Aspen Ideas de 2019, Khan reconoció que sus ideas no son nuevas, y que habían sido aceptadas por el mundo político hasta los años ‘70. Ese mismo año, en otro golpe a Amazon, pero también a Google y Facebook, en un paper para Columbia Law Review, Khan proponía que estas empresas debieran ser “quebradas”, “ya sea prohibiendo la entrada en determinados mercados o exigiendo que las distintas líneas de negocio se exploten a través de filiales separadas”.
Cinco proyectos de ley
Aunque muchos datan la carrera de Khan desde 2017, su trabajo en el área comenzó desde mucho antes, en 2010, cuando llegó como practicante a New America, un think tank demócrata, que curiosamente tuvo como uno de sus primeros presidentes a Eric Schmidt, de Google.
Ese no fue solo el inicio de su especialización en libre competencia, también se puede rastrear a ese entonces los vínculos con el Partido Demócrata, y con el ala más progresiva del partido. En su declaración ante el Senado, Khan afirmó que nunca ha sido miembro o donante de un partido político, pero sí detalló su rol como asesora de políticas públicas de Zephyr Teachout, candidata apoyada por Bernie Sanders, en la primaria de 2014 por la gobernación de Nueva York (que ganó Andrew Cuomo).
También fue la mayoría progresista demócrata en el subcomité de Libre Competencia y Mercados de la Cámara de Representantes quien la contrató como asesora en 2019. El mismo subcomité que emitió un duro informe contra Amazon, Apple, Facebook y Google, recomendando la separación de sus negocios.
Khan no parece una millennial, o no el estereotipo de una. Casada desde hace dos años con un médico paquistaní, su juventud contrasta con las prendas modestas, simples y en colores neutrales y oscuros que suele usar. Presente en las listas de nuevos líderes de Time, Político y Foreign Policy desde 2018, podría decirse que Khan es una de las millennial más poderosas en el mundo.
No está sola en su cruzada, Biden ha nombrado a varios miembros del “hípster antitrust movement” como parte de su equipo y en posiciones clave en el gobierno. Además, los demócratas están impulsando al menos cinco proyectos de ley, orientados a limitar o reducir el poder de las tecnológicas, basados en las recomendaciones de Khan.
Más preocupante aún para Amazon y compañía es que Khan no recibió solo votos demócratas. Su nombramiento fue confirmado gracias a 21 votos de senadores republicanos. Algunos lo adjudican a una revancha contra Facebook y Twitter por su veto a Donald Trump. Otros a una señal del cambio que se ha producido en Washington respecto a Silicon Valley.
Biden ha prometido transformar EE.UU. Parece que, al menos, ya está alistando la transformación de algunas de las empresas más grandes del país.