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Mónica Pérez: “Se abre una nueva etapa en que (Trump) va a estar realmente perseguido por la justicia. Y él cada vez exacerba más este discurso de odio"

Mónica Pérez: “Se abre una nueva etapa en que (Trump) va a estar realmente perseguido por la justicia. Y él cada vez exacerba más este discurso de odio"

Fue la única periodista chilena que logró ingresar a la sala del tribunal de Nueva York. Allí la corresponsal de Canal 13 observó al líder republicano “algo disminuido”. Mónica Pérez cuenta cómo llegó a ese preciado lugar y explica parte del proceso legal que deberá enfrentar Trump.

Por: Sofía García-Huidobro | Publicado: Jueves 6 de abril de 2023 a las 16:00
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“Se generó un mito de cómo logré entrar a la audiencia, pero la verdad es que sólo hice la fila. Cuando llegamos a las afueras de tribunales había que hacer una fila por orden de llegada. Tampoco me preocupé mucho porque antes tenía que despachar para el canal.

Cuando terminé mi directo, a eso de las 10 de la mañana, me puse a conversar con los periodistas norteamericanos, que es lo que hago normalmente, conocer gente que te va diciendo cómo se hacen las cosas. Así me enteré de que todavía quedaban cupos y estuve varias horas en la fila. 


En términos de seguridad era todo súper estricto, no podías entrar con ningún elemento electrónico: ni grabadora, ni computadoras, ni teléfonos. Pasamos por dos máquinas de seguridad, controles de metales, revisiones de todas las carteras. Yo era la única que no llevaba nada, sólo mi libreta y un lápiz, y los guardias me decían ‘así tienen que venir los periodistas’. Porque los otros andaban más cargados.

En cada sala había muchos policías de tribunales. Te advertían cada un segundo ‘no se puede usar teléfono, no se puede grabar, está penado por la ley’. De incumplir te expones a sanciones muy graves. Calculo que éramos entre 80 y 100 periodistas de distintas partes del mundo. Medios latinoamericanos no vi ninguno, puede que haya habido, pero yo no conversé con ninguno. De Chile era la única. A las cadenas de televisión, tipo BBC o CNN, les dieron unos pases especiales y estaban en el pasillo. 

Nos dividieron en tres salas porque no cabíamos en una. En la sala principal iba a entrar Donald Trump, pero no me pareció quedarme ahí porque no le vería la cara, sólo la parte de atrás de la cabeza. Así que me cambié a otra sala con pantallas donde podía verlos a él, a su equipo de abogados y a los de la Fiscalía. 
 

“Trump llegó como ‘achunchado’”

Encontré que Trump estaba súper disminuido, porque él es una persona gigantesca y siempre muy arrogante en su manera de ser, de moverse. Y llegó como ‘achunchado’, no sé si hay una palabra más correcta de decirlo. Claramente le habían dicho ‘contrólese’. 

Al expresidente lo encontré pasivo. No estaba desafiante. Se mantuvo todo el rato callado, no es que estuviera mandoneando el procedimiento o a sus abogados.
El juez Juan Merchán dijo en la audiencia que le habían entregado la acusación a la defensa de Trump hace una hora y media, es decir ellos la habían leído antes de entrar a la sala. Entonces yo trataba de descifrar en sus caras si estaban preocupados de verdad o no.

Al expresidente lo encontré pasivo. No estaba desafiante. Se mantuvo todo el rato callado, no es que estuviera mandoneando el procedimiento o a sus abogados. Durante la espera, que fue mínima, o en algunos momentos, hablaba sobre todo con la abogada Susan Necheles. 

La audiencia de formalización duró 50 minutos. Yo fui anotando el horario de cada una de las intervenciones en mi libreta. Habré tomado unas 10 páginas de apuntes. Primero el juez se refirió a la petición formal de 22 medios de comunicación para poder transmitir en vivo por televisión todos los procedimientos relacionados con este caso dada su relevancia pública.

Merchán se negó y dijo que lo único que les iba a ofrecer era poner más pantallas dentro de la sala. El juez es latino y tiene mucho prestigio. Ha participado de dos juicios anteriores que tienen relación con las empresas de Donald Trump. Es un tipo curtido, duro, no es fácil de convencer. Lo único que concedió fue la posibilidad de que los periodistas pudieran entrar con sus computadores, pero sin grabar ni transmitir, ya que eso tiene una sanción.  

Después empezó con la acusación. ‘Es el pueblo de New York contra Donald Trump, ¿cómo se declara el imputado?’. Él se limitó a responder ‘not guilty’. Lo mismo para los 34 cargos en su contra. Yo pensé que en algún minuto iba a levantar la mano y pedir la palabra, pero no dijo nada. 

Se le informó a la defensa de qué manera la fiscalía le iba a entregar los antecedentes que tienen en su contra de manera que ese material no sea mal utilizado, porque se ve claramente que no confían en ellos. Pidieron tres cláusulas: uno, que toda la evidencia que le iban a entregar tenía que ser sólo usada para su defensa. Dos, no pueden sacar el material de las oficinas del fiscal de Manhattan, Alvin Bragg. Y tres, que Donald Trump no podía publicar ningún documento en algún medio de comunicación o en redes sociales. Afirmaron que mientras no firmaran ese acuerdo no les iban a entregar nada. 
 

“Se sentía la tensión en la sala”

Luego fijaron algunos plazos; en agosto la defensa debe presentar sus mociones y en septiembre la fiscalía las responde. La fecha para la próxima audiencia es el 4 de diciembre. Entonces el juez dará su veredicto respecto de esas mociones. Esto sigue siendo la parte preparatoria del juicio.

La defensa de Donald Trump pidió que el exmandatario fuera excusado de presentarse de nuevo en la corte, y el juez le dijo que no. Explicó que, aunque entendía el costo que implicaba para la ciudad de Nueva York, porque el operativo de seguridad fue impactante, consideraba que la justicia funcionaba mejor si el imputado estaba presente. 

La fiscalía también presentó una queja contra Donald Trump por el uso de lenguaje amenazante y los insultos que ha proferido en redes sociales contra el fiscal Bragg y su familia, y también contra el juez y su familia. Se sentía la tensión en la sala cuando la fiscalía entregó copia de distintos tuits de Trump con estos insultos y amenazas.

Mientras tanto el acusado con ‘cara de palo’. Su abogado salió a defenderlo acaloradamente y el juez le respondió: ‘Ningún nivel de frustración justifica lo que él está diciendo en redes sociales’. Miré a Donald Trump y se veía como ‘chuta, me están retando’.

En la sala silencio total y los periodistas tomando notas como locos. Después con los otros colegas que estaban alrededor mío comparamos notas, porque nos dejaron un rato encerrados mientras Donald Trump se retiraba de la sala. Todos coincidían en que el acusado se había visto apocado durante la audiencia. Su pelo y color de piel igual que siempre. Me llama mucho la atención que siempre use el mismo traje, del mismo color azul, camisa blanca y la misma corbata roja. Debe tener varios iguales. 
 

“Esta audiencia fue un hecho histórico”

Nadie sabe qué va a pasar ahora con su figura. ¿En qué beneficia esto a Trump? En que ha habido una atención sobre él 24/7. Hasta la mala publicidad siempre funciona para un candidato presidencial, porque todo el mundo habla de él. Curiosamente, el Partido Republicano parece que está secuestrado por Donald Trump, porque podría haber dicho ‘alguien que está acusado de crímenes tan importantes no puede ser candidato presidencial’, sin embargo, cerraron filas con él, incluso sus rivales internos. 


La gran duda es, si los actos que cometió Trump,
que el fiscal los explica como una conspiración para influir en el resultado de la elección del 2016, son constitutivos de una acusación criminal.

De todas maneras, en la Constitución estadounidense no existe el requisito de que un candidato no pueda estar siendo procesado o ni siquiera condenado por la justicia. Podrías ser homicida y candidato a la presidencia de Estados Unidos. Si Trump llegara a salir electo Presidente nuevamente, se suspende el juicio hasta el final de su mandato. Yo creo que por lo mismo va a tratar de dilatar el juicio para seguir candidateándose. Él juega la carta de víctima para la gente que lo apoya y lo quiere. 

Esta es la primera de 20 investigaciones que se están cerrando en su contra, y no es la más grave. La más grave va a ser la de Georgia, donde hay elementos para probar que él quiso interferir directamente en el resultado de la votación en ese estado. Y también están los documentos confidenciales que se llevó a su casa de Mar-a-Lago. Pero esta audiencia fue un hecho histórico, porque había un halo de impunidad en torno a Donald Trump que ahora se rompió. 
 

El caos de la salida

Se abre una nueva etapa en que va a estar realmente perseguido por la justicia. Y él cada vez exacerba más este discurso de odio como el que dio ese mismo día después en su casa en Florida. El juez lo que más le dijo fue ‘no vuelva a referirse al fiscal de una manera amenazante y con insultos’, y lo hizo inmediatamente. Le dio lo mismo.

Durante la audiencia tuve mi ‘déjà vu’ del juicio de Pinochet en Londres. Que fue más emocionante todavía. Me he acordado mucho de eso porque fue parecido, una audiencia de formalización. 

Cuando digo que no me costó tanto entrar a la audiencia es también un tema de experiencia. Ya sé cómo se hacen estas cosas, con quién hablar, de quién hacerme amiga mientras espero. Muchas veces uno como extranjero no sabe cómo es el procedimiento, pero yo ya aprendí con todo lo que he reporteado cómo hay que hacer las cosas en la mentalidad anglosajona.

Cuando salimos del tribunal afuera era un caos, un circo. Por un lado, los medios de comunicación, y divididos con barreras, manifestantes a favor y en contra. Gente disfrazada gritando cualquier cosa. Aunque tampoco eran muchos los trumpistas que llegaron. Tuve que correr y darme la vuelta a la manzana para llegar a despachar donde me esperaba José María del Pino, nuestro corresponsal en Nueva York. Me recordó también a los despachos en Londres del juicio Pinochet. 

Ahora ya voy de vuelta a Chile. Me preguntaban ustedes cómo me preparaba, pero la verdad es que uno está preparado. Por lo menos yo leo los diarios y uno va siguiendo estos casos que son tan importantes. Cuando me llamó mi jefe y me dijo ‘te vamos a mandar a Nueva York’, no podía creerlo de la felicidad. Me gusta estar en el lugar de la noticia, me encanta eso, ese es mi ADN. Tampoco me creo el cuento, sólo estoy feliz de que hice mi trabajo y transmití lo mejor posible. Me encantó el caso y fue muy entretenido cubrirlo.

Esto es un esfuerzo en equipo, de la productora, el camarógrafo que me acompañó. Yo no puedo hacer mi pega sola sin el apoyo de ellos y nos esforzamos todos los días para tener un buen lugar. Todos estábamos súper felices de venir para acá porque todos sabíamos lo que íbamos a vivir”. 

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