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“No tenemos camas, no tenemos oxígeno”: El Covid abruma los hospitales de Beijing

“No tenemos camas, no tenemos oxígeno”: El Covid abruma los hospitales de Beijing

Las salas de urgencia de la capital china no dan abasto con la propagación más rápida de coronavirus desde que empezó la pandemia.

Por: Financial Times | Publicado: Sábado 24 de diciembre de 2022 a las 21:00
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Los hospitales en Beijing están atiborrados por pacientes ancianos enfermos con Covid-19 solo unas semanas después de que China abandonara sus duras medidas de contención del coronavirus, con poca preparación para la ola de salida que ahora arrasa el país.

Las salas de emergencia se han quedado sin camas para los pacientes, los enfermos esperan por horas las ambulancias y muchos médicos están demasiado enfermos con Covid para trabajar. Algunas instalaciones están tan sobrecargadas que se están quedando sin conexiones de oxígeno para las personas con problemas respiratorios.

“No tenemos camas, no tenemos oxígeno y tenemos una habitación llena de gente enferma esperando”, dice un trabajador de la salud en la sala de emergencias del Hospital Chaoyang de Beijing, que ya llenó un pasillo y la sala de espera de catres adicionales.

Durante mucho tiempo se pensó que el sistema de salud de Beijing estaba entre los mejor preparados del país para hacer frente a una oleada de infecciones por Covid. Pero la decisión del gobierno central este mes de abandonar abruptamente su política draconiana de cero Covid, que había contenido la enfermedad durante casi tres años mediante pruebas masivas y cuarentenas, ha provocado uno de los mayores brotes de coronavirus del país.

La afluencia ha creado un cuello de botella en las salas de emergencia de la capital, según conversaciones con una docena de profesionales médicos en urgencias centrales de hospitales de Beijing, quienes se negaron a dar sus nombres o pidieron no ser identificados.

“Todos los médicos están parados, no tenemos a dónde enviar pacientes porque otros departamentos no tienen suficientes médicos”, dice una neurólogo de guardia en el Hospital de la Amistad de Beijing. “La sala de emergencias está abarrotada de pacientes; nos está tomando mucho más tiempo de lo habitual moverlos”, agrega, tosiendo a través de su máscara facial.

Las urgencias abarrotadas están dejando a los equipos de ambulancias sin ningún lugar donde poner a los pacientes postrados que traen, retrasando los vehículos de rescate en los hospitales y dejando a las familias que necesitan ayuda en casa esperando durante horas.

“El problema es que no podemos salir, tenemos un gran atraso de gente esperándonos pero nos vemos obligados a esperar aquí porque no hay camas, los ancianos no se pueden bajar de nuestra camilla, no los podemos tirar en el suelo”, dice un médico del Hospital Chaoyang.

En la urgencia, una mujer de 90 años con Covid acostada en la camilla de una ambulancia con un goteo intravenoso en el brazo, esperó tres horas que la fueran a buscar. “Otros hospitales no nos aceptaron”, cuenta su hijo, negándose a dar su nombre. “La llevaremos a casa una vez que tengamos la medicina”, agrega. Seis horas después, la camilla de la ambulancia está apretada entre los catres del pasillo y la mujer está conectada al oxígeno. La unidad de cuidados intensivos del hospital también está llena.

Los médicos del Hospital Chaoyang y el Hospital de la Amistad de Beijing cuentan que están transfiriendo pacientes a salas de Medicina Integrativa Chaoyang de Beijing, una instalación de emergencia especialmente construida. Pero, ya el martes, también se estaba acercando a su capacidad.

“Tenemos médicos, pero no tenemos camas”, dice una enfermera en una sala del hospital. Un médico en otra sala llena de pacientes ancianos con Covid dice que espera llenar pronto la última cama disponible. La “sala de observación de emergencia” adyacente se convirtió en una morgue improvisada. Los reporteros de FT vieron seis cuerpos adentro el martes.

China ha informado oficialmente un aumento en las muertes por Covid de solo seis desde el 3 de diciembre. La mayoría de los analistas creen que el número real probablemente sea significativamente mayor, ya que el coronavirus infecta a decenas de millones de personas por primera vez. Los principales funcionarios de salud de China dijeron el martes que habían cambiado la forma en que cuentan las muertes por Covid, excluyendo un gran número de muertes relacionadas con el coronavirus.

Ben Cowling, profesor de epidemiología en la Universidad de Hong Kong, estima que le tomó a la capital china, con una población de 22 millones, unas dos semanas desde que aflojó los controles de Covid para alcanzar su pico de infección.

“Las últimas variantes de Omicron son muy transmisibles y debido a la falta de medidas de mitigación, se propaga más rápido que cualquier cosa que hayamos visto antes”, dice, y agrega que parece haberse hecho poco para frenar la propagación y aplanar la curva.

“Incluso repartir los casos en una o dos semanas podría marcar la diferencia, porque tienes más tiempo para lidiar con las cosas, pero cuando todos los casos graves llegan al mismo tiempo, ese es el peor escenario posible”, señaló.

Esa es la situación que se desarrolla en Beijing. Los hospitales de la ciudad están tensos incluso cuando los residentes que se han recuperado de Covid comienzan a regresar lentamente a las oficinas y restaurantes.

“No pudimos encontrar una cama de hospital. Las salas estaban completamente abrumadas y con poco personal”, dice el familiar de un hombre de unos 80 años que murió en su casa en Beijing durante el fin de semana. Los médicos le habían aconsejado al abuelo que no se vacunara debido a sus condiciones de salud.

La ciudad ha hecho un mejor trabajo al mantener el coronavirus fuera de los hogares de ancianos, a los que desde mediados de septiembre se les ordenó cerrarse al mundo exterior. Cinco de estos establecimientos visitados por el FT permanecieron bajo estricto cierre. Los empleados, a quienes no se les permitió irse, estaban usando desinfectante para rociar cualquier suministro que entrara.

“No hemos tenido ningún caso porque básicamente no tenemos contacto con el mundo exterior”, grita desde detrás de una puerta el gerente de Zhaohe Elderly Care en el sureste de Beijing. Dice que 37 ancianos de Beijing permanecen a salvo en el interior.

El Hospital Chaoyang y el Hospital de la Amistad de Beijing remitieron las preguntas de FT a la Comisión de Salud de Beijing, que no respondió a una solicitud de comentarios.

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