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Simon Johnson: “Un Acuerdo de París para Inteligencia Artificial es una gran idea”
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La Inteligencia Artificial (IA) va a salvarnos, resolver la crisis climática, aumentar la productividad y reducir la desigualdad; o, provocará una crisis laboral, social y política similar a la que atravesamos durante la Revolución Industrial.
Los economistas y profesores del MIT Simon Johnson y Daron Acemoglu creen que estamos avanzando rápidamente hacia el segundo escenario. En su libro “Power and Progress” ponen la Revolución Industrial bajo un nuevo lente para advertir de los riesgos de la próxima transformación tecnológica que estamos por enfrentar.
En conversación con DFMAS, tras la presentación del libro en Londres, Johnson explica que la principal motivación para escribir este libro junto a su colega Acemoglu es su preocupación por lo que describen como una crisis laboral con amplias consecuencias.
“El tema principal es el empleo. Nuestra preocupación es que la nueva tecnología obviamente creará beneficios para algunas personas, pero esos beneficios pueden no ser ampliamente compartidos. Y si las personas pierden sus empleos, buenos empleos, y no consiguen otro similar en el corto plazo, bueno, eso puede crear un montón de otros problemas, incluso políticos”, sostiene.
No es difícil imaginar la clase de problemas a los que hace referencia quien fuera, además, execonomista jefe del FMI y exasesor de Joe Biden. En su libro, recuerdan las condiciones de explotación y pobreza que enfrentaron los hombres, mujeres y niños que hicieron posible la Revolución Industrial.
También acusan que, mientras la importación de productos baratos de China afectó a los trabajos de manufacturas menos especializados, la automatización ha sido responsable del gran declive en trabajos de servicios usualmente ocupados por la clase media, y por tanto causa del aumento de la desigualdad.
Estos datos, asegura Johnson, desmienten la idea de que desarrollo tecnológico es, inevitablemente, igual a progreso y bienestar.
En el libro afirman que toda tecnología va a acompañada de un discurso. ¿Cuál es el discurso dominante sobre la IA?
“La preocupación es que estamos en una fase en que la gente dice ‘debemos dejar a cargo de esto a tipos muy inteligentes, que ya han hecho mucho, los multimillonarios en la industria tecnológica. Creemos que es un error. Dejar el desarrollo de la IA a Elon Musk o Jeff Bezos, o quien sea, no va a conducir a beneficios para la mayoría de la gente. Lo que obtendrás es la multiplicación de su visión del mundo, que es muy específica, y eso es muy difícil de deshacer o contrarrestar”.
-Proponen socializar el desarrollar de IA…
-Es mejor tener una visión más inclusiva en la cima o dirigiendo esta tecnología. Y la forma de hacerlo es tener más voces, tener más sociedad civil, tener más voces del gobierno empujando a la tecnología para resolver los verdaderos problemas de la gente en lugar de hacer más dinero u oprimir a los trabajadores”.
¿Cuál sería un modelo favorable a los trabajadores de la IA?
-Bueno, creo en usar la IA para aumentar las capacidades humanas, para capacitar a las personas con menos formación y menos habilidades para saber más y ser más eficaces y poder prestar un mejor servicio al cliente. Eso aumentaría la productividad. Es importante también que eso redunde en que también se les paga más dinero.
Es contrario a querer sólo reducir el número de trabajadores y reemplazarlos con un algoritmo. Es una mala idea por el impacto en los puestos de trabajo y también el impacto en el servicio al cliente. Honestamente, los algoritmos te darán resultados muy mediocres y respuestas mediocres. Los humanos debidamente capacitados te darán resultados mucho mejores.
El shock laboral
En ese sentido, Johnson y Acemoglu plantean que hay dos formas de adoptar la tecnología: para reemplazar a los trabajadores o para aumentar su productividad.
-¿Cuáles son los puestos de trabajo para los que ven más peligro con el desarrollo de estas tecnologías?
- Las cosas están cambiando con rapidez…. Veo dos tipos de puestos de trabajo. Uno es el nivel inicial. Por ejemplo, ¿necesitas al joven programador junior en la industria del videojuego? Y la respuesta de la gente en esa industria es: No. Puedes tener a programadores más senior y que estos trabajen con GPT para generar los códigos o las tareas menos importantes.
Pero, también hay personas con más experiencia y mayores salarios que podrían verse afectadas. Mira la huelga de guionistas de Hollywood, los guionistas están muy preocupados de que los estudios opten usar IA para hacer el primer borrador de un guión y luego contraten a un joven de 22 años para pulirlo, hacer que parezca escrito por un humano; y ya está, no necesitas escritores con 20 años de experiencia.
No sabemos exactamente qué va a pasar o qué nuevas oportunidades se van a crear. Pero sin duda fortalece a los dueños de las empresas en relación con los trabajadores”.
-Sí, pero, hablemos detrás del principio que hay tras la idea de regulación. ¿Cómo se puede prohibir a que el dueño de una empresa diga ‘quiero ser más eficiente, dar mejores resultados a mis accionistas y reemplazar algunos trabajadores con un algoritmo o máquinas me lo permite’? ¿No va eso en contra de la libertad de las personas? ¿En este caso de las empresas?
-Tenemos una versión del capitalismo accionario, que se expresa, como tú dices, en el interés de los accionistas. Una de las conversaciones que estamos teniendo, o muchas de las conversaciones que tenemos con ejecutivos es sobre cómo tratar y pensar en los trabajadores. El capitalismo de accionistas no fue tan duro con los trabajadores. Las versiones anteriores, como a finales del siglo XIX o a principios del XX, eran mucho más orientadas a crear oportunidades para sus empleados, hacerlos más productivos, bueno en parte por el efecto de los sindicatos.
Pero esta idea de que tienes que empujar a los trabajadores, reducir salarios, menos contratos, eso es una idea de los años 80s.
-Tras la pandemia parecía que ese tipo de capitalismo quedaba atrás y empezamos a hablar más del capitalismo de las partes interesadas (stakeholders). Sin embargo, parece que estamos volviendo a lo de antes. En parte, porque la tecnología nos lo permite…
-Sí, es bastante posible. Estoy de acuerdo contigo. El temor es que la tecnología ahora deshaga los avances que hicimos sobre todo en los trabajadores de menos ingresos.
-Vuelvo a mi pregunta, ¿cómo regular la IA? He escuchado ideas como incluso regular dónde trabajan los ingenieros… ¿Qué pasa con la libertad de los directivos de empresas, y qué pasa con la libertad de los trabajadores?
-Sí, absolutamente. Quiero decir, estamos proponiendo reformas dentro del sistema. Una cosa que se puede cambiar es cómo los gerentes ven el mundo, que es muy importante. Se pueden hacer cambios dentro del sistema de derechos de propiedad. Por ejemplo, estamos trabajando en una propuesta para regular la entrega de patentes para tecnologías de vigilancia. Creemos que se debe desalentar la innovación alrededor de la vigilancia excesiva.
Ahora bien, debería haber un debate sobre qué tipo de vigilancia está bien. Hay una diferencia si estás vigilando a un conductor por seguridad de los pasajeros o si lo hacer para obligarlo a conducir más rápidos y tomar más riesgos.
Debemos discutir qué tipo de vigilancia queremos fomentar y cuál no. También sabemos que China, y los países alineados con China va a invertir mucho en tecnología de vigilancia, porque para ellos tiene que ver con control social y con la prevención del cambio político (…) La IA va a hacer este punto aún más crucial.
-Al escuchar sobre esta amenaza, me pregunto si acaso no será necesario tener un Acuerdo como el de París contra el cambio climático, pero para regular la Inteligencia Artificial…
-Exactamente. Deberías proponerlo primero. Un Acuerdo de París para la IA es una muy buena idea. Es lo mismo (que con las emisiones). Quieres que la gente cumpla con algunas normas, y quieres que esas normas sean razonables y ampliamente aceptadas. Luego, si los cumples es asunto tuyo. Pero si quieres vender productos a mi mercado, yo debería poder tenerlo en cuenta. Todo dentro de un marco multilateral, un Acuerdo de París. Nunca es buena idea hacerlo de forma unilateral”.
-Veamos cómo nos va, porque con el cumplimiento del Acuerdo de París no vamos muy rápido…
-Pero fíjate en el cambio general de actitudes e incentivos en torno al cambio climático en los últimos 20 años… Ha sido enorme. Para nosotros, ese es un modelo de cómo hacerlo. Los países ricos subvencionan el desarrollo de la energía solar y eólica, y esa tecnología puede venderse al mundo más barata. Esto ayudará a India a dejar el carbón. Es decir, no podemos obligar a otros países. Esa es su decisión. Pero se ha logrado inclinar el campo de juego en esa dirección”.
¿Es el uso en aplicaciones de vigilancia lo que más preocupa del desarrollo de IA?
-Hay otras cosas en la IA que nos preocupan, pero la vigilancia es más cercana a las personas, está en todas partes, y en el mundo político hay una especie de acuerdo básico para regularla”.
No es común que se piense en ese aspecto. De hecho, hasta ahora la mayoría de las personas cuando escuchan IA piensan en hacerle preguntas, útiles o no, a Chat GPT. ¿Somos poco conscientes de la dimensión de cambio tecnológico?
-Oh sí, absolutamente. Hay un cliché en el negocio de la tecnología, que es: Las cosas nunca cambian tanto en el próximo año como esperas, pero cambian mucho más en los próximos cinco años de lo que podrías imaginar.
-Hablando de velocidad, en el libro hacen una revisión de la Revolución Industrial y explican cómo tomó más de un siglo para que los beneficios lleguen a la clase media y obrera. Ahora tenemos una tecnología cuyo desarrollo es mucho más acelerado y a la que estamos adaptándonos más rápido. ¿Podríamos ser optimistas y pensar entonces que veremos una distribución de beneficios también mucho más rápida? ¿O, precisamente por la velocidad, el riesgo de que los beneficios se queden en un grupo reducido es más alto?
-Bueno esa es una buena pregunta. De seguro hay gente que se va a beneficiar. Hoy por casualidad leí un artículo que decía George Clooney puede hacer dos o tres películas al año, pero si tiene los derechos sobre el George Clooney digital, podría hacer seis o diez. Entonces, el saldría ganando. La pregunta clave es: ¿Controla George Clooney la imagen del George Clooney creado en IA? Eso aún está por establecerse.
Algunas personas van a ganar. El caso es que el ajuste lleva tiempo y el ajuste es costoso para muchas personas. Esto será un gran shock laboral y mucha gente tendrá que encontrar nuevos trabajos muy rápidamente. Espero que estemos equivocados, pero es un temor legítimo.
Cerrar o aumentar la brecha
Para los países en vías de desarrollo el riesgo es aún mayor. En el libro, Acemoglu y Johnson cuestionan que en procesos pasados los países emergentes se ven atados a adoptar tecnologías que no necesariamente se adaptan a la realidad de sus industrias o incluso condiciones climáticas (por ejemplo, en tecnología agrícola). Si la historia se repite, el rápido desarrollo de la IA podría agravar la brecha entre los países emergentes y los desarrollados. Más aún, considerando la brecha ya existente en la formación de su capital humano.
"La gente creativa, como tú y yo, haría bien en no utilizar IA, porque en el punto que está hoy sólo va a robar tus ideas".
-Quiero tener un enfoque más optimista. A diferencia de otras tecnologías, la IA, al menos desde el aspecto de uso (y no necesariamente de generación) es más accesible (en casos gratuita) y de más fácil adopción. ¿No podría ser diferente esta vez? ¿No podría esta tecnología ayudar a cerrar esa brecha entre los países emergentes y los desarrollados?
-Bueno, es posible. Quiero decir, me gustaría ser optimista, pero, creo que la forma en que estamos pensando en la IA en este momento es la siguiente: Trabajamos en un guión para un programa de televisión. Hicimos dos versiones a cargo de una estudiante de pregrado. Una estudiante inteligente, pero que tiene sólo 20 años y nunca ha trabajado en televisión. Le dijimos usa GPT para una versión y haz otra sin GPT. El guión de Chat GPT es bastante bueno. Un poco aburrido y genérico. GPT tiene un montón de guías, por lo que va a evitar decir algo controversial, pero es un sólido texto informativo. A la estudiante le tomó unos 20 o 30 minutos, porque tuvo que jugar un poco con las indicaciones.
El guión era sobre nuestro libro. Así que para la otra versión, ella leyó nuestro libro, pensó, buscó presentaciones nuestras. Eso le tomó entre 10 y 12 horas.
Así que, si quieres ahorrar dinero y no te importa un producto mediocre, está bien, usa solo GPT. Ahora, en nuestro caso usualmente no subcontratamos este tipo de trabajo. Pero si piensas en servicios que lo requieren habitualmente tienes tres opciones: usar costosa mano de obra estadounidense, puedo usar GPT o puedo ir a un país más barato -Filipinas o en América Latina- dependiendo del idioma. ¿Quién está en más riesgo?
Pues el trabajador de mano de obra más barata, porque puedo usar GPT para algo básico, mientras mi estudiante estadounidense podrá aumentar su productividad usando GPT y trabajar más o mejorar textos creados por GPT. Creo que la gente que está en problemas es la que está en labores menos especializadas y de más bajo costo. En este caso, lo que necesito son escritores nativos con GPT, y no -por inteligente que sean- escritores no nativos trabajando en alguna oficina en otra parte del mundo”.
-Pero todavía estamos viendo esta tecnología sólo en su impacto negativo a la mano de obra menos especializada en los países en desarrollo. Quisiera pensar en que se hace un esfuerzo en esos países para promover esta tecnología para, por ejemplo, precisamente mejorar la calificación de nuestro capital humano. No sé, aplicaciones de EdTech. También es una tecnología que facilita la innovación de quienes tienen hasta ahora limitaciones tecnológicas. No sé, creo que ya vimos el poder de innovación con las FinTech en América Latina durante la pandemia…
-Sí. Fue increíble lo que algunos hicieron. Así que es buen punto. Es exactamente lo que estamos diciendo. Depende de cómo se utiliza la tecnología, cuáles son los incentivos. EdTech es un gran ejemplo, queremos más innovación allí. Estoy seguro de que veremos algo de eso, y es bueno. Pero creo que depende de donde se pondrá el énfasis, y no quiero ser negativo o despectivo en absoluto. Estoy tratando de decir que tenemos que trabajar duro en esto”.
-¿Y cómo usa Simon Johson IA en su vida diaria?
-No la uso, en absoluto. Temo que afecte mis ideas y me conduzca a un espacio mediocre. Es más, estoy realmente interesado en el conocimiento que no está digitalizado. Compro libros de segunda mano... Mira, hay un punto en que la IA está ahí, incrustada, por ejemplo en el programa que filtra mis correos electrónicos. Ni siquiera te das cuenta. Es inevitable, nos va a alcanzar a todos. Pero creo que la gente creativa, como tú y yo, haría bien en no utilizar IA, porque en el punto que está hoy sólo va a robar tus ideas.