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De los Chicago Boys al gabinete de Boric, la influencia de las universidades extranjeras en los economistas chilenos
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Distintos enfoques, más de cinco mil kilómetros de distancia y un par de lugares en los ránkings universitarios separan a Cambridge, la ciudad de Massachusetts que alberga a las universidades de Harvard y al MIT, con Cambridge, Inglaterra, donde estudiaron cuatro miembros del nuevo gabinete: el ministro de Hacienda Mario Marcel, la subsecretaria de esta cartera, Claudia Sanhueza, el subsecretario de relaciones internacionales José Miguel Ahumada y la subsecretaria de turismo, Verónica Kunze.
En los años ‘80 dominaron las políticas económicas de los egresados de la Universidad de Chicago, y durante los últimos 30 años fue Harvard -la segunda mejor universidad del mundo en esta materia- la formadora de los ministros de Hacienda. Ahí estudiaron Alejandro Foxley, Eduardo Aninat, Nicolás Eyzaguirre, Andrés Velasco y Felipe Larraín, además del propio Presidente Piñera. Asimismo, en el MIT estudiaron Rodrigo Valdés y los ex ministros de economía José de Gregorio y René Cortázar.
La universidad inglesa fue fundada en 1209 luego de que algunos estudiantes de Oxford tuvieran enfrentamientos con habitantes de la ciudad, mientras que Harvard nació el año 1636 con carácter religioso, algo que fue cambiando en el siglo XVIII.
La primera tiene 96 ganadores de premios Nobel y la universidad americana 159, el mayor número de la historia. Según el ranking QS, Cambridge es la tercera mejor universidad del mundo, mientras que Harvard es la quinta, sin embargo, en economía, Harvard es la segunda (después del MIT) y Cambridge la décima.
De Chicago a Cambridge UK
El premio Nobel de economía, Angus Deaton, egresado de Cambridge, escribió en una columna “¿Sería el mundo un lugar mejor si los economistas de Cambridge hubieran tenido más influencia y los de Chicago menos? Y por Cambridge, por supuesto me refiero a Cambridge, Inglaterra”.
Deaton plantea que mucha gente está perdiendo la fe en el capitalismo y con ella, la confianza en los economistas. Cuando él estudió en aquella universidad, apunta. los economistas y filósofos hablaban entre sí, y la economía del bienestar se consideraba seriamente.
Uno de los que mejor conoce Cambridge en Chile es el profesor José Gabriel Palma. Lleva más de 40 años enseñando en esa escuela y recuerda a todos los miembros del gabinete, pero especialmente a Claudia Sanhueza, “quien fue la mejor alumna de su promoción”. Además, es cercano a Nicolás Grau, quien, afirma, estaba aceptado en aquella casa de estudios pero por temas prácticos eligió Estados Unidos.
Palma cree que la cita de Deaton es aplicable a Chile, y que el país sería mucho mejor si no hubieran existido los Chicago Boys, e incluso mejor si economistas de Harvard o el MIT hubieran sido los responsables de las políticas públicas durante los años ‘80. Esto, debido a que en Cambridge la economía conversa con otras ciencias sociales, como las ciencias políticas, la historia o la sociología, y hay una visión menos fundamentalista del mercado.
Rol del Estado, defensa de la competencia y equidad distributiva
Hay ideas enseñadas en Cambridge que pueden verse reflejadas en el gobierno entrante.
Palma cree que la visión heterogénea y pragmática que se enseña en Inglaterra, con un mayor rol del Estado en la sociedad, énfasis en la diversificación productiva, equidad distributiva, defensa de la competencia, respeto del medioambiente, transparencia económica y un mayor interés por enfrentar las fallas y distorsiones del mercado, va a ser lo que probablemente guíe a este equipo económico, que según él, tendrá difícil la posibilidad de hacer cambios estructurales profundos debido al estado del país y la composición del nuevo parlamento.
El doctor en economía, que fue alumno de algunos Chicago Boys en la UC, destaca que el nombramiento de Marcel -con quien publicó dos artículos mientras éste estudiaba- es una buena noticia, porque conoce bien el mundo público y será buena junta con Claudia Sanhueza, ya que ella es cercana al mundo político.
Además, resalta su carácter y cómo se la juega por sus ideas. “Cuando era Dipres era el único capaz de decirle que ‘no’ a Lagos”, dice. Recuerda una comida de los ministros con el Presidente, en que éste dijo a los presentes, “el único consecuente es Marcel, porque sigue diciendo que no”, haciendo alusión al plebiscito de 1988.
“Que una universidad es de izquierda y la otra de derecha, es una caricatura”
Constantemente ha existido rivalidad entre Cambridge UK y “el otro Cambridge”, como lo llaman sus estudiantes. En Inglaterra, casa de John Maynard Keynes y Joan Robinson -ideóloga de la competencia imperfecta-, prevalece un pensamiento que concede mayor rol al Estado y suscribe la teoría de desarrollo moderna, con regulaciones en el sistema financiero, políticas industriales, así como mejor distribución de ingresos, señala la economista Stephany J. Griffith-Jones, miembro del equipo económico académico asesor del presidente electo. También recuerda un estudio que hizo con el futuro ministro Marcel sobre el impacto de la deuda latinoamericana en el Reino Unido, cuando éste estudiaba allá.
“Con el paso de los años, Cambridge se parece cada vez más a las universidades americanas, eso sí ellos tienen menos cursos. Aquí necesitamos más independencia en la investigación”, señala el profesor de macroeconomía Tiago Cavalcanti. Esto además se ve reflejado en la investigación del PhD, donde no participa el supervisor, como sí sucede en Estados Unidos.
Sobre lo que se enseña en Inglaterra, Cavalcanti agrega: “Tratamos de creer que estamos basados en evidencia. Los modelos económicos son importantes para guiarnos a fin de definir conceptualmente nuestros objetivos principales y cómo alcanzar éstos de manera eficiente, dadas las preferencias de la sociedad y el equilibrio político. Pero tenemos que estar preparados para ajustar las políticas una vez que haya nueva evidencia para explorarla. Entonces no nos enfocamos en personalidades o ideologías, porque lo que verdaderamemte nos importa es la realidad, los problemas económicos y sus asuntos”.
El decano de la UDP, y doctor en economía, Mauricio Villena, cree que “en general estudian en Cambridge, y otras universidades inglesas, personas que sienten admiración por el modelo social de mercado que existe allá, el cual contempla una participación mayor del Estado que en los EEUU”.
Si bien Harvard y el MIT no son lo opuestos a Cambridge, como sí lo es la Universidad de Chicago, en las escuelas americanas se piensa distinto en cuanto a la teoría del capital y el rol del Estado, coinciden los ex alumnos.
Varios concuerdan en que la formación en microeconomía y macroeconomía es similar, sin embargo, en Inglaterra hay una formación adicional en filosofía política que es importante para entender los límites del análisis económico. Que una universidad es de izquierda y la otra de derecha es una caricatura, repiten varios de los entrevistados; sin embargo, concuerdan en que en Inglaterra la enseñanza es más heterodoxa.