Este miércoles 4 de agosto se cumplió un mes desde que los convencionales constituyentes asumieron sus funciones: la redacción de una nueva Constitución. 30 días que incluyen 13 sesiones plenarias, más de 115 votaciones y más de 230 horas de trabajo en las salas del ex Congreso. 

“Mucha gente aún no entiende que nosotros salimos a jugar a una cancha que no existía y que parte de nuestro rol es irla construyéndo. Hacerlo es generar las condiciones para poder debatir sobre las normas constitucionales y creo que una vez que entremos a discutir los temas de fondo, los que le importan a la ciudadanía, como; educación, pensiones y salud, quienes se hayan desencantado este tiempo de nuestro trabajo, van a ir recuperando su entusiasmo”, afirma Ignacio Achurra (CS).

La constituyente de Vamos por Chile, Bárbara Rebolledo coincide: “Me parece que vamos bien encaminados. Hemos ido de cero a más. Creo que la ciudadanía tenía expectativas de que el día uno nosotros comenzáramos a discutir los temas que a ellos le son inherentes. Ya sea por desconocimiento del proceso o por falta de responsabilidad informativa periodística. Entiendo que así quieran que sea, pero acá lo primero que teníamos que hacer como constituyentes era dictaminar las reglas del juego”.

Esto a propósito de la nueva encuesta Cadem, la que reveló este 2 de agosto, que la confianza en la convención cayó a 51%, su nivel más bajo desde que se instaló.

Achurra (41) es actor, director teatral, académico, Magíster en Artes y fundador de la compañía de teatro La Patriótico. Milita en Convergencia Social y participó por un cupo de la lista Apruebo Dignidad en el Distrito 14 (que abarca las comunas de Buin, Calera de Tango, Paine, San Bernardo, Talagante, entre otras). Obtuvo 29.548 votos.

Rebolledo (48) es periodista y presentadora de televisión chilena. Por años fue rostro de Televisión Nacional de Chile y, desde 2015 conduce programas en el 13C, donde durante dos años hizo Cultura en la ciudad. Hoy está próxima a lanzar unos libros de cuentos para niños, los que que narran la historia de Chile con ilustraciónes hechas por artistas. Fue por un cupo Independiente/Evópoli de la lista Vamos por Chile y salió electa en el Distrito 17 (Maule, Constitución, Talca, Teno, entre otras) con 18.062 preferencias.

Ambos creen que el trabajo por comisiones ayudará a mejorar el ambiente dentro de la Convención. “El pleno genera antagonismos fuertes. Existe una tentación a hablarle a los públicos propios mientras que el trabajo en comisiones te obliga a encontrar acuerdos con grupos más pequeños”, señala Achurra.

La vereda del frente

La semana pasada se constituyeron las cinco nuevas comisiones provisorias aprobadas por parte del Pleno de la Convención, que se sumaron a las ya creadas de Reglamento, Ética y Presupuestos, con el objetivo de organizar el funcionamiento de la Convención Constitucional.

Achurra forma parte de la de Comunicación, Información y Transparencia y Rebolledo integra la de Participación Popular y Equidad Territorial.

-¿Cómo ha sido su experiencia en esta primera semana de trabajo en sus respectivas comisiones?

-IA: Nosotros estamos trabajando muy bien en la comisión de Comunicaciones, a pesar de nuestras diferencias, porque somos un mundo muy diverso. Pero hoy (miércoles) tuvimos un debate al final de la sesión con Tere Marinovic, a propósito de un tuit que ella escribió. Durante el receso celebramos con danzas una ceremonia de los pueblos originarios y ella posteó que se estaba celebrando el aumento de las asignaciones, ironizando lo sucedido. Eso era una mentira derechamente. Yo en lo personal le dije que era incoherente que dentro de la comisión se mostrara razonable, dialogante y disponible para el trabajo colectivo, en donde incluso ha hablado de la necesidad de que este proceso sea exitoso y funcione. Y luego sin embargo, exhiba una cara distinta afuera. Juega todo el rato con una especie de doble personalidad. Está en todo su derecho de ser crítica, el problema es que cuando comunica las cosas lo hace mediante provocación permanente, enlodando el proceso e intentando desprestigiar constantemente a la convención.

-Bárbara, tú eres periodista. ¿Si no estuvieses en la comisión de Participación Popular y Equidad Territorial te hubiese gustado estar en la de Comunicaciones?

-BR: Evidentemente, es lo mio. Aunque me gustaban muchas comisiones. Pero creo que en la de Comunicaciones hay un lote muy bueno. Considero que la comisión de Participación Ciudadana es la más importante, y estoy muy feliz porque hemos aprobado casi el 98% de las cosas con unanimidad. Dentro de la sala. nos salimos de nuestros asientos y nos mezclamos entre nosotros. Yo me siento y converso mucho con Elsa Labraña, de la Lista del Pueblo, que además está en mi mismo distrito.

Hoy día, por ejemplo, los dos que dirigen la comisión nos dividieron en dos grupos y nos mezclaron aleatoriamente para que sintetizáramos nuestras propuestas. Me fui feliz a mi casa pensando que sí podíamos estar trabajando todos juntos, remando al mismo lado. Ojalá la gente pudiese sentir y absorber lo que yo siento porque también a ellos les va a dar esperanza y se van a reencantar con el proceso. Acá todos entramos con aprensiones y con miedos, pero me he dado cuenta en mis conversaciones de pasillo y de almuerzo que las diferencias son pocas. Además que estos espacios que se dan de poder conversar y conocernos se están dando cada vez más.  

-IA: Totalmente. Durante los coffee breaks y almuerzos se dan instancias para compartir y están sucediendo de manera creciente. Al principio todos estábamos un poquito más atrincherados, cada uno con los suyos e incluso existía un cierto pudor de que te vieran conversando con los de la vereda de enfrente. Veo que ese prejuicio hoy día está superado.

Me ha tocado hablar con Cristián Mockeberg de la derecha, también con personas de movimientos sociales y con los de la Lista del Pueblo, que han sido muy críticos con el Frente Amplio. Hemos sido capaces de avanzar hacia la construcción de un sistema que permite que nuestras visiones de mundo se confronten y deliberen durante el debate, que en muchas ocasiones es áspero, y que luego nos permita tomarnos un café, conversar y conocernos. Manteniendo así un ambiente republicano. Eso da esperanza. Y precisamente lo interesante de este espacio es que creo que cualquier chilena o chileno puede encontrar y sentirse representada/o por ciertos constituyentes.

El factor Arancibia

Polémica causó esta semana dentro de la Convención Constitucional que Jorge Arancibia, ex Comandante en Jefe de la Armada y edecán de Augusto Pinochet, ocupara un puesto en la Comisión de Derechos Humanos. Algunos convencionales como María Magdalena Rivera y Manuel Woldarsky de la Lista del Pueblo, la Machi Francisca Linconao y la periodista Patricia Politzer pidieron públicamente que el exgeneral renunciara a dicha instancia.

El miércoles Arancibia (UDI) a través de un comunicado informó que no renunciaría a la comisión.

-¿Cuál es su postura frente a dicha discusión?

-BR: Que esté Jorge Arancibia ahí, lo veo de una valentía… Es como querer meterse en la pata de los caballos. No lo miro como una provocación. Al contrario, creo que hubiera sido tan fácil no estar. Con el riesgo que implicaba ser parte de esa comisión, siento que al estar, está diciendo que no tiene nada que ocultar y que quiere participar. Además, los miembros de izquierda de dicha comisión me han dicho que él ha sido y ha tenido un tono súper conciliador. Creo que tiene todo el derecho a estar ahí y censurar previamente a nuestros constituyentes es algo muy contradictorio en nuestro trabajo, y no corresponde.

-IA: Yo tengo una visión muy distinta. Jorge Arancibia fue edecán del dictador Augusto Pinochet Ugarte. Creo que sí tiene derecho a estar pero hay una dimensión ética que él transgrede, más allá de la actitud que tenga en la comisión. Hay una historia, y yo empatizo con esos familiares y víctimas de derechos humanos que se sienten revictimizados con este tipo de actitudes. Si lo veo como una provocación.

-BR: Comparto que la violación a los DDHH no resiste análisis. No debió ser y no tiene interpretaciones a medias tintas. Pero me parece que lo que hace Arancibia es valiente por poner el pecho a las balas.

Descentralización y cultura

Rebolledo nació y creció en la región del Maule. Se fue a vivir a Santiago cuando terminó el colegio y se quedó por su trabajo en televisión. Achurra por su parte, ahora vive en la capital, pero se crió desde pequeño en Paine.

Los dos están de acuerdo en que uno de los temas de encuentro entre los diferentes sectores y sensibilidades políticas, es la centralización del país.

“Hay una sobre concentración del poder y de las riquezas, no solo en la zona centro, sino también en las capitales regionales”, afirma el actor. Y agrega: “Mi distrito, el 14, pertenece a la RM, sin embargo, se reconoce a sí mismo como su patio trasero. Es el lugar donde están los basurales, se construyen grandes proyectos viales para acceder a Santiago cortando comunas en dos, con pésimos accesos y movilización, con carreteras concesionadas carísimas y con muchísima contaminación por la gran cantidad de industrias instaladas”.

La periodista está de acuerdo. “Gran parte del estancamiento de este país tiene que ver con lo mal ejecutados que han sido los planes de desarrollo por esta mirada y visión capitalina. Imagínate que si en Paine, que está a 40 minutos de Santiago, pasa una micro tal vez cada dos minutos, en la zona del Maule pasa una al día. Si no pudiste tomarla, fregaste. Es súper tremenda la realidad en regiones, y eso que el Maule está a cuatro horas de la capital”.

-Ambos han trabajado en quehaceres culturales. Ignacio como actor y Bárbara como conductora del programa Cultura en la ciudad, y los dos han mencionado que este tema es algo muy relevante en sus vidas. ¿Qué esperan de este proceso en ese ámbito?

-IA: En la cultura también hay una cuestión descentralizadora. Esto es reconocer que en esos espacios territoriales señalados como periféricos hay una enorme riqueza y diversidad cultural, a los cuales hay que entregarles las herramientas para que se desarrollen y se ponga su valor cultural en circulación. Hemos habitado durante mucho tiempo un paradigma muy propio de la modernidad, en donde existe una suerte de centro ilustrado desde donde se sale a iluminar al resto de la periferia bárbara. Esto es llevarles arte y cultura, como si en esos sectores no hubiese. Lo cierto es que en Chile hay una densidad cultural enorme, que es parte de la riqueza que tenemos. Lo que no existe es un resguardo y un incentivo a mantener esta diversidad.

-BR: Hoy día tenemos una tremenda oportunidad a nivel constitucional porque estamos súper al debe con las regiones. Debemos impulsar el desarrollo y el respeto cultural a la zona a la que cada persona pertenece. Una inclusión cultural tiene que tener a mi juicio inclusión escolar. Por ejemplo, para mi el colegio de Talca debería enseñar la historia de la zona. Sus guerras, batallas, por qué Talca se llama así. Debemos tener lenguajes propios también a nivel regional. Y darle identidad cultural a los distintos territorios.

-IA: La educación intercultural que menciona Bárbara es entender que no podemos tener un Ministerio de Educación que mandate un mismo plan desde Arica a Magallanes, como si no existiesen diversidades culturales profundas. Bajo esta línea que estamos hablado, el jueves pasado junto con diferentes organizaciones del mundo de las artes, la cultura y el patrimonio le entregamos una carta a la mesa directiva y a la Comisión de Reglamento, solicitando la creación de una Comisión de Cultura permanente dentro del órgano constituyente porque creemos que es importante que los derechos culturales no queden como apéndice de los sociales.

-BR: Por favor piensa en mí, Ignacio. Es un tema en mi vida, soy súper cultural. Sin arte no hay memoria, nada trasciende. ¡Contémplame! Yo te apoyaré en todo y votaré a favor en todo lo que signifique cultura.

-IA: (Se ríe) Lo haré.