Lecciones de Vida
Francisca Mardones, deportista paralímpica: “No sé si voy a tener medalla, pero sé que voy a dejar el alma y corazón”
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"Tengo todos los recuerdos vivos. Tenía 22 años y estaba haciendo mi práctica profesional de hotelería en Puerto Rico. Salí del búnker en medio del huracán Lenny. Estaba caminando y en ese ‘voy y vuelvo’, hubo un deslizamiento de tierra y caí desde aproximadamente siete metros. Tuve que salir arrastrándome porque, si no lo hacía, iba a salir volando con el huracán. Me encontraron dos días después. Sufrí una fractura de columna y me sometieron a más de una veintena de cirugías.
Volví a Chile y logré caminar. Pero era tanto el dolor y el esfuerzo que tenía que hacer, que llegó un momento en que dije: ‘tengo discapacidad y las consecuencias van a ser de por vida’. Desde entonces estoy en silla de ruedas.
Han pasado 24 años de ese momento y ya llevo 18 años en el deporte. Estos son mis quintos Juegos Parapanamericanos y estoy recién estrenándome en la maternidad con mi hija de nueve meses. Me casé en octubre del año pasado con la Fer, quien es terapeuta ocupacional. Nos conocimos en Algarrobo durante la pandemia. Ninguna de las dos había tenido antes una pareja mujer.
No hay nada como vivir unos Juegos en casa, de local. Esto para mí es una sensación completamente nueva.
Tengo muchas ganas de que esta competencia comience luego. De vivir la experiencia de estar con mi público, es algo súper lindo. También tengo claro que van a ser mis últimos Juegos Parapanamericanos y mi última competencia en Chile. Estoy clasificada para París 2024, también tengo el Mundial el próximo año y con eso me retiro.
“Tengo claro que van a ser mis últimos Juegos Parapanamericanos y mi última competencia en Chile”
De la pelotita a la bala
De chica siempre practiqué deporte, pero no me dediqué. Básquetbol, voleibol, atletismo. De hecho, mi primera competencia a los 10 años fue el lanzamiento de la pelotita.
Saliendo del colegio quería estudiar Educación Física, pero justo tuve un accidente en auto, sin mayores consecuencias, pero que me hizo repensarlo porque no pude hacer deporte en varios meses. Incluso intenté entrar a estudiar Pedagogía Básica, por si después me cambiaba por dentro a Pedagogía en Educación Física, pero no lo hice.
Terminé estudiando Administración de Hoteles y Restaurantes, que era mi segunda opción. Me gustaba mucho porque es súper dinámico, no hay fines de semana ni feriados. Bueno, en todo caso, igual que en el deporte.
"El accidente que sufrí en Puerto Rico me hizo replantearme todo y decirme a mí misma que no saco nada con quedarme lamentando el porqué de las cosas, sino que la vida continúa y tengo que estar feliz de seguir viviéndola, de tener la oportunidad de desarrollarme como persona, de poder tener proyectos".
Eso es lo que quiero y en eso me quiero enfocar. Tengo que mirar la vida de manera positiva, porque si no lo miro yo, quién lo va a hacer.
Durante mi rehabilitación, después de volver a Chile, conocí a Doris Gildemeister, quien me presentó el tenis en silla de ruedas en un taller que hacía con la Teletón. Me di cuenta de que uno igual puede seguir haciendo cosas de manera adaptada. Partí entrenando y rápidamente llegué a un momento en que ya estaba jugando en competencia de manera profesional, representando a Chile, siendo seleccionada nacional.
El 2007, en los Parapanamericanos de Río, varios chilenos obtuvimos medallas. Cuando llegamos de regreso a Chile, felices junto a Robinson Méndez y María Antonieta Ortiz (ambos también tenistas paralímpicos), pregunté por nuestros premios. Todos los que fueron a los Panamericanos habían recibido una recompensa por sus logros, pero no así los que ganamos en los Parapanamericanos, porque nunca nadie había alcanzado el podio.
‘No está en la ley, pero escribámosla’, recuerdo haber dicho. En ese minuto Jaime Pizarro, que era el subsecretario de Deportes (hoy actual ministro del ramo), me dio la razón. Hicieron los cambios y finalmente nos pagaron el premio y quedó estipulado en la ley.
Desde entonces, los deportistas adaptados tenemos la posibilidad de tener premios. Fue un cambio importante y de ahí fuimos abriéndole camino también a muchos deportistas que venían con un buen rendimiento, trayectoria y resultados, y a quienes después se les fueron pagando por sus logros. Con esto, muchos se motivaron. Todos querían, se estaba reconociendo el trabajo del deporte paralímpico.
Una nueva lesión (en un accidente casero) me hizo cambiar de disciplina y pasar del tenis a la bala el 2017. Mi entrenamiento es muy diferente a como era antes. Pasé de tener sesiones de hasta seis horas por día que requerían de mucha movilidad y aeróbica a levantar pesas.
Entre la cantidad de balas que lanzo y el peso que muevo en el gimnasio, llegué a mover alrededor de seis toneladas por día.
Un mensaje inesperado
Mi debut en jabalina fue en el 2019, en mi primer Mundial de Atletismo. Estaba en Dubai, lejos de casa. Cuando despierto para ir a la competencia, veo por un mensaje en mi teléfono que mi papá había fallecido. Él tenía Parkinson, estaba en Chile y le hubiera encantado estar ahí para acompañarme ese día.
Me comuniqué con mi familia y tomé la decisión de quedarme y competir para honrarlo, porque a él le iba a gustar que yo hiciera eso. A las pocas horas competí en jabalina e hice mi mejor marca. Fue mi última competencia en jabalina en un evento grande. Sé que mi papá estaba ahí conmigo. Ahora, en estos Juegos Parapanamericanos, es especial volver a la jabalina.
A mi papá le gustaba mucho el deporte, él era aficionado a jugar fútbol. Tenía una liga y a veces salía mejor jugador o le daban premio goleador. Yo recuerdo haberlo acompañado siempre los fines de semana cuando jugaba. Él una vez fue a jugar fútbol a Argentina y ganó, me contó que se sintió feliz de estar ahí como chileno. Me decía: ‘Imagínate tú lo que es ir a un Mundial a representar a Chile y a todos’.
Cuando me tocó competir en bala en Dubai, luego de la jabalina, lo hice por él y estaba con todo el ánimo de hacerlo lo mejor posible.
"Entonces lanzo, salgo campeona y hago mi primer récord mundial. Fue la manera más linda de despedirme de él".
La primera Barbie chilena
Acabo de formar mi fundación, que se llama Francisca Mardones. Lo único que quiero ahí es darle la oportunidad a otros deportistas de poder desarrollarse y llegar al alto rendimiento. Quiero concentrar toda mi energía ahí. Ir dejando un legado que yo creo que es lo más importante, el traspasar todos los conocimientos y todo lo que he ido aprendiendo.
Mi sueño con la fundación es hacer un centro de entrenamiento adaptado en Talca, como una manera de descentralizar. Recién se acaba de inaugurar el primer espacio de entrenamiento de alto rendimiento paralímpico acá en Santiago con estos juegos. Quiero hacer algo en el centro sur, para apoyar también a toda la gente de allá.
Yo siempre voy a estar agradecida de ese taller con Doris Gildemeister. Allí pude tener las herramientas para desarrollarme, para ir abriendo y buscando mi propio camino. Y aquí estoy ahora, bastante lejos.
El deporte me ha dado muchas cosas maravillosas, hasta me hizo que me hicieran una Barbie. Soy la primera chilena que tiene una.
Quiero devolverle la mano a esas personas que no saben que existe el deporte adaptado. Siento que, por un lado, esa es mi misión; y por otro, mostrar todo lo que he vivido a través de los años. Estoy orgullosa de haber sido perseverante. Yo creo que eso es lo más importante, porque el deporte en Chile es bien difícil, y aún más el paralímpico.
En los inicios es complicado tener apoyo, por eso estoy muy agradecida de mis auspiciadores, de verdad que han marcado una gran diferencia en todo lo que fue mi carrera deportiva para poder desarrollarme bien.
Desde 2007 CCU me ha acompañado y apoyado, en una primera etapa en tenis y desde 2017 en bala, disco y jabalina. Por otra parte, la fundación Te Apoyamos de Andrónico Luksic me acaba de dar un Smart Drive para mi silla de ruedas (un dispositivo eléctrico que ayuda a la propulsión y aumenta la autonomía e independencia del usuario).
También soy una agradecida del Comité Paralímpico, todo el apoyo que me han dado, el IND, el Ministerio del Deporte. Creo que han funcionado súper bien las instituciones. Sin embargo, siempre falta que haya más recursos para que el apoyo les llegue a todos.
Panamericanos y polémica en el atletismo
Sobre la polémica que sacude al atletismo chileno tras la competencia de 4x400, la verdad es que es un tema súper delicado. Recién se están empezando a hilar las cosas, a juntar todas las versiones.
"Se tiene que hacer un seguimiento formal a todas esas acusaciones, porque no puede ser que haya deportistas perjudicados o que se tomen decisiones arbitrariamente, eso jamás debe volver a ocurrir".
Lo más importante es ratificar y verificar las versiones, y buscar de qué manera compensar a las deportistas afectadas. Ser justos, porque los deportistas nos sacamos la cresta por ir mejorando, por ir logrando nuestro objetivo, pero muchas veces hay temas administrativos que quizás no están bien coordinados y que terminan afectándonos.
Eso en el deporte tiene que parar. A veces falta organización, protocolos claros o personal de apoyo. Hay puestos que tampoco se han creado y hay gente que está duplicándose. También pasó en el fútbol femenino, que por falta de una estructura bien definida a veces los perjudicados son los deportistas.
No sé si voy a tener o no voy a tener medalla en estos Juegos, pero lo único que sé es que voy a dejar el alma y el corazón ahí. Eso es lo que me mueve, competir por Chile, representarlo y tratar de hacerlo de la mejor manera. Por mi familia, por mi hija y por mí. Por todos”.