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Papudo: El pueblo donde el golf es para todos

Papudo: El pueblo donde el golf es para todos

Por las calles del balneario se puede ver a vecinos acarreando palos de golf. En momentos en que el desempeño de los chilenos que practican este deporte destaca a nivel mundial, la particular historia de esta localidad de la V Región vuelve a agarrar vuelo.

Por: Sofía García-Huidobro | Publicado: Sábado 21 de agosto de 2021 a las 21:00
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Acá el golf es más popular que el fútbol, eso no ocurre en ninguna otra parte”, comenta Luis Encina, profesor del Club de Golf de Papudo hace 25 años. Todos los martes, miércoles y jueves a las 15:00 horas le enseña a jugar golf a niños y jóvenes del pueblo, de manera gratuita, gracias a un programa al que pueden acceder los estudiantes de los colegios municipales de esta comuna de la V región donde viven 6.200 personas.

“Esta es una cancha de lujo. Y lo más lindo es lo que se puede hacer con la gente del pueblo. Yo me las tengo que dar de sicólogo, preparador físico y entrenador, con los chicos de la escuelita. El golf es un deporte que nunca se termina de aprender”, explica el profesor.

La ficha femenina
Es miércoles y el pronóstico del tiempo viene amenazando con una lluvia que todavía no llega. “Está esperando que terminemos la clase”, bromea Encina, miembro de una familia extendida en la localidad. Es pariente del campeón Guillermo Encina y su hija Valentina también fue campeona en varias categorías junior. Su abuelo, cuenta, fue el primer administrador del club, fundado en 1932.

El profesor Luis “Titín” Encina junto a sus alumnos Diego, Joaquín, Claudio y Andrés

De los cuatro alumnos presentes en ese horario, que van entre los 10 y 14 años, dos son de apellido Encina. El martes fue el turno de los mayores de 15. En el grupo de cinco adolescentes, destaca Alison Allendes (16), estudiante del Liceo de Papudo, que está practicando para convertirse en profesional. Por estos días está esperando su hándicap, que es otorgado por la Federación Chilena de Golf y funciona como requisito para inscribirse en campeonatos.

Como buena papudana, Alison siempre ha jugado golf. También era aficionada al fútbol, pero una lesión la alejó de esa pelota y hace seis meses retomó los palos. “En el verano recibí una noticia buenísima. El papá de Joaquín Niemann me va a apadrinar a través de su fundación. Desde que me avisaron he venido a jugar todos los días. Estoy motivadísima”, cuenta.

Alison Allendes.

La acompaña Diego Figueroa (17), su pololo y un principiante en este deporte. “Estoy en clases hace dos meses y he mejorado bastante”, comenta. Él llegó a vivir a Papudo hace tres años y se sorprendió al ver que el golf era un deporte tan arraigado en la comunidad. “Vengo de una familia de escasos recursos y para mí el golf era algo de personas adineradas. Es impagable poder caminar por un parque así todos los días”, dice. Cuenta que sus vecinos lo vieron entusiasmado y le regalaron pelotas y palos para que practicara. Sus dos hermanos, de 8 y 10 años, también están aprendiendo a jugar.

Alison anda con una bolsa de golf rosada. Cuenta que un driver se lo regaló su hermano, también aficionado, otros palos se los traspasó una socia y la bolsa se la dieron en el club. Así fue reuniendo su propio equipo. Después de clases, los pololos vuelven a sus casas caminando con el carro de golf.

Diego Figueroa y Alison Allendes en la calle Riquelme, Papudo.

Un club a pulso


Aníbal Reinoso (27) es el actual administrador del Club de Golf de Papudo y también figura local. Antes de él, el administrador del club durante 12 años fue su padre, Juan Reinoso. “Soy nacido y criado en Papudo, y vengo de una familia golfista. Estudié mi enseñanza básica y media aquí porque me gustaba mucho jugar golf y no quería perder tiempo viajando. Desde niño salía de clases, agarraba mis palos y me venía a jugar”, cuenta el deportista.

Como aficionado fue campeón nacional en la categoría infantil cuando tenía 13 años, prejuvenil a los 15 y juvenil a los 17. Compitió en la Copa Los Andes, el campeonato más prestigioso a nivel sudamericano, donde compartió equipo con Guillermo “Mito” Pereira.

Gracias a su curriculum de golfista y sus buenas notas, obtuvo una beca para estudiar business en la Wayland Baptist University, Texas. De vuelta en Chile comenzó a trabajar part time en el Club de Golf y hace casi un año pasó a ser el administrador a tiempo completo.

Aníbal Reinoso, foto de archivo.

Conoce a todos los socios, y cuenta que algunos de ellos aportaron a financiar la parte de sus estudios que no cubría la beca. “Ahora estoy trabajando para y con ellos. Este es un club bien a pulso. Yo soy el administrador, pero aquí estoy con overol cuando toca”, dice. En total trabajan 14 personas, y 9 de ellos forman parte de la cuadrilla que se dedica a la mantención de la cancha.

A Aníbal le suena el teléfono. Es el presidente de Golf Action, el circuito nacional de jugadores junior más importante de Chile. Lo llama para avisarle que tendrán tres cupos esta temporada. Eso significa que tres alumnos de la escuelita podrán competir en los torneos sin ser miembros, solo pagando la inscripción.

La figura de Joaquín Niemann y Guillermo Pereira ha influido a la masificación del deporte, y eso nos beneficia porque se abren más puertas”, explica Reinoso. Él, Niemann y Pereira jugaron en Golf Action desde la categoría preinfantil, y, además, la fundación de Joaquín Niemann actualmente patrocina el circuito permitiendo que se abran más cupos para niños de escuelitas de golf como la de Papudo. El transporte para que los alumnos puedan desplazarse a Santiago, Viña del Mar, o donde haya campeonato, es provisto por el municipio.

Para demostrar cuánto ha crecido la popularidad del golf a nivel nacional, el administrador cuenta que las solicitudes de hándicap a la Federación han aumentado 10 veces este último año. “Papudo ha sido cuna de grandes golfistas, ahora estamos con el semillero algo standby pero tengo harta fe en los que vienen”, afirma.

Alison es una de sus fichas, otro es Iker Godoy (8). En total la escuelita tiene 18 alumnos de distintas edades, y unos seis de ellos se están preparando para competir. “El apoyo del Club lo tienen y ellos lo saben, no están remando solos”, sostiene Aníbal, pensando también en su propia historia.


La filial pionera
El Club va a cumplir 90 años y la cancha, de 36 hectáreas, fue una cesión de tierras de la familia Irarrázaval a un grupo de golfistas con el requisito de que sus puertas siempre estuvieran abiertas a los habitantes de la comuna.

En 1978 se creó la Filial de Golf de Papudo, organización de vecinos amantes del golf que hace una década se constituyó legalmente con personalidad jurídica y que hoy suma 120 socios, unos 80 de ellos activos practicando el deporte regularmente. Tienen el club abierto para jugar los miércoles, jueves y domingos, y deben pagar mil pesos por jugar, dinero que se va a la recaudación interna de la asociación.

Sus integrantes tienen distintos oficios; hay pescadores, albañiles, carniceros, taxistas, funcionarios públicos, etcétera. Sergio Díaz Sandoval es uno de sus fundadores y durante 20 años fue su presidente. Ya retirado, cuenta que siempre trabajó en el rubro de la construcción y durante 40 años fue caddie los fines de semana. Christian Palacios Lillo es funcionario municipal y presidente de la Filial hace 15 años.

En la costanera del balneario, mientras el segundo supervisa una obra, afirman que fueron pioneros en cuanto a inclusión. “Es lo que nos distingue, no hay diferencias de clases. Es un lugar de encuentro. Como una gran familia. Dos o tres veces al año hacemos un torneo los miembros de la Filial versus los socios, y después organizamos asados en alguna casa”, cuentan.

Christian Palacios y Sergio Díaz, miembros de la Filal de Golf.

Agregan que en los últimos años los clubes de golf de Cachagua y Marbella, comuna de Zapallar y Puchuncaví respectivamente, han acogido a agrupaciones vecinales basados en el ejemplo de Papudo.
Dentro de las figuras papudanas de la Filial destacan a Guillermo Encina, Emilio Palacios y Anisio Araya. Reconocen que están al debe con las mujeres, pero esperan que eso cambie con las futuras generaciones.

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