Para practicar rafting no se necesita experiencia previa, pues existen distintas clasificaciones de ríos para principiantes y profesionales. Los más sencillos son los de clase 1, que cuentan con bajos niveles de agua y permiten una fácil navegación. Van subiendo de nivel dependiendo de la corriente y quienes no tienen conocimiento previo pueden optar hasta los clase 3.
Para aquellas personas con mayor resistencia y experiencia en el rafting, existen los niveles 4 y 5, donde las balsas pueden ser volteadas por la fuerza del agua, por lo que será imprescindible contar con técnicas individuales que te permitan salir de cualquier dificultad. Chile posee una gran cantidad de ríos a lo largo de su territorio y es posible reservar salidas en varias de sus regiones.

En Rafting Ruta Vertical, empresa que ha sido escogida por usuarios de Tripadvisor como la mejor opción para practicar el deporte acuático en el Cajón del Maipo durante seis años consecutivos, comenzaron a realizar reservas junto con la apertura de las comunas en fase 3, 4 y 5 que fue anunciada para el 28 de septiembre por el Gobierno. Con horarios de lunes a domingo, los descensos duran una hora y "no se requiere experiencia previa".
Germán Barías, gerente de operaciones de Ruta Vertical, explica que el rafting es una actividad recomendada porque se hace "al aire libre y te ayuda a desestresarte", debido a que "enfocas tus pensamientos al momento que estás viviendo en el río". Así también, para quienes estén en Santiago, el Cajón del Maipo es una alternativa "perfecta para recrearse" por su cercanía, dice Barías.
Otros de los lugares más solicitados para la práctica del rafting en Chile son Río Claro en la Reserva Nacional 7 Tazas, Río Liucura y Trancura a 15 kilómetros de Pucón, Futaleufú en la Patagonia y el Baker cercano a Laguna San Rafael. En este último existen dos características especiales que lo hacen atractivo, su gran cantidad de agua y la poca presencia de rocas. "Cristian Medina, guía de rafting y administrador de bakerpatagonia.cl menciona que "hacen actividades de flote para que los niños puedan también vivir la experiencia", ya que no pueden entrar al río si son menores de ocho años.
En Coyhaique se encuentra AONI Rafting Patagonia, otra agencia dedicada al rafting. Según Felipe Vega, administrador de la empresa, comenta que "apuestan por ofrecer atractivos productos de recuerdo junto a la bajada de los ríos Blanco y Aysén. "La idea es que se lleven algo típico del lugar", dice. Además, le dan importancia al "hermoso paisaje" rodeado por cordilleras nevadas, bosques, valles o animales en su estado salvaje. "Todo eso te acompaña mientras vas por el río", comenta.

Cuidados

Además de los implementos de seguridad que se necesitan, tales como cascos, trajes de neopreno o chalecos salvavidas, se han tenido que implementar distintos protocolos de cuidado contra el covid-19. Desde Ruta Vertical, Germán Barías comenta que han tenido que disminuir la cantidad de personas por balsa, pasando de nueve a seis usuarios para los botes grandes y de siete a cuatro para los pequeños. "En caso de ser un grupo de amigos o familiares" se agregan dos personas por cada una de las alternativas.

Además, se les envía una declaración jurada que indique que el cliente no está enfermo de coronavirus o que no ha tenido contacto con alguien enfermo antes de hacer la reserva."El uso de mascarillas es obligatorio durante toda la actividad y se debe quitar cuando las personas se suben al bote", comenta Barías. La idea, es que las salidas puedan hacerse de la mejor forma y que el rafting sea practicado con todas las "seguridades posibles".