Punto de partida
Mystify Radio, la plataforma que musicaliza a los restaurantes del momento
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Para Paulo Larraín Heiremans la música siempre ha sido importante. Desde chico creció atento a lo que escuchaban sus padres. Menciona a Dire Straits, Bob Marley, Cat Stevens y Pink Floyd, entre algunas de sus bandas fundacionales. Por lo mismo era un aficionado a crear playlists de música desde la época de Napster para acompañar distintos momentos y ambientes. De manera bien pensada, dice. Sus amigos y familiares le empezaron a pedir sus playlists. “Son un buen comodín, sobre todo cuando invitas gente y no tienes que estar preocupándote de la música. El problema es que me empecé a topar con mi misma música adonde iba y cuando sales quieres escuchar otras propuestas”, comenta riendo.
Paulo es director ejecutivo en PyG Larraín Propiedades. Aunque lleva 20 años en el mundo inmobiliario, siempre tenía la inquietud de emprender en paralelo. Llegó el momento, combinando dos de sus gustos: la música y la tecnología.
Una de las mayores fans de sus listas musicales, cuenta, es Josefina Pooley, cofundadora de Cranberry Chic, y amiga suya. Ella trabaja con distintas marcas y restaurantes, y lo contactó con Casa Costanera, para que los asistiera en la musicalización del Rooftop. Aunque no tenía más experiencia que su propio gusto y dedicación, aceptó el desafío. Entonces vislumbró que esto podía ser más que un hobby y convertirse en un emprendimiento. Investigó, recurrió a sus conocimientos de programación y buceó por internet averiguando cuál era la mejor manera de ofrecer un servicio de ambientación musical más profesional que armar buenas listas de canciones.
Personalización clave
Así nació Mystify Radio, servicio de musicalización personalizado para restaurantes, tiendas, comercios, locales, lodges y hoteles. Suena como cualquier radio online, de manera continuada y con una rotación variada de canciones, pero su programación musical está diseñada especialmente para cada ambiente a través de una curatoría personalizada que aporta a la identidad de marca.
Algunas de las características técnicas que ofrece este servicio es que los tracks están normalizados en volumen, evitando cambios bruscos que perturben el ambiente; las canciones vienen premezcladas; la calidad de audio con buena conexión a internet supera al formato MP3; se puede acceder y supervisar de manera remota.
En total, Larraín utiliza cuatro programas y un servidor propio alojado en Alemania para dar vida a la plataforma donde actualmente funcionan 30 estaciones online. Cada una de ellas representa la música que suena en algunos de los restaurantes más top del sector oriente de la capital: Buriana, Brunapoli, Tamango, Mesa Tropera, Social, Barceloneta, Jardín secreto y El Toro, entre otros. Pronto se sumarán Shi-Nua, de los dueños de Carnal, y Cnit, ambos en el sector de Alonso de Córdova.
Una de las razones del éxito que ha tenido su propuesta, cree, es que la implementación que ofrece Mystify Radio es rápida y escalable: funciona a través de un player y ofrece sincronización en línea para los restaurantes que tienen más de un local, como es el caso de Mesa Tropera o Brunapoli.
La experiencia es todo
Inscribió la marca en noviembre del año pasado. Él mismo diseñó el logo, el sitio, armó la cuenta de Instagram. Además, obtuvo una licencia de DJ vía streaming. Su curatoría musical es amplia y está marcada por la calidad, afirma. En cuanto a estilos musicales cabe el rock, pop, jazz, reggae, electrónica, rap, funk y más, dejando afuera pocos géneros, entre ellos el heavy metal y el reggaetón más duro.
La plataforma permite al dueño del restaurante revisar remotamente si la estación online está sintonizada y así descartar que se cambie la música cuando él no esté presente. Larraín tiene acceso a todas las estaciones y puede chequear desde su celular qué canción está sonando en cada uno de estos lugares, en tiempo real. Lo que suena un martes a la hora de almuerzo, probablemente sea más tranquilo que lo que se escucha un jueves por la noche, explica el DJ. Todas esas variables obviamente están contempladas en la programación: día, hora, mood. La música está organizada de manera que no se repitan las canciones durante un amplio margen de tiempo.
“Cuando uno sale a comer o tomarse algo, no importa sólo lo que se consume, sino la experiencia completa, desde que se hace la reserva hasta que te vas. Una selección musical adecuada tiene el poder de transformar cualquier espacio. En ese sentido este servicio le alivia un dolor de cabeza importante a los propietarios de restaurantes y tiendas”, afirma.
Hay dueños o administradores de restaurantes que son más participativos en el proceso de seleccionar música, comenta, y eso también lo agradece porque es estimulante cuando el cliente valora la playlist. Una vez armada la estación musical de determinado restaurante, ésta se va puliendo en el camino. El cliente contrata el servicio online mensualmente y puede solicitar modificaciones. Por ejemplo: pedir que una determinada canción salga de la lista. El acuerdo incluye una actualización del 30% de la música cada tres meses. Es crucial que haya continuidad y coherencia en la programación para así mantener la identidad, señala.
Los precios por lo general van entre UF 5 y UF 50, dependiendo del formato específico, el alcance del servicio, el tipo de negocio y la cantidad de locales que se cubran en línea. Sus clientes han ido apareciendo a través del boca a boca, pero a varios los fue contactando él mismo, a través de sus redes sociales, para ofrecerles sus servicios. “Mi propósito es construir una relación de confianza con cada uno de mis clientes. No se trata sólo de proporcionar un servicio, sino de crear una alianza para mejorar la experiencia de los clientes. Saber que contribuimos a que las personas disfruten más de su experiencia y quieran regresar es, para mí, la mayor recompensa”.