Boric y el seductor absolutismo

Cuatro meses al poder y el respeto democrático ya perdió su importancia.

El jefe de Estado, ni más ni menos, afirma que, de rechazarse el nuevo texto constitucional, debe existir otro proceso constituyente.

Según el mandatario “tiene que seguir en los términos que se acordaron en el plebiscito del 25 de octubre”.

Aparentemente, para Gabriel Boric, cambiar de opinión es un derecho reservado solo para él.

Hertz: El escándalo de exterior 

Un hecho bastante escandaloso, aunque no lo suficientemente noticioso, fue la sanción al cónsul chileno en Madrid, Jaime Ferraz.

El funcionario público fue castigado por informar anomalías en el proceso de integración de German Berger, hijo de la diputada Carmen Hertz, como agregado cultural en Madrid. 

El problema no es solo que sea designado como agregado el hijo del Presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Congreso, sino que Berger quería trabajar en Barcelona cuando le correspondía hacerlo en Madrid. Esto y su indebido proceso de integración motivó al cónsul a señalar que su establecimiento en Cataluña podría traer problemas para la política exterior. 

El comunicado bastó para indignar a Hertz, quien esta convencida de que “a Germán Berger le sobran credenciales para ser agregado cultural…”. Junto a su clara subjetividad, asombra la elocuencia de sus argumentos, ya que señaló no aceptaría “vetos a los hijos de los ejecutados políticos y detenidos desaparecidos”.

Si bien es complejo entender la relación entre los comentarios de Ferraz con un supuesto veto a un hijo de un detenido desaparecido, el verdadero problema es que, aparentemente, el gobierno ha sido incapaz de extirpar la tradición nepotista que tanto prometió erradicar. 

Inconsistencia presidencial

Todos recordaremos la entrevista donde el presidente Gabriel Boric explicaba, pedagógicamente, al entrevistador sobre los efectos de los bonos en la inflación.

Sin embargo, esta semana se promulgó el bono invierno, en abierta contradicción con lo dicho semanas atrás. Si antes hablábamos del Boric “de la primera vuelta” versus el “de la segunda vuelta”, las inconsistencias presidenciales han aumentado, al punto de que ahora podemos hablar del Boric “de hoy” versus el “de la semana pasada”.

Autogol de Loncón

“Votaré Rechazo, porque la nueva Constitución liquidará la nación chilena”, dice la historiadora Sofía Correa, reconocida defensora de un cambio constitucional.

Esta postura, sin duda legítima, ha sido fuertemente criticada por el sector Apruebo, dado que, según algunos, la nueva constitución no busca desmantelar la República de Chile y cualquiera que lo contradiga se considera fake news. 

Aprensiones como las de Correa se dirigen hacia la naturaleza misma del texto, pero también en la conducta de los asambleístas. Claro ejemplo de ello, fue la reunión virtual de Elisa Loncon con el líder separatista catalán Carles Puigdemont, quien elogia el borrador como “un ejemplo para toda Europa”.

Quien no debería ser un ejemplo para nosotros, es el mismo Puigdemont, buscado por España por acusaciones de delitos de rebelión, sedición y malversación del patrimonio público.

Sin embargo, el político catalán hoy es eurodiputado, por lo que goza de protección jurídica. Sería ventajoso quizás, que si Loncon no quiere ser tildada de separatista no entable relaciones con el líder del separatismo hispano, y el mismo consejo podría seguir con respecto a las expropiaciones. 

Combate de la Concepción y su vigencia histórica 

El pasado 9 de julio se celebró el Día de la Bandera, rememorando el Combate de la Concepción de 1882.

Este hecho histórico fue el ataque peruano a la 4ta compañía del Batallón Chacabuco, al mando de Ignacio Carrera Pinto. Tras el asedio, el batallón de 77 hombres terminó con solo cuatro, comandado por Luis Cruz, el “cabo tachuela”, de solo 17 años. Estos jóvenes soldados no aceptaron la rendición y se arrojaron al ejército peruano, protagonizando una de las hazañas más admirables de la historia de Chile. 

Semejante proeza puede explicarse por la impulsividad propia de la adolescencia, o como diría Gonzalo Bulnes, en el tercer tomo de su Guerra del Pacífico, “estaban en la edad de los entusiasmos generosos y de las resoluciones inquebrantables”; sin embargo, dicha explicación es insuficiente para semejante inmolación.

Pareciera que dichos impulsos “adolescentes” se mantienen en el ideario público actual, pero éstos son dirigidos a causas difusas, destructivas y sin mayor contenido valórico.

Ahora bien, aún estamos a tiempo de que otros nos inspiremos en dicho espíritu de valentía y republicanismo; encaminado a la búsqueda de la verdad, la defensa de la libertad de expresión y la responsabilidad cívica. Es posible que, una vez conseguido esto, se nos permita la búsqueda de la tan anhelada unidad.