Una selfie desangelada sacada por el presidente Boric en su visita al presidente Lagos es el testimonio del intento de desagravio frente a la humillación perpetrada por la Convención Constitucional a los expresidentes.

Lagos en la foto esboza un intento de sonrisa no logrado como diciendo "por la chita las cosas que uno tiene que tolerar a los 80 años". Puede ser también que esté sobre interpretando y sea solo que, al igual que este columnista, el expresidente no sepa poner cara de selfie.

Boric una vez más mostró que los políticos están hechos de una madera distinta a nosotros los humanos y sin tapujos coronó la visita exaltando los logros de los ayer denostados 30 años. Al parecer tener esa hiperlaxitud es parte consustancial de la vida de un político exitoso, pero cuesta acostumbrarse a ello como espectador.

“Ten cuidado con lo que deseas, puede hacerse realidad”, es una máxima que en algunos atribuyen a Oscar Wilde (pozo profundo de grandes proverbios) y otros a un proverbio chino, no estamos aquí para dilucidar este tipo de disputas, pero sí nos quedamos con que el aforismo es brutalmente atingente a nuestra agitada realidad política.

La Convención haciendo gala de una falta de sentido republicano que pasma incluso al que a esta altura no se sorprende con nada que emane de ella decidió no invitar a los expresidentes de Chile a la ceremonia de entrega del santo grial por aforo. ¡Por aforo! Polémicas más, polémicas menos, terminaron dando pie atrás y extendiendo la invitación de mala gana, con voto dividido, entre ellos, el voto negativo de la presidenta de la Convención.

Como es de conocimiento público, a los pocos días comenzó la respuesta de los expresidentes iniciada por Lagos. Muy en su estilo, con clara conciencia histórica, el expresidente da cuenta de su aporte al proceso constitucional y rechaza la invitación sin dar mayores razones, pero con una buena cuota de desdén y sarcasmo.

Frei siendo Frei gasta poca tinta y en una línea les dice, “thanks, but no thanks”. Piñera busca marcar sus puntos, haciendo ver la falta de consenso en el generado por la convención y Bachelet, la esperanza para salvar los muebles, lanza un aburrido pero decidor problema de agenda (puede haber tenido hora al dentista). Y así de un momento a otro la extrema izquierda que controla la Convención veía como su deseo se convertía en realidad.

Lamentablemente para ellos la lectura de la mayoría de la población sobre el sectarismo y adanismo mostrado en este caso es muy negativa. Cuesta creer que el texto que le proponen al país, y que la gran mayoría no leerá, no esté insuflado del mismo espíritu de menosprecio y desaire a nuestra historia republicana.

A diferencia de lo señalado recientemente por el presidente Boric, para muchos convencionales la historia de Chile parece iniciarse el 18 de octubre del 2019 y es por eso que los expresidentes no tienen nada que hacer ni decir frente su magna obra.

La pequeñez de su accionar ha sido respondida con altura por nuestros ex mandatarios, más allá de cómo vote cada uno de ellos, al actuar conjuntamente han hecho su aporte a recuperar, en parte, la dignidad tan cacareada y tan extraviada en este momento.