Opinión
La columna de J.J. Jinks: Predicciones dieciocheras
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Tradicionalmente, en el año previo a una elección presidencial, junto con el fin de las fiestas dieciocheras, bastaba echarle una ojeada a cualquier encuesta seria para saber quién sería el próximo Presidente o Presidenta de la República.
Los chilenos a diferencia de nuestra pulsión habitual de hacer las cosas a última hora en el tema presidencial éramos muy seriecitos y elegíamos con mucho tiempo de antelación en quien íbamos a depositar nuestras esperanzas y frustraciones para el próximo período.
Si esto se mantuviese así, de acuerdo a la última Cadem. Evelyn Matthei estaría frente a un panorama inmejorable para la próxima elección. Derrota a todos y todas sus rivales en una eventual segunda vuelta por cifras amplísimas, casi grotescas.
La única contendora que es medianamente competitiva sería la expresidenta Michelle Bachelet quien estaría a dieciséis puntos porcentuales de la actual alcaldesa de Providencia quien marca holgadamente sobre el 50% por lo que ni siquiera quedaría la preocupación de la gente que no elige opción o se declara indeciso.
Las noticias no sólo son buenas para Matthei por lo que ocurre en segunda vuelta si no también en primera vuelta. El principal riesgo para ella, y para un triunfo de la derecha en la presidencial, es ser derrotada por José Antonio Kast en la primera vuelta. Ese peligro que en un momento pareció alto parece haberse ido diluyendo dado el desinfle manifiesto de los números de Kast a partir de su fracaso en la conducción política de la segunda Convención Constituyente.
Hoy la distancia es muy amplia entre los dos, si bien uno esperaría algo de viento de cola para Kast post municipales dado que se espera una buena performance de Republicanos en comparación con Chile Vamos.
Hasta aquí miel sobre hojuelas para Evelyn, pero falta mucho. La tradición de elegir con tiempo al futuro mandatario fue interrumpida por el presidente Boric. A esta altura del partido los candidatos favoritos eran por lejos Jadue y Lavín, donde Gabriel Boric era un diputado conocido por su pasado de dirigente universitario, sus posiciones de izquierda radical en prácticamente todas las áreas y una valoración más bien mediocre por parte de la opinión pública.
La historia ya sabemos cómo termina a partir de conseguir con uñas y dientes las firmas para competir con Jadue en la primaria de su sector.
La elección estadounidense también debiese plantear ciertas alarmas para Evelyn. Kamala Harris era una vicepresidenta deslucida y mal evaluada por su gestión en los tres años y medio del gobierno de Biden. Desde que la candidatura de éste a la reelección comenzó a desmoronarse ha hecho todo a la perfección en una campaña cero faltas y que la tiene con una más que saludable posibilidad de ser la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
Una campaña corta, alegre y eficaz que logró unir a todo el mundo demócrata detrás de ella. En un abrir y cerrar de ojos el patito feo se transformó en cisne para amenazar seriamente un triunfo que Trump ya empezaba a saborear.
¿Quiénes podrían ser los Gabriel Boric o Kamala Harris que le birlen el triunfo que hoy pronostican las encuestas a Evelyn? Hoy no se ven, pero lo maldito de este juego es que uno suele verlos solo cuando ya es demasiado tarde para reaccionar.