Opinión
La columna de J.J.Jinks: Una locura
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Como sabiamente me dijo un amigo cuando yo trataba de iniciar una conversación sobre política argentina: “No te metas ahí, la cordillera está donde está por algo”. Sin embargo, dados los últimos acontecimientos es imposible abstraerse de la sorpresa dada por Javier Milei en las primarias argentinas, un evento electoral curioso y sin mucho sentido práctico como muchas de las cosas que ocurren al otro lado de los Andes.
Milei era el candidato único de su espacio político La Libertad Avanza, pero tenía que presentarse igual a medir fuerzas con el resto de las candidaturas, una especie de gran encuesta a nivel nacional. Un sistema excéntrico para un candidato ídem.
Así como existen muchas Barbies también existen muchos Milei. El más evidente es el Milei loco. El tipo que grita como metalero enajenado y que ha ido desarrollando un contingente importante de groupies, especialmente entre los más jóvenes, que compran sin mayor cuestionamiento cada una de sus licencias artísticas, para ponerlo en términos benevolentes.
Un personaje altamente atractivo para la prensa tradicional y para las redes sociales pues siempre dará material para likes, clicks y rating. Si alguien hubiese puesto atención antes a su presencia y actividad en Facebook, Tik Tok y Twitter quizás nos habríamos sorprendido menos de su fulgurante desempeño electoral.
También está el Milei populista. Su discurso sobre representar a un pueblo puro en oposición a una elite (la casta en sus palabras) corrupta que ha dilapidado las riquezas naturales y de capital humano argentino se encuentra las primeras páginas de un manual de populismo. Lo llamativo esta vez es que se da en una variante libertaria donde aborrece a al Estado y señala un camino novedoso al transitado hasta ahora de la mano de una primacía total de la iniciativa individual.
El mismo Milei se ha reconocido como un anarcocapitalista y prueba de ello es su propuesta de desmantelar buena parte de la actual estructura estatal entre ellos varios ministerios y también el Banco Central. Para ser justos esto último no es un mero capricho pues es consistente con su polémica política monetaria de dolarización de la economía.
En la coalición de Macri menospreciaron al loco, al populista y al héroe de Millei y hoy cruzan todos los dedos para no quedarse fuera de la segunda vuelta.
El que no puede faltar es el Milei héroe. El economista y político que enfrenta a la corruptela kirchnerista sin ambages. La esperanza lejana y esquiva, pero esperanza al fin, de dejar atrás años de un manejo ruinoso de la economía que los ha llevado a tener niveles de pobrezas solo comparables en lo vergonzante al nivel de inflación. Solo un héroe puede enfrentarse a la mafia de políticos, sindicalistas y piqueteros que impiden cualquier manejo razonable del déficit fiscal que tiene hundido a nuestros vecinos en los subterráneos.
¿Cuál es la viabilidad política de despedir un gran número de empleados fiscales, desmontar subsidios y cortar bonos y bonitos? Baja por no decir nula, pero al menos Milei lo grita a los cuatro vientos y eso ha sido una bocanada de ilusión para muchos argentinos.
Para Chile y especialmente para la derecha la lección está bien clara. Durante largos meses hubo una agria y poco constructiva campaña entre Bullrich y Rodríguez Larreta por quien encabezaba a Juntos por el Cambio en la elección, quien ganaba en teoría se llevaba la presidencia. En la coalición de Macri menospreciaron al loco, al populista y al héroe de Millei y hoy cruzan todos los dedos para no quedarse fuera de la segunda vuelta. Una locura.