Opinión
Paula Streeter: "El borrador no aborda todos los temas que preocupan a la ciudadanía, ni tampoco responde completamente a las expectativas tanto en forma como en fondo"
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Hay alternativas
El texto constitucional, en cuanto a su discusión y deliberación, ya fue. Hoy queda tomar una decisión informada en el plebiscito de septiembre, y a su vez, informarse de qué alternativas había. O más bien, que alternativas hay, ya que cualquiera sea el resultado, nadie pone en duda que habrá que implementar reformas profundas o empezar un nuevo proceso constituyente.
El borrador no aborda todos los temas que preocupan a la ciudadanía, ni tampoco responde completamente a las expectativas tanto en forma como en fondo. Muchas organizaciones de la sociedad civil, expertos y académicos pusieron a disposición propuestas y asesorías para alimentar el debate. Lamentablemente, la gran mayoría fueron desoídas o rechazadas. Las iniciativas populares de norma que obtuvieron el umbral exigido de apoyos fueron casi todas descartadas en minutos.
Necesitamos retomar esas conversaciones, y las alternativas que quedaron en el camino o fueron directamente rechazadas para que la Constitución responda no solo a las expectativas, sino que también sea técnica y económicamente viable.
No perdamos la oportunidad, un 78% de los chilenos aprobaron tener un nuevo texto constitucional; hay alternativas y muchos están trabajando para ponerlas a disposición. Desde el Laboratorio de Políticas Públicas Pivotes lanzamos un ramillete de propuestas alternativas que titulamos “Recuperemos la oportunidad”, que recoge las miradas que fueron rechazadas en la Convención pero que buscan generar un nuevo equilibrio entre la naturaleza y progreso; impulsar un renovado sistema político; dar un nuevo impulso de modernización y descentralización al Estado y por último, asegurar una fortalecida base de derechos sociales que se adapte a los proyectos de vida de cada ciudadano.
Por otro lado, “La casa de todos”, una plataforma propuesta por centros de estudios de centro derecha, pone a disposición una propuesta constitucional con 154 artículos, un ejercicio participativo para otra mirada alternativa que sirva también como insumo para el trabajo que se viene después del 4 de septiembre.
Dejemos de lado el conservadurismo, casi tan firme como los antiguos opositores a la ley de divorcio, y aceptemos que las cosas no resultaron tal como las imaginábamos y que hay una alternativa, más de una, pero que debemos trabajarlas de forma colaborativa, incluyendo todas las miradas para que efectivamente quepamos todos dentro de la nueva Constitución.
Un edificio resistente a cualquier terremoto
Se ha hablado mucho de la “casa de todos”, esta semana, sin embargo, apareció el concepto del “edificio”. Es bastante ilustrativo y atingente; sobre todo para Chile, una tierra telúrica siempre a la siga del mejor diseño estructural. En palabras de Álvaro Ortúzar, nuestro Código Civil define que si un edificio padece de peligro estructural debe ser demolido para evitar tragedias, aludiendo a los amenazantes pilares que sostienen el borrador. Con enfoque distinto, Alejandro Aravena plantea en una campaña impulsada por la Convención que el estallido social demostró que había fisuras en nuestra casa común y que por eso este nuevo edificio debe brindar una estructura sólida, capaz de equilibrar los pesos y las cargas.
Quien compra un departamento espera que sobrelleve terremotos en una pieza, y que no tengan que cambiarse de departamento cada vez que a la placa de Nazca se le ocurre hacer de las suyas.
¿Qué tipo de estructura nos propone la convención? ¿Lo que se requiere perfeccionar es sOlo terminaciones, o son problemas estructurales que arriesgan un desplome? ¿Es perfectible el edificio tal como está propuesto o es mejor construir uno nuevo?
Es importante leer el texto propuesto con una mirada crítica a sus vigas maestras, dado que ella es la que debe sostener todo el sistema para poder garantizar que los cambios que realmente desea la ciudadanía sean posibles.
Por la edad
Las declaraciones del constituyente Daniel Stingo, respecto a que las opiniones del ex Presidente Ricardo Lagos se deben a la edad, son no solo de pésimo gusto y contrarias a las declaraciones de no discriminación que él mismo tantas veces ha vociferado; representan además aquel espíritu que se ha instalado con tanta firmeza y que vivimos a diario durante el proceso: cierta forma desconocer y denostar la experiencia de quienes han dado forma al gran país que hoy somos, a las generaciones que a pulso lo sacaron adelante, es desconocer nuestra historia y a quienes han sido parte de la construcción de nuestra República.
Bastante humildad nos falta para reconocer y valorar el crucial aporte que las generaciones anteriores ofrecen a los desafíos del hoy; la experiencia y la sabiduría la entregan los años; más sabe el diablo por viejo, que por diablo.
Sin complejos
El Presidente Boric lanza esta semana el Plan Nacional de Seguridad, y dice que lo hará “sin complejos”, una señal urgente, sobre todo para quienes esperamos que la seguridad retorne a los barrios y la Araucanía. Tal como lo señala el senador Insulza, “es lo que necesitamos” y “estamos a tiempo de detener las bandas”. Sin embargo, debe ser clara y contundente la señal de avanzar en medidas operativas, concretas y urgentes, ya que los desafíos vigentes, el proceso constitucional y los anhelos hundidos en el pecho de cada ciudadano no se harán realidad si no está garantizada la seguridad.
Implementar medidas para mantener el orden público y recuperar los espacios, todos ellos, incluyendo el centro de Santiago, debe ser prioridad, y debe hacerse realmente “sin complejos”; esperamos con ansias que así sea.