Con 85 años, y como primera generación en Chile, el empresario Alberto Kassis, dice sin disimulo que la comunidad palestina está en duelo. La crisis desatada en Medio Oriente lo tiene consternado, y en esta entrevista, profundiza sobres sus lazos con la zona, en Cisjordania en particular, con quienes ha estado en contacto. Y plantea que ambas comunidades -palestinos y judíos en Chile- “tenemos la obligación de condenar todo tipo de violencia y enfrentamiento”.    

-Ha pasado casi una semana del inicio de la guerra Israel-Hamas. ¿Cómo ha vivido este proceso de forma personal?

-A mis ochenta y cinco años estoy viviendo con profunda tristeza y dolor lo que está ocurriendo entre Palestina e Israel. Cuando vi las noticias, no lo podía creer, y con el paso de los días, lamentablemente, la situación ha empeorado. Yo siempre he condenado la violencia venga de donde venga. No es aceptable que existan víctimas civiles, ni palestinas ni israelíes. Todas las vidas valen lo mismo. Este punto es intransable.

- ¿Cuál es su lectura de los actuales hechos?

- Mis orígenes son palestinos. Soy primera generación en Chile y he tenido la oportunidad de visitar Tierra Santa en reiteradas ocasiones y ver las dificultades por las cuales ha pasado mi pueblo de origen en los últimos setenta y cinco años. Sé lo que han sufrido a lo largo del tiempo y rogamos ferviente e incansablemente por la paz. Chile nos ha recibido y acogido con generosidad tanto a palestinos como a judíos, y hemos sabido complementarnos y trabajar de manera armónica devolviéndole la mano al país que nos acogió. Justamente por esto, que ambas partes tenemos la obligación de condenar todo tipo de violencia y enfrentamiento entre nosotros.

-Considerando que en Chile existe la colonia palestina más grande del mundo (fuera de dicho territorio), ¿cómo ha vivido esta guerra la comunidad local chilena?

-No me puedo arrogar la representación de la Comunidad Palestina, hablo como Alberto Kassis, palestino de corazón. Obviamente lo hemos vivido con profunda consternación, porque tenemos familiares, amigos y un vínculo afectivo y emocional  con la tierra de nuestros ancestros. Sufrimos con ellos la difícil situación que están viviendo día a día, debido a la muerte de tantos inocentes.

- ¿Han existido reuniones de reflexión de esta comunidad? ¿Ha costado fijar posiciones comunes?

-Creo que hay consenso básico. Todos queremos actitudes y comportamientos de igualdad, respeto, tolerancia, comprensión, solidaridad, diálogo y acuerdos.

-La comunidad israelita se ha referido más y públicamente del tema. No así la comunidad palestina. ¿Hay alguna razón para ese hermetismo? ¿Existe un acuerdo?

-Estamos en duelo.

-Ciertos círculos políticos en Chile criticaron al Presidente Boric por una “reacción tardía”. ¿Qué piensa usted?

-Desconozco los tiempos que tardan las declaraciones que realizan las Cancillerías  en estas materias. Es sabido por todos que el Estado de Chile, más allá de cualquier gobierno, ha asumido siempre una defensa permanente al derecho internacional.

-¿Tiene personas cercanas en Palestina o cerca de la guerra? ¿Ha podido hablar con ellos?

-Tenemos cercanos en Cisjordania, no en Gaza. Estamos en permanente contacto para saber cómo se encuentran para brindarles todo nuestro apoyo humanitario. Estamos y estaremos siempre con ellos solidarizando con su dolor.

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-¿Cuál es su opinión de Hamas?

-Quisiera reafirmar un punto que ya mencioné:  condeno la violencia venga de donde venga. Gaza es una zona compleja, una franja donde habitan más de dos millones de personas. Es el territorio más densamente poblado del planeta, un lugar que equivale a la superficie de las comunas de La Florida, Maipú y San Bernardo, donde más del 50% de su población son niños. Eso es algo que no puede dejar de conmovernos. Está bloqueado, nadie puede entrar o salir y el único delito que han cometido esos niños es simplemente haber nacido ahí.

-El actual conflicto, ¿es la peor crisis que ha sufrido Palestina?

-No, esta es una historia larga y dolorosa con muchos hitos complejos, el cual se inició en 1948. A través de los años, el pueblo palestino ha mostrado su resiliencia,  perseverando en su deseo de vivir en paz y armonía en un Estado libre y soberano.

-Otro de los análisis contrapuestos ha sido sobre la sorpresa de esta guerra. Algunos expertos afirman que un conflicto bélico entre Hamas e Israel era “esperable”, mientras que otros reflexionan sobre la sorpresa de una guerra como esta. ¿Usted se imaginó que podría desarrollarse un conflicto de estas características?

-Uno nunca se espera algo así. Recuerdo cuando tuve el privilegio de estar en Palestina, invitado con el Papa Juan Pablo II y otras autoridades. Cómo en ese momento, el espíritu que siempre ha animado a nuestro pueblo es la paz. Ello fue reforzado en esa oportunidad, y hoy quisiera que ese espíritu dominara a ambas partes, porque lo que está en juego es la vida de miles de miles de inocentes.

-Al momento de analizar los orígenes del conflicto Hamas-Israel, ¿cree que es necesario tomar en consideración la larga historia de éste? Hay algunos que dicen que no hay que tomar en consideración lo que ocurrió desde 1948. Otros, afirman que la actual guerra es inseparable a los eventos de ese año. ¿Qué piensa usted al respecto?

-Por supuesto que como toda situación histórica hay que entenderla desde su origen y ésta parte el año 1948. Hamas es un actor muy posterior.

-A su juicio, ¿hay una salida? ¿Cuál?

-Yo tengo un sueño, el mismo sueño que tienen mis hijas: que algún día podamos convivir en la región con los mismos derechos, en dos Estados independientes. ¿Cómo lograrlo? A mi juicio, la paz sólo se logra a través de la empatía y el diálogo hacia el otro, entendiendo que todos podemos pensar distinto, lo que no se contradice con que debemos buscar el respeto y la dignidad del ser humano, cumpliendo la legalidad internacional, único entendimiento para sobrellevar los conflictos que nos dividen.