Personaje
Enrique Cueto vuelve a remecer al mercado: empresarios divididos tras su mea culpa
-
Cuéntale a tus contactos
-
Recomiéndalo en tu red profesional
-
Cuéntale a todos
-
Cuéntale a tus amigos
-
envíalo por email
“Tuvimos que haber distribuido, de alguna manera, un poco más el éxito, lo bien que nos fue”, dijo hace exactamente una semana el empresario Enrique Cueto, ex mandamás del grupo Latam Airlines y actual director de la hoy atribulada compañía aérea que está pronta a realizar su propuesta para salir de su proceso de reorganización bajo la ley de bancarrotas en Estados Unidos.
La frase -planteada en el foro “Hablemos de Empresas”, organizado por Icare- fue comentario obligado en varios chats de directores de compañías, según diversas fuentes consultadas que pidieron reserva. Algunos apoyaron la reflexión del miembro del clan Cueto, cercano a la DC y cuya postura política es, dicen, muy similar a la de su padre inmigrante de España, el contador auditor Juan Cueto Sierra.
Pero hay otro grupo de directivos, según las mismas fuentes consultadas, que plantearon que, si bien se deben realizar cambios al modelo, éste no debe ser desarmado. Por esto, establecen que las palabras de Cueto poco ayudan a buscar acuerdos y solo siguen desprestigiando al empresariado, en general.
“Esa frase le salió del alma porque está preocupado con todo lo que pasa en el país”, dice un familiar de Enrique. “Y ya antes había hablado de aumentar los impuestos”, añadió la misma fuente.
“Siempre fuimos partidarios de aumentar los impuestos”, afirmó Cueto en una entrevista en 2014, cuando destacó que él estuvo de acuerdo con la reforma tributaria y la transformación de la educación.
Jorge Awad, quien llegó a la presidencia de Latam Airlines en 1994, cuando la aerolínea aún se llamaba Lan Chile, y comandó la compañía hasta el año 2012, sabe de esto: ahí formó una estrecha relación con Enrique Cueto.
“Desde hace al menos 15 años que Enrique tiene una visión global de Latam: incorporando prácticas de nivel mundial, que no solo consideran a los empleados, sino que a la sociedad”, señaló Awad, a quien no le sorprendieron los dichos de Cueto sobre el rol del empresario local. Y pone un ejemplo: “El nivel con el que Lan bajó las tarifas les dio acceso a muchas personas a volar como si fuera un bus provincial; el mercado aéreo chileno pasó de 2 millones a 15 millones”.
“La verdad es que las prácticas internacionales siempre fueron una viga fundamental en Lan; y eso involucró no solo una preocupación por la sociedad, por la equidad, sino además por otros temas como el medio ambiente. Esta empresa empezó hace muchos años con todo el tema de la preocupación por las emisiones de carbono. Así, en definitiva, esta compañía compitió con las mejores prácticas de la aviación mundial y se transformó en una empresa ciudadana, no solo comercial”, profundiza.
La relación con Piñera
Junto con el mea culpa que realizó el director de Latam Airlines sobre el rol de los privados en el contexto social que vive el país, el empresario también apuntó al sector público. “Yo creo que tanto el Estado no ha estado a la altura como muchas veces también las empresas tenemos mucho que decir, sobre todo las más grandes e históricas; es ahí que fallamos en algunas cosas con nuestra gente”, fueron sus palabras.
Según el círculo más íntimo de Enrique Cueto, quien no estuvo disponible para este reportaje, está muy “decepcionado” con la gobernanza de la administración liderada por su ex socio en la aerolínea, Sebastián Piñera.
Una fuente que ha participado en los almuerzos familiares cuenta que un ejemplo de ello es que, hoy por hoy, el empresario no emite comentarios cuando se critica alguna medida o jugada política del actual gobierno. “Antes, sin ser el más cercano de los hermanos Cueto al presidente Piñera (es su hermano Ignacio de quien Piñera es amigo), lo defendía; hoy se queda callado”, dice la misma fuente.
De sus otros hermanos, se dice que Ignacio es más de derecha y Juan José más cargado a la izquierda. Sobre su hermana Esperanza -destacó un cercano al clan- poco se sabe de la influencia que habría tenido su esposo, el empresario Max Marambio, quien fue cercano a Fidel Castro. Sí es reconocido que de todos es ella quien más ha cultivado un perfil en temas sociales. Esto, principalmente a través de Comunidad Mujer, organización que impulsa políticas para aumentar la representación de las mujeres en la política y que fundó en 2002, siendo su presidenta por más de 11 años; hoy es su past president.
Más allá de las afinidades políticas, cercanos a Enrique destacan que en el último tiempo se ha dedicado a conversar con una diversidad de personas de distintas tendencias partidistas. “Uno se da cuenta que no somos tan distintos”, dijo en el seminario de Icare, donde planteó que hay que dar por sentado que no hay blancos ni negros, que nada es absoluto, sino que estamos llenos de grises. Y que bajo esa lógica se deben logran acuerdos en beneficio del país.
“Yo estoy bastante preocupado de lo que está pasando en el mundo, pero hay que ponerle el hombro y pensar que las cosas van a salir adelante, escucharse, respetarse y pensar que no hay blancos o negros”, fueron las palabras de cierre de Enrique.