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Personaje

Tim Draper y el fenómeno de la IA: “Los fabricantes de látigos para carruajes también tuvieron miedo de la aparición de vehículos autónomos”

Tim Draper y el fenómeno de la IA: “Los fabricantes de látigos para carruajes también tuvieron miedo de la aparición de vehículos autónomos”

El gurú en Silicon Valley analiza sus comienzos en la industria VC, comenta su método de inversión y desmenuza el boom de plataformas como ChatGPT. También opina sobre Chile: “He visto el surgimiento de muchas empresas interesantes”.

Por: Mateo Navas | Publicado: Sábado 22 de abril de 2023 a las 21:00
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En junio de 2014, cuando las criptomonedas todavía eran ignoradas por gran parte de los inversionistas de riesgo, Timothy Draper, de 55 años, sorprendió al mercado al desembolsar US$ 19 millones por 29.656 bitcoins en un remate organizado por los US Marshals.

Tres meses después, cuando ese activo sólo costaba cerca de US$ 700, Draper afirmó a Fox News que en tres años superaría los US$ 10.000. Pocos le creyeron, pero tuvo razón: en noviembre de 2017 bitcoin sobrepasó esa meta. Hoy, esas casi 30 mil unidades que adquirió en la subasta cuestan cerca de US$ 900 millones.

A pesar de ese acierto, en 2022 entregó una proyección aún más arriesgada (y errada): para finales de ese año cada bitcoin costaría US$ 250 mil. Hoy, sin embargo, apenas valen US$ 30 mil.

Esa es, quizás, la historia que mejor resume el estilo de Tim Draper (64), el “gurú” de Silicon Valley que ha invertido en empresas como Hotmail, Skype, Tesla, SpaceX, Twitter, DocuSign, Coinbase, Robinhood y Twitch, pero que también ha tenido apuestas fallidas como Theranos, la startup de Elizabeth Holmes que ofrecía tests genéticos con una baja muestra de sangre y que cayó en desgracia luego de que se probara que gran parte de su tecnología era falsa (ver recuadro).

El préstamo de US$ 6 millones

Para entender la historia de Draper, hay que conocer su pasado. “Mi abuelo (William Henry Draper II) fue el primer inversor de venture capital de Silicon Valley, y mi padre (William Henry Draper III) también fue un pionero en la industria, por lo que estuve expuesto al sector desde una temprana edad. En un principio quería convertirme en emprendedor, pero me di cuenta de que no contaba con el enfoque puro que se requería para llevar una idea hasta el final. Sin embargo, el capital de riesgo resultó perfecto para mí”, recuerda.

Sus comienzos en la industria del venture capital ocurrieron a finales de la década de los ‘80, después de su paso por el MBA de Harvard y el banco de inversión Alex. Brown & Sons.

Para partir, pidió un préstamo de US$ 6 millones al programa gubernamental de Compañías de Inversión en Pequeños Negocios (SBIC, por sus siglas en inglés). “Los primeros años fueron difíciles y la SBIC estaba a punto de cancelar mi préstamo. Pero logré superarlos y, eventualmente, alcancé una serie de éxitos”, relata desde su oficina en California.

¿El primero? Parametric Technology, una empresa de desarrollo de software fundada en 1985 y basada en Boston que sigue existiendo hasta hoy. “Esa fue la firma que pagó todo el préstamo y más”, comenta.

De ahí en adelante, decidió dedicarse a tiempo completo al venture capital. 

El método Draper

Draper, que vive en Menlo Park, California, cuenta que diariamente se junta con ocho emprendedores de distintas industrias. “Ellos me dicen cómo será el futuro y tomo la mayoría de mis proyecciones de ellos”, reconoce.

Pero para invertir en una startup, comenta, se basa en la simulación Monte Carlo, una compleja técnica matemática que estima los posibles resultados de un suceso incierto y que se ocupa para evaluar el riesgo en los precios de las acciones, previsión de ventas y gestión de proyectos, entre otros.

“Invierto en una gran cantidad de nuevas empresas sabiendo que algunas de ellas podrían quebrar. En cuanto a los rendimientos de mis inversores, confío en esos pocos valores atípicos exitosos. Mi disposición a invertir con cierta incertidumbre me permite un mayor éxito. Tesla, SpaceX, Skype, Baidu, Hotmail, PTC y muchas otras fueron inversiones semilla donde operaba con mucha incertidumbre, que resultaron ser muy exitosas”, reflexiona.

Pero también pone atención a los fundadores: “Invierto en aquellas personas que buscan ingresar a industrias con nuevas tecnologías para que los consumidores sean más felices. Además, me gustan los empresarios que desafían a los oligopolios que brindan un servicio deficiente a costos elevados. Me agrada la gente que tiene la confianza y el valor para alcanzar éxito contra viento y marea”.

¿Su inversión favorita? Hotmail, que realizó en 1996. “Este proyecto fue particularmente sorprendente porque permitió que personas de todo el mundo pudieran comunicarse de forma gratuita y, al hacerlo, ahorraba una enorme cantidad de recursos (árboles, gas, etc.). Se me ocurrió el concepto de marketing viral en Hotmail, que ahora se ha utilizado de varias formas para distribuir productos y servicios en todo el mundo más rápido que nunca”.

Mercado seco e inteligencia artificial

A pesar de sus éxitos en Silicon Valley, desde que comenzó la pandemia Draper no ha tenido inversiones con alta repercusión. ¿Una de las razones? La desaceleración en la industria del venture capital. “Hoy, en nuestro mercado bajista, las startups se encuentran con dificultades al momento de recaudar dinero. Es por esta razón que deberán ser más creativas y obtener dinero de los clientes y las empresas”, explica.

Sumado a esto, Draper indica que “cada vez son más las empresas que emergen alrededor del mundo, por lo que la competencia aumenta considerablemente. En este contexto, es necesario que las startups puedan pensar, trabajar y maniobrar mejor que sus competidores para destacarse”.

A pesar de ello, comenta que ya está viendo con interés las compañías que ofrecen servicios de inteligencia artificial. “Es extraordinario, estoy muy entusiasmado con las posibilidades que brinda al mundo Chat GPT y otras tecnologías relacionadas”, explica.

-Pero algunas personas tienen miedo de sus capacidades...

-Imagino que los monjes que escribieron a mano la Biblia debieron tener miedo de las capacidades de la imprenta, y los fabricantes de látigos para carruajes tuvieron miedo de la aparición de vehículos autónomos. La gente solía decir: “Si el hombre estuviera destinado a volar, tendría alas”.

“En el futuro, espero que los early stage VC sigan siendo una forma de arte y que los late stage VC sean manejados principalmente por bots de inteligencia artificial, que hagan de todo: desde hacer preguntas clave, detectar emociones y mentiras en las respuestas, analizar la base de clientes y datos proporcionados por encuestas, y tomar decisiones en base a todos los datos disponibles sobre la empresa y otras alternativas de inversión”, complementa.

Latam: “Los países que propugnan el socialismo se hundirán”

La mayoría de las inversiones de Tim Draper están basadas en Estados Unidos. No obstante, a través de su universidad (Draper University, fundada en 2012) ha potenciado programas de aceleración en Latinoamérica que lo han acercado a la región. De hecho, en marzo pasado concretó su segunda versión del Draper Startup House -un reconocido programa de aceleración realizado en conjunto con Mountain Partners- en Viña del Mar, que congregó a decenas de emprendedores de toda Latinoamérica.

"Somos un hub global de fondos que se asoció con un pequeño fondo que habíamos armado con un grupo de compañeros de la Universidad de Columbia, primero en Chile y después en Colombia y México. Finalmente nos fusionamos con Mountain Partners en 2016.”, expresa a DF MAS Santiago Caniggia Bengolea.

“Estoy muy entusiasmado con el potencial en América Latina. Los emprendedores aprenden de las mismas fuentes que lo hacen ahora en otras partes del mundo (Google, ChatGPT, etc.), por lo que la creatividad puede darse en cualquier parte. Los mercados de América Latina son inmensos. La gente es dinámica. Definitivamente la región se encuentra madura para un renacimiento”, explica Draper.

También, en 2019, viajó a Chile y Argentina, donde se reunió con Sebastián Piñera y Mauricio Macri.

-¿Qué piensa sobre el estado actual de la industria de capital de riesgo en Latinoamérica?

-Depende. He descubierto que las economías más grandes provienen de los países que crean confianza y libertad en su gente. Las economías más débiles provienen de los países que intentan decirle a su gente lo que tiene que hacer. Así que los países que propugnan el socialismo se hundirán, y los países que liberan a su pueblo con el capitalismo y la libertad prosperarán en las próximas tres o cuatro décadas. Un buen indicador de la libertad de un pueblo es cómo trata el gobierno al bitcoin. Aquellos que fomenten la innovación bancaria serán los grandes ganadores de las próximas décadas.

-¿Y Chile?

-Chile es un país bien educado, con visión de futuro. Fueron los primeros en privatizar la seguridad social, por ejemplo. Crearon Start-Up Chile para hacer saber al mundo que estaban abiertos a los negocios. Esa visión de futuro hace que haya mucha creatividad en el mundo de las startups chilenas. He visto el surgimiento de muchas empresas interesantes en Chile, y espero ver muchas más.


Lo que ha dicho sobre Theranos: “Ella no mintió”

La simulación de Monte Carlo, el método matemático que ocupa Tim Draper para evaluar sus inversiones, no funcionó con Theranos, la empresa de tests biológicos con pequeñas dosis de sangre que nació en 2003 y que, 15 años después, pasó a ser el ícono de las estafas en Silicon Valley, luego de que su fundadora, Elizabeth Holmes, fuera imputada (y luego condenada) bajo los delitos de fraude y conspiración. En noviembre de 2022 los tribunales de Estados Unidos la sentenciaron a más de 11 años en la cárcel.

Draper fue uno de los primeros inversionistas de Theranos (startup que llegó a valer más de US$ 10.000 millones). Él era vecino de la familia Holmes en California y una de sus hijas, Jesse, fue la mejor amiga de la fundadora de la compañía.

A diferencia de otros inversionistas, Draper apoyó durante largos años a Holmes. En 2018 dijo que fue “intimidada hasta la sumisión” y el año pasado, en una entrevista con Fortune, aseguró que “ella no me mintió”.

“Yo era un inversor. Perdí toda mi inversión. Y sigo teniendo el máximo respeto por lo que ella estaba tratando de lograr, todo el trabajo que puso, todas las cosas que estaba tratando de hacer por el mundo...”, explicó en esa oportunidad.

El desconocido empresario detrás de 5 “famosos” exits

Héctor Gómez se inició en el mundo tecnológico en los años ‘70. Dicom, Payroll e IMED son algunas de las compañías que ha cofundado, hecho crecer y vendido a players globales. Fue socio de Sonda durante más de dos décadas y del empresario Isidoro Quiroga, quien acaba de vender su porcentaje en Grupo Sable, la matriz a través de la cual Gómez maneja todas las empresas. Hace poco menos de un mes, tuvo su último exit: la venta del software de RRHH Rex+ a la gigante noruega Visma. Esta es su historia.

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