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Chileno demanda a banco de FTX en EEUU: acusa negligencia, estafa y conspiración civil
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"La vida como empresa de criptomonedas se puede dividir en un antes y después de Silvergate: es difícil medir hasta qué punto revolucionó la banca para las empresas de blockchain”. Con esa frase, de Sam Bankman-Fried, comienza una extensa demanda en contra de Silvergate Capital Corporation, la matriz del banco más cotizado por las empresas de criptomonedas más grandes del mundo, como Coinbase, Circle, Kraken, Gemini, Crypto.com y FTX.
Esta última, a mediados de noviembre de 2022, colapsó, se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, y dejó a millones de usuarios con pérdidas que superan los billones de dólares. Actualmente su fundador -Sam Bankman-Fried, el segundo mayor donante del Partido Demócrata en EEUU- arriesga 115 años de cárcel.
Pero FTX y Sam Bankman-Fried no son los únicos que están enfrentando cargos en la justicia norteamericana. Silvergate también está recibiendo una serie de querellas por su supuesto rol en el colapso del exchange. De hecho, en diciembre la senadora demócrata Elizabeth Warren, en conjunto con dos senadores republicanos (John Kennedy y Roger Marshall) solicitó información sobre la relación del banco con las empresas de Bankman-Fried (FTX y su hedge fund Alameda Research). El banco cotiza en la Bolsa de Nueva York y desde noviembre de 2022 sus papeles han caído 76%.
Una de las querellas que enfrenta Silvergate -y que se está tramitando en la corte distrital sur de California- la interpuso un chileno: José Tomás Sepúlveda Zuleta, un historiador graduado de la Universidad Católica de Valparaíso y que actualmente trabaja como editor en la revista de la Armada de Chile, la segunda más antigua de mundo. Él, sin embargo, no está solo: lo acompañan otros dos ciudadanos estadounidenses: Michael Lehrer y Tristan Newman, quienes también se vieron afectados por el colapso de la plataforma.
Fue el 1 de diciembre de 2022 cuando ingresó la demanda en contra de Silvergate y cuatro de sus más altos ejecutivos: Alan Lane, CEO; Christopher Lane, CTO (e hijo de Christopher); Tyler Pearson, gerente de riesgo; y Jason Brenier, director de finanzas y contabilidad. En ella los acusan de estafa, negligencia, conspiración civil y ocultamiento fraudulento, entre otros delitos.
¿Pero por qué demandaron a Silvergate y no a FTX? Esta es la razón.
El desconocido rol de Silvergate
Sepúlveda, Lehrer y Newman -apoyados por los estudios Fitzgerald Joseph LLP y Blood Hurst & O'Reardon LLP- decidieron, en distintas fechas, invertir en FTX. El chileno, por ejemplo, comenzó en mayo de 2022 y hasta diciembre pasado no podía -según aparece en la demanda- retirar los US$ 4.500 que tenía en el exchange. Lehrer, por otro lado, tampoco pudo extraer sus US$ 323 mil, mientras que a Newman se le retuvieron US$ 15.000.
Sucedido esto, interpusieron la demanda, que está llena de recortes, notas al pie y pantallazos de tuits e incluso conversaciones privadas de Sam Bankman-Fried. El objetivo de este material es probar el estrecho vínculo entre el banco y la plataforma cripto.
“Silvergate y sus ejecutivos fueron cómplices y responsables de algunas pérdidas fraudulentas porque, incumpliendo sus obligaciones reglamentarias de conocimiento del cliente y de lucha contra el blanqueo de capitales, permitieron que FTX dirigiera depósitos de clientes a Alameda Research, un hedge fund que es una entidad totalmente independiente, también propiedad del fundador y director ejecutivo de FTX, Sam Bankman-Fried”, se destaca de la demanda.
¿Qué quiere decir esto? En simple, las personas que querían operar en FTX tenían que realizar una transferencia a una cuenta del banco. El destinatario, sin embargo, no era FTX, sino que Alameda Research. Esto, dicen, era algo importante para Silvergate, ya que ambas partes “mantenían una estrecha relación”: “Aunque Silvergate tiene aproximadamente 1.500 clientes, FTX representaba casi el 10% de los depósitos de Silvergate, lo que convertía a FTX en uno de sus clientes más importantes”.
La gravedad de esta práctica, explican en la acción judicial, es que podría haber permitido un posible lavado de dinero de FTX a través de Alameda Research. “Un due dilligence habría revelado actividades sospechosas y exigido la presentación de informes. Por ejemplo, sería extremadamente inusual y sospechoso que un hedge fund recibiera el elevado volumen de transferencias o depósitos, en cantidades relativamente pequeñas, de un gran número de personas distintas”, explican.
“Silvergate se benefició de los depósitos que los clientes de activos digitales dejaban en su red, que aumentaron significativamente a medida que crecía el negocio de FTX. A finales de septiembre de 2022, esos depósitos representaban el 90% de la base total de depósitos del banco, que ascendía a US$ 11.900 millones”.
Y agregan: “Debido a que su fortuna estaba tan ligada a FTX, el precio de las acciones y la capitalización bursátil de Silvergate han caído precipitadamente, a aproximadamente 21 dólares por acción en el momento de la presentación de esta demanda (una caída de aproximadamente el 90% desde su máximo)”.
Y concluyen: “Silvergate incurrió en numerosas omisiones con el fin de inducir confianza y llevar a los consumidores a depositar fondos en lo que en definitiva era un esquema Ponzi”.
Entre otras cosas, en la acción judicial solicitan al tribunal “una orden que exija a los demandados la devolución de todo el dinero, ingresos y beneficios obtenidos por medio de cualquier acto o práctica ilícita”, además de exigirle a Silvergate “el pago de daños compensatorios y daños punitivos”.
Hasta ahora, Silvergate no ha contestado oficialmente la demanda, que ya acumula más de 10 entradas. El banco y los ejecutivos demandados tienen hasta el 15 de febrero para presentar una respuesta unificada.