Muy buenas noches México, somos Los Bunkers de Chile y estamos de vuelta”. De esa forma Álvaro López presentó a la banda el pasado jueves 8 de junio ante un repleto Auditorio Nacional, en el corazón de Ciudad de México (ver recuadro).

Las palabras del vocalista de la banda de rock chilena no fueron improvisadas. De hecho, dijo algo similar en el Santa Laura de Santiago y en el Ester Roa en Concepción en marzo. “Los Bunkers están de vuelta. No sólo se juntaron para un tour. Volvieron con todo lo que significa revivir un grupo musical: nueva música, videos y tours”, comenta un estrecho colaborador del quinteto nacional. 

La banda, oriunda de Concepción, nació en 1999 gracias a cinco jóvenes fanáticos de The Kinks, The Beatles y The Who. Debutaron en la Universidad Técnica Federico Santa María de Talcahuano y, desde ahí, fueron cosechando éxitos: primero en la región del Biobío, después en Santiago y luego en México. Pero antes de 2014 existió una “fatiga de material” entre los integrantes de la banda, por lo que decidieron entrar en un receso indefinido. Nunca se separaron, sólo fue una pausa, se les ha escuchado decir en múltiples oportunidades.

Hace cuatro años la posibilidad de retornar a los escenarios volvió a surgir. Pero para concretarlo, debían prepararlo con calma.  

Partieron en 2019, semanas después del estallido social, con un concierto gratuito en Plaza Italia al que acudieron más de 30 mil personas, y repitieron el mismo en la explanada de la Universidad de Concepción. Luego, a principios de 2021, ficharon al uruguayo Tabaré Couto como su mánager: con él comenzaron a delinear los principales hitos de su vuelta a los escenarios, además de solucionar problemas operativos, como el reordenamiento de la propiedad de su discografía.

Couto tiene una amplia experiencia en la industria musical chilena: fue gerente de nuevos negocios en Ibero Americana Radio Chile y también ejecutivo en la oficina local de Warner Music. Además es socio de Outside The Box, empresa que también se hace cargo de labores de producción de la banda penquista. 

Cuando ya tenían todo en orden, a inicios de 2022 anunciaron su retorno oficial con conciertos en Santiago y Concepción. Y a finales de ese mismo año arrendaron una casa en Providencia para practicar durante más de siete horas al día su repertorio. En paralelo, escribieron, compusieron y grabaron nueva música. Parte de ese trabajo lo hicieron en Sonic Ranch, el estudio residencial más grande del mundo, ubicado en el sur de Texas y que ha recibido bandas como Bullet for My Valentine, Portugal The Man, Bon Iver y Band of Horses. 

En las últimas 15 semanas Los Bunkers han publicado tres nuevas canciones (Rey, Bajo los árboles y Calles de Talcahuano), las cuales, según conocedores, podrían formar parte de un nuevo disco. Sin embargo, comenta un colaborador, no existe algo concreto todavía. “No hay un setlist, tampoco un concepto. Hay muchas canciones grabadas y está la intención de crear algo, pero no hay nada seguro todavía”, adelanta.  

 

Desde el círculo cercano a Los Bunkers descartan que su retorno se haya dado por un factor económico. Los cinco integrantes de la banda tenían proyectos personales que estaban avanzando en una buena dirección (y que siguen activos). “Se juntaron porque querían volver a tocar y a lanzar nueva música”, explica un productor. 

¿Pero quién tomó la decisión del retorno? Los cinco estuvieron de acuerdo para volver, sin embargo, gran parte del proyecto pasó por los hermanos Francisco y Mauricio Durán. “En Los Bunkers hay dos familias: los López (Álvaro y Gonzalo) y los Durán. Estos últimos son los que tienen más influencia”, aclara un colaborador de la banda.

¿Y qué significa un retorno de Los Bunkers en cifras? Por ejemplo, en Chile vendieron 120 mil entradas en sólo cuatro conciertos (dos en el Santa Laura, uno en el Ester Roa de Concepción y otro en la Quinta Vergara), lo que significa un récord para el estándar chileno.

Hay que remontarse a Los Prisioneros para ver cifras similares, se escucha en el rubro. 

Un experto en esta industria calcula que los ingresos percibidos en total en aquellas funciones en Chile -si se toma un precio promedio de $ 35 mil la entrada- bordearían los $ 4.200 millones (unos US$ 5,2 millones). 

De ahí, hay que descontar el trabajo de la ticketera, productora (La Oreja), arriendo del estadio, staff, luces, sonido, pre-producción, camarines, catering, diseño de imágenes, viajes, ensayos y cámaras. 

Y aparte de eso, es fundamental tomar en cuenta los gastos en producción musical y grabación de videoclips, entre otros. De todas formas, se comenta en la industria, todo concierto “sold-out” está pensado para ser un buen negocio.

Más allá de los conciertos, los números en la arena digital también son auspiciosos: acumulan 2,8 millones de oyentes mensuales en Spotify y sus nuevas tres canciones acumulan 3 millones de reproducciones en YouTube (cada una con un videoclip). También hay que contar, explican conocedores, otros ítems, como libros (Historia gráfica de Los Bunkers, publicado en 2022), discos y vinilos. 

De hecho, el año pasado estrenaron la reedición de su primer álbum producido por la firma chilena de vinilos Selknam Pressing. El sello a cargo fue Cinco Perros Producciones, el cual, según entendidos, les pertenece a ellos mismos, lo que significa un alejamiento paulatino a los major labels, como Sony y Universal. “Esto es un proyecto nuevo que acaba de nacer”, explica un conocedor. 

A diferencia de discos anteriores, es la primera vez que el quinteto penquista lanza su propia compañía discográfica formal. Sobre esta decisión, un productor comenta: “El objetivo de esta empresa es administrar su discografía, comenzar a ordenar todo. La idea es realizar la administración de los ingresos y reproducciones que tienen en sus plataformas. Ellos administran el patrimonio ‘bunker’”.

Pero eso no es todo. Están reeditando el álbum Velocidad de la luz y están analizando la coadministración del vinilo de Barrio Estación, lanzado por Universal. La idea es pasar a una gestión conjunta con el gigante norteamericano, señala una fuente, ya que la remasterización estuvo a cargo de la banda. También están detrás del material exclusivo para fans, como fue el inédito disco de su show en vivo en The Roxy, un icónico club en Los Angeles, California.

La decisión de emprender con un sello propio habría sido influenciada por la experiencia que tuvieron los hermanos Durán con República Independiente de Música Popular, su propia compañía discográfica para la banda Lanza Internacional, el power trío que la dupla chilena mantiene con el mexicano Ricardo Nájera: primero editaron un álbum homónimo (de 2017) y cinco años después hicieron lo mismo con Frente. 

Pero también influyó la experiencia que tuvieron Gonzalo y Álvaro López con su banda LÓPEZ, la cual manejaron como un emprendimiento: hicieron trabajos de marketing, producción, entre otros. 

El nombre de Cinco Perros hace una directa alusión a ellos mismos, además de a su disco Vida de perros, de 2005, el cual catapultó su éxito internacional. Esta empresa también jugó un rol importante en la producción de sus conciertos en Chile. De hecho, aparece como parte de la producción de los shows en Santiago y Concepción. 

 

Durante las dos fechas del concierto de Los Bunkers en el Santa Laura se instalaron más de 10 cámaras en distintos puntos del estadio. Los fans miraban con dudas.

“¿Se transmitirá en vivo?, decían algunos. Abajo, en cancha, estaba Chalo González, uno de los ingenieros más cercanos a la banda, quien tenía una misión: la grabación del sonido en vivo. Según comentan entendidos, el quinteto nacional estaría trabajando en una producción de “su vuelta”, que podría tomar distintas formas. “Puede ser un disco, DVD, Blu-Ray, un streaming, o todo eso junto”, explica un conocedor.

La posibilidad de llegar a una plataforma de streaming -como Amazon Prime o Star Plus- es real, pero requeriría mucho tiempo en las negociaciones. Lo cierto es que recién está comenzando el trabajo de recopilación de material. 

¿Y el disco? No hay nada seguro todavía, pero lo cierto es que ya tienen más música para seguir estrenando. 

Por ahora quieren enfocarse 100% en sus próximos shows. Zaragoza, Dallas, Bogotá y Chicago se asoman como algunas de las ciudades que la banda chilena visitará entre agosto y septiembre.

Lo harán en solitario y también en festivales: en la ciudad española estarán en el ViveLatino, show que congrega a más de 40 mil asistentes en un solo fin de semana, mientras que en la ciudad de Illinois asistirán al Ruido Fest, uno de los eventos de música en español más importantes de Estados Unidos.

“En sólo seis meses llegarán a casi 300 mil personas. ¿Qué artista chileno ha hecho eso desde Los Prisioneros?”, dice un colaborador.

El Auditorio Nacional de la Ciudad de México, donde no cabían más espectadores en las 10 mil butacas, se vino abajo en gritos cuando Los Bunkers abrieron su show con “Miéntele”.

Es extraño lo que ocurre con esta banda en México. Aunque en general los artistas chilenos son bien valorados en estas tierras –Mon Laferte, La Ley, Myriam Hernández-, con el quinteto penquista es especial. Une a más generaciones, y hace que tras casi una década sin tocar en escenarios, las entradas se acaben en minutos.

Llenaron teatros y auditorios en diversas zonas del país: Ciudad Juárez, Guadalajara, León, Toluca, Puebla, Cuernavaca, Querétaro. Y aunque Oaxaca era la parada final este 21 de junio, han seguido agregando fechas.

Esa noche de 8 de junio era la segunda consecutiva que tocaban en el “Coloso de Reforma”, como le dijo Álvaro López al Auditorio, y era primera vez en su carrera que presentaban sus grandes éxitos ahí. Sonó “Calles de Talcahuano”, que salió hace apenas unos días. O clásicos como “Miño” o “Llueve sobre la ciudad”.

En el escenario, la energía es desbordante. Se nota que son un grupo de hermanos y amigos tocando de memoria desde hace tantos años. Entre tanto, las 10 mil personas les gritan “Olé, olé, olé, Bunkers, Bunkers”, mientras empieza a sonar “Nada nuevo bajo el sol” o “La exiliada del sur”, poema de Violeta Parra musicalizado por Patricio Manns.

Los rockeros conocen bien a su público y logran que la audiencia manifieste en medio del show rivalidades históricas entre estados del país. “¿Pueden gritar más fuerte que en Monterrey?, ¿Y le pueden ganar a Guadalajara?”, les preguntó el vocalista con su guitarra al hombro. “Los extrañábamos, muchachos”, les confiesa Francisco Durán durante el espectáculo en la tierra azteca.