Por dentro
Glassdoor, la plataforma para startups que revela lo que nadie se atreve a decir
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“Te mereces un trabajo que te ame de vuelta”. Ese es el slogan de Glassdoor, la desconocida pero longeva startup estadounidense que fue eclipsada por el éxito de LinkedIn, pero que en los últimos años está dando qué hablar.
A diferencia de su principal competidor -cuyo foco es concretar conexiones laborales-, acá los relatos son anónimos. Por lo mismo, abunda la honestidad, la transparencia, y a veces, el enojo. Y aquello no deja indiferente a nadie. Sobre todo, a las compañías tecnológicas, el principal blanco de análisis.
Existen testimonios de funcionarios que cuentan su experiencia trabajando para Google, los programadores de Facebook revelan los difíciles horarios, y los ejecutivos de Apple dan a conocer cuánto ganan al año.
En Twitter, por ejemplo, los empleados cuentan cómo cambió la compañía desde que Elon Musk asumió como CEO en octubre pasado. “Recientemente se ha despedido a un gran número de empleados por motivos poco claros. No hay una visión firme de la empresa ni OKRs (objetivos y resultados clave, por sus siglas en inglés), la cultura del trabajo es intensa. Despidos en mitad de la noche, correos electrónicos de la dirección a cualquier hora. En general, es el peor ambiente de empresa que he visto después de una década en firmas tecnológicas. La empresa parece estar en una espiral descendente”, escribió el 16 de diciembre un senior program manager de la bigtech.
De un error a ser unicornio
Fue en 2007 cuando el fundador de Expedia, Rich Barton, le dijo a Robert Hohman, un joven programador graduado de Stanford, que -por accidente- había dejado los resultados de una encuesta de empleados en la impresora de la oficina de la conocida agencia de viajes. Con esta anécdota, ambos comenzaron a pensar qué habría pasado si los resultados hubieran salido a la luz pública. Esa fue la idea inicial que catapultó el desarrollo de Glassdoor.
Meses después se sumó Tim Beese, un ex programador en Expedia. Los tres, en 2008, y con un levantamiento de US$ 3 millones, desarrollaron la página web de Glassdoor e instalaron las oficinas centrales en Mill Valley, California, a 23 kilómetros de San Francisco. El éxito fue lento, pero captó a un público específico, ávido por reseñas sinceras de compañías tecnológicas de Silicon Valley.
Diez años después, con 41 millones de usuarios únicos y con una valoración superior a los US$ 1.000 millones, fueron adquiridos por Recruit Holdings, un gigante de los recursos humanos basado en Japón, por US$ 1,2 billones.
Lo primero que ofrece Glassdoor al entrar a su página web es explorar trabajos, compañías, salarios y carreras. Sin embargo, su principal función es su exhaustivo análisis sobre empresas tecnológicas: cada una cuenta con una calificación que va de una a cinco estrellas. Esa puntuación está basada en las opiniones de empleados, socios y excolaboradores. Para asegurar la confianza, informa la plataforma, la empresa aludida no puede “alterar o borrar las reseñas” de los trabajadores.
Por ejemplo, al cierre de esta edición, Apple tiene una calificación de 4,2 estrellas, donde el 91% aprueba a Tim Cook como CEO y el 83% le recomendaría la empresa a un amigo. Amazon, por otro lado, obtiene una puntuación de 3,8 y el 80% valida a Andrew Jassy como director ejecutivo. ¿Y en Twitter? Las cosas son distintas: solo el 19% aprueba la gestión de Elon Musk al mando de la red social.
Fintual, NotCo, Betterfly y Cornershop
En Chile la escena de startups en Glassdoor también es extensa. Si bien no todas las compañías tecnológicas tienen perfiles activos (como Examedi, Fintoc y Plutto), hay otras, en especial las con más valoración y trabajadores -como NotCo, Fintual, Betterfly, Xepelin-, que acumulan decenas (o incluso cientos) de reseñas (ver tabla).
Una de las empresas con mejores resultados es Fintual, que cuenta con una calificación de 4,7. Algunos de sus empleados afirman que “es una de las mejores compañías para trabajar en Chile y México” y que siempre “te está desafiando”. Otras reseñas destacan que existe “cierta fricción para despedir a los empleados que no rinden bien cuando está claro que deberían irse”.
NotCo, por otra parte, tiene una calificación de 4,0 y el 74% de los participantes recomendaría la empresa a un amigo. En una de las reseñas más actuales un trabajador comenta, en inglés, que “es una empresa de rápido crecimiento en la que es muy interesante trabajar. Tiene un propósito genuino, gente con mucho talento y un ambicioso equipo directivo que la impulsa”.
En otras opiniones se comenta que existe una alta carga de trabajo y que a veces existen cambios bruscos, algo común en las startups. Por el lado de la renta, se transparenta que un científico puede ganar US$ 10 mil mensuales, mientras que un analista de comercio internacional US$ 8 mil.
Betterfly es una de las empresas que más reseñas tiene. Su calificación es de 3,1 y el 48% la recomendaría a un amigo. Una de las últimas reseñas (del 21 de diciembre) es de un trabajador de Brasil que explica que uno de los puntos positivos es “el trabajo en equipo, cultura, beneficios y trabajo flexible”.
En otra opinión -redactada en junio de este año- se explicita que si bien “se encuentran muy buenos compañeros con los que trabajar”, existe un “doble estándar sobre la política de trabajo a distancia”, además de una “falta de comunicación y claridad en relación con las evaluaciones y los objetivos”.
Cornershop acumula más de 480 reseñas, la mayoría positivas (tiene una puntuación de 4,3 estrellas). Empleados rescatan los salarios, mientras que critican los horarios y la flexibilidad. Políglota, por su parte, acumula una calificación de 4,1. La reseña más reciente es de una persona que menciona el “ambiente positivo”, pero que alerta que no hay “oportunidades de crecimiento y atrasos en salarios”.
Xepelin, por su parte, obtiene una nota de 3,8 y su CEO, Sebastián Kreis, tiene una aprobación del 68%: muchos celebran la cultura interna, pero extrabajadores comentan que la firma es “inestable” y “desordenada”. Buk cuenta con una nota de 4,3 y sus empleados celebran la política de trabajo remoto, pero cuestionan su escala de salarios. Y Houm obtiene 3,5 estrellas: se destaca por su flexibilidad, pero en una reseña del 21 de diciembre se comenta: “Poca o ninguna planificación estratégica. La comunicación del liderazgo es engañosa”.