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Nicolás Noguera, exgerente general de Odisea: “Lo que me mantuvo a su lado por tantos años fue sentir que estaba al lado de un hombre bueno”
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“El Presidente Piñera vivió mil vidas en una. Su partida es demasiado precoz, pero sus huellas son profundas e indelebles.
Para Chile, fue un demócrata ejemplar. Senador, Presidente de RN y dos veces Presidente de la República. Sin duda la figura histórica más importante de la centroderecha. El Presidente que lideró la reconstrucción, rescató a los mineros, salvó miles de vidas por su manejo de la pandemia, generó crecimiento y empleo e impulsó leyes que han mejorado la calidad de vida de todos los chilenos.
Una persona que dedicó su energía, inteligencia y experiencia a hacer de Chile un mejor país. Una persona que no conoció el rencor y que siempre buscó el diálogo, entendiendo que el objetivo de mejorar las vidas de sus compatriotas era lo realmente importante.
No siempre fue comprendido, pero tengo la certeza personal de que siempre buscó el bien común. Su popularidad tuvo altos y bajos, pero las muestras de cariño que hemos visto en estos días parecen augurar que la historia será más justa con él de lo que muchos fueron cuando gobernó.
Para los que tuvimos el privilegio y honor de trabajar con él, fue siempre un guía que ejercía su liderazgo, no por su posición de poder, sino que a través del ejemplo en el actuar. Un ejemplo de excelencia. Le gustaba que las cosas se pensaran e hicieran bien. Nos inculcó que para solucionar problemas complejos había que entender en profundidad los temas y esto solo se lograba estudiando, leyendo, preguntando y trabajando.
Y sin duda que le gustaba trabajar. ‘La suerte la tienen los que se levantan temprano y trabajan más’, solía decir parafraseando a J. Paul Getty. Era muy exigente, pero siempre justo y respetuoso de los espacios personales y preocupado del bienestar de los miembros de sus equipos. Y con todo su saber, experiencia y liderazgo, siempre estaba dispuesto a cambiar de opinión y girar el timón si se le convencía con argumentos sólidos. Todo esto y mucho más forma parte de la cultura que formó en las empresas familiares y que hoy persiste a través de su familia, amigos y todos quienes trabajamos con él y para él.
Para mí, en lo personal, fue sin duda la persona más importante en mi vida profesional. Lo conocí hace 22 años. Fue mi jefe, mi mentor y mi amigo. Confió en mí, siendo muy joven y me dio la responsabilidad de continuar su legado en un mundo que dejó de lado para dedicarse por completo a su país. Fuimos muy cercanos, pero a la vez guardamos siempre una sana distancia.
Nos apoyamos mutuamente en momentos difíciles y celebramos varias alegrías también. El hecho es que lo quise como se quiere a la familia, y en estos días el dolor profundo se mezcla con el orgullo de haber sido parte de su vida y una gratitud inmensa, que me habría gustado expresar mejor.
Voy a extrañar sus enseñanzas, su humor especial, nuestras conversaciones y también nuestras discusiones. Siento dolor por su partida temprana, en una etapa nueva de nuestra relación, y probablemente en su mejor momento personal, con su misma energía e inteligencia de siempre, pero con la sabiduría y la templanza que sólo los años otorgan, transformado por el amor a sus nietos y con más tiempo para dedicarle a su familia.
Aprendí mucho del Presidente Piñera; pero su mayor enseñanza vino de su ejemplo de amor incondicional a su familia y lo que me mantuvo a su lado por tantos años fue sentir que estaba al lado de un hombre bueno.
Nos dejó un grande, quizás el más, pero su ejemplo, trayectoria y obra quedarán grabadas en la historia de nuestro país y en las vidas de quienes tuvimos el honor de conocerlo.
Descansa finalmente. Te graduaste de esta vida con honores.
Descansa en paz querido Presidente Sebastián Piñera”