Click acá para ir directamente al contenido

Punto de partida

La app de caza talentos deportivos que nació en Chile y conquistó a Andrés Iniesta

La app de caza talentos deportivos que nació en Chile y conquistó a Andrés Iniesta

Benjamín Ruiz jugó en el histórico Colo Colo de 2006, pero no logró brillar. En 2009 tuvo su revancha y salió campeón con Everton, evitando el pentacampeonato de los albos. Se retiró a los 37 años y hoy, con 43, es el fundador de BTalentStar, una aplicación que encuentra talentos futbolísticos perdidos en el mundo y los conecta con clubes profesionales. Contactó al histórico mediocampista español, quien se sumó como socio y rostro de la startup.

Por: Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 19 de octubre de 2024 a las 21:00
  • T+
  • T-
Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Matías Fernández, Claudio Bravo y Claudio Borghi. Esos eran los compañeros de trabajo de Benjamín Ruiz en 2006. Y si no hubiera estado también Gonzalo Fierro en ese Colo Colo histórico, tal vez no sería esta la historia que llene estas páginas, ya que Ruiz podría haber sido el jugador titular de los albos. 

Lo que sí es real es que Ruiz (43) fue figura de Audax Italiano y campeón de Chile con Everton, y que actualmente es socio de Andrés Iniesta, el exfutbolista español campeón del mundo e histórico jugador del Barcelona. ¿Cómo llegó a eso? Aquí cuenta su historia.

A los 11 años, mientras Ruiz jugaba en una plaza, un vecino lo vio y habló con sus padres para llevarlo a probarse a Colo-Colo. Acto seguido, fue a ese club a mostrar su talento un fin de semana. Era una prueba masiva de dos mil niños.

Tuve la suerte de tocar la pelota, hacer una buena jugada y me seleccionaron para el día siguiente. Dos semanas después viajé a Puerto Rico a un campeonato y perdimos la final contra el Real Madrid, todo ese sueño en un mes”, recuerda el exfutbolista.

Ahí comenzó su carrera profesional. Tuvo paso por Audax Italiano, Colo Colo, Deportes La Serena, Palestino, O’Higgins, Everton, Ñublense y Unión la Calera. A los 37 años se retiró, pero “mucho antes ya estaba pensando en qué hacer cuando terminara mi carrera”, confiesa. 

Tuvo un negocio de galletas de barquillo que llevó a Chillán y a Viña. “Ahí empecé a aprender lo que era emprender, lo difícil que es conseguirse las lucas y cómo hay que esforzarse para que el negocio ande, porque depende 100% de ti”, apunta el ex jugador de Colo-Colo. También ha incursionado en el mundo de las escuelas de fútbol y talleres deportivos.
 

Primeros éxitos

En 2018 se asoció con su amigo de la infancia, el abogado Pablo Muñoz, quien venía de la fintech Keyou. La idea era crear una plataforma para conectar el sueño de un niño que quiere convertirse en futbolista profesional con los equipos de scouting de los clubes. Así nació BTalentstars. En la aplicación se presentaban una serie de ejercicios que los postulantes debían hacer y mandar videos.

Se acercaron a la UC con la idea y desarrollaron un piloto. “Generamos una serie de ejercicios que nos permitían poder reconocer si el postulante tenía las condiciones más o menos sobre la media para poder ir a probarse a una cancha”, dice Muñoz. En ese entonces era 100% gratuito.

Fueron perfeccionando la aplicación y llegó la pandemia. Eso aceleró aún más el proceso. La nula presencialidad y el hecho de que no se pudieran hacer pruebas para encontrar talentos, hizo que los fundadores de BTalentStar viajaran a Argentina, Colombia, México y Perú a firmar alianzas con clubes. Cerraron con el América, Tigre y con el grupo Orlegi, dueños de Santos y Atlas.

Lograron sus primeros dos casos de éxito. El primero, un niño de Penco que mandó un video grabado por su mamá en una cancha de tierra que al poco tiempo quedó seleccionado en la UC con 12 años. Su nombre es Franco Cáceres.

El segundo fue Lucas Muñoz, de Mariquina (Región de Los Ríos), hoy goleador histórico de las divisiones menores de la UC y seleccionado nacional sub 15. También postuló en la plataforma con un video grabado por su padre. 

Cerraron alianzas con Boca Juniors y Pachuca y a la fecha tienen más de 50 mil descargas y 25 mil perfiles de deportistas creados. Con el tiempo, los equipos fueron solicitando más información y “nos pidieron que hicieramos ejercicios por posición. Hoy tenemos actividades parametrizadas para reconocer talento”, afirma Ruiz. Hasta la fecha, todo había sido financiado por inversionistas ángeles y Entel.
 

Entra Iniesta

Fue hace dos años que Ruiz le escribió al campeón del mundo Andrés Iniesta por LinkedIn. Tenía pocas esperanzas de recibir una respuesta, pero a los dos días llegó.

El ex jugador de Everton le contó parte de su historia y le mandó un video de cómo funcionaba la aplicación. El astro español lo contactó con su agencia Never Say Never (NSN) y tras una serie de conversaciones remotas los fundadores chilenos viajaron por primera vez al equipo de NSN de Perú y México, donde validaron su plataforma.

Las conversaciones siguieron fluyendo y en enero de 2024 llegaron a un acuerdo con el español para que se integrara a la sociedad de la startup siendo además rostro de ella. Los chilenos le entregaron un porcentaje de la compañía.

Fue en marzo de este año que Ruiz y Muñoz viajaron a conocer por primera vez al ex mediocampista del Barcelona. Volaron a Dubái, donde actualmente reside la estrella española.

“Me acuerdo perfecto de la escena: llegó Andrés en su camioneta, con un par de zapatos en las manos, muy sencillo. Se bajó, se cambió en un container del estadio Emiratos FC y empezamos a hablar. Nos contó que tiene seis hijos, hablamos del partido Chile vs España del Mundial del 2010, y nos comentó de Arturo Vidal, a quien conoce harto”, rememora Ruiz.

Ahí grabaron algunos videos para la aplicación, donde Iniesta muestra los ejemplos que deben seguir todos los postulantes. Asegura Ruiz que una de las razones por las que Iniesta aceptó ser parte del negocio es porque él conoce el problema de las pruebas masivas. “Nos dijo que tuvo suerte que lo vieron jugar de niño en Albacete”, recuerda Ruiz. La relación ha ido madurando y hace una semana los chilenos viajaron a la despedida de Iniesta, invitados personalmente por él.
 

El desafío de monetizar

El desafío de este año ha sido monetizar la compañía. Para eso, levantaron capital con inversionistas ángeles y cambiaron el modelo de negocio a una suscripción. Actualmente tienen 600 membresías pagadas y aseguran tener siete mil en el carrito de compras. En el equipo son nueve personas y cuentan con tres asesores: los socios de EY Patricio Cofré y Jaime Caiceo, y el empresario Felipe Salas.

“Funciona muy fácil. Un deportista se suscribe, compra la cantidad de pruebas que quiere hacer (el plan anual cuesta  US$ 99) y a qué clubes quiere postular. Después selecciona su posición y, por ejemplo, si es delantero, tiene que hacer ejercicios de dribling, resolver con la pierna izquierda y derecha, cambiar de dirección, entre otros. Además, debe adjuntar un video de por qué quiere ser futbolista”, explica Ruiz.

“Es como un LinkedIn para jóvenes talentos”, agrega Muñoz.
Durante el próximo año, el desafío es seguir exportando la aplicación. Ya están en contacto con el Real Madrid. De hecho, se han reunido con el ex futbolista merengue Esteban Granero, que hoy maneja un fondo de venture capital. Además, están en conversaciones avanzadas con la academia de Pelé, manejada por un vehículo de inversión norteamericano. No sólo eso: están trabajando en el desarrollo de un módulo de becas para universidades norteamericanas, para aquellos que no queden seleccionados en los equipos. 

Viaje al centro de Lidenbrock, la startup ganadora del Mining MAS Pitch

Fueron 100 las startups que participaron en el Mining MAS Pitch. Un jurado especialista seleccionó a seis de ellas para contar su idea arriba del escenario del evento, que se realizó este jueves en Tánica. Esta es la historia de los ganadores: llegaron a la entrevista final de Y Combinator, estuvieron muy cerca de tirar la toalla en varias oportunidades y tras varios pivoteos están viendo la luz al final del túnel. Desarrollaron un software que permite analizar y procesar datos de faenas y combina estadísticas tradicionales con inteligencia artificial. Todo para tomar mejores decisiones.

El turbulento recorrido de Shipit

La startup pasó de emplear 110 personas, vender US$ 13 millones anuales y tener un acuerdo firmado con inversionistas por una ronda de US$ 10 millones, a tener 20 empleados, facturar la mitad y que el directorio recomendara la quiebra. Tras dos años de ese “valle de la muerte”, su CEO Allan Guiloff dice que la empresa tiene Ebitda positivo y acuerdos con acreedores para repactar el 85% de la deuda.

SIGUIENTE »
« ANTERIOR