Punto de partida
Fundadores de Políglota, Wilds Foods y Karün apuestan por alimentación sostenible
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Pablo Albarrán se define como un amante de la naturaleza. Esa fue una de las razones por las que entró a estudiar agronomía. Sin embargo, cuando se especializó en el área de ciencias de los animales se llevó una gran decepción, “me dí cuenta de que trataban a los animales como máquinas, sin ninguna preocupación ni por ellos ni por el medioambiente”, relata.
Confundido sobre si este era el camino que quería tomar, se fue de intercambio a Canadá. Ahí se le abrieron los ojos y vió que existía un consumidor dispuesto a pagar más por productos hechos de manera distinta.
Era 2008, volvió motivado a la universidad y empezó a trabajar su tesis estudiando un proyecto con 200 gallinas libres. Medía la productividad y la mortalidad, e hizo un piloto en algunas ferias. Tuvo un 7 en el trabajo, quedó motivado y el 2011 fundó la primera marca de huevos de pastoreo en Chile, Ecoterra. El 2015 ya tenía presencia en todo el retail nacional.
Y fue creciendo. El 2017 empezaron a desarrollar productos con materias primas de productores locales en todo Chile, y el 2019 partieron con el desarrollo de ingredientes propios. “Ahí nos dimos cuenta de que nuestra vocación era desarrollar modelos, transferirlos a los productores, buscar los maquiladores, ojalá no tener ningún activo y vincular esta cadena de comercio justo entre el productor y el cliente final”, afirma el CEO.
Hoy tienen 43 productos entre leches, mantequillas, huevos y barras de cereal, entre otros. Trabajan con doce productores chilenos y están vendiendo por Amazon en Canadá, México y Estados Unidos, mientras preparan una exportación a Corea.
Acaban de levantar US$ 1,3 millones mediante la plataforma de crowdfunding Broota, y algunos de los inversionistas son los fundadores de Políglota -Nicolás Fuenzalida y Carlos Aravena-, el cofundador de Wild Foods, Felipe Hurtado y el creador de Karün, Thomas Kimber.
Con este capital buscan desarrollar una nueva plataforma tecnológica llamada Fair Farms, donde -con tecnología blockchain- puedan trazar cada una de las producciones y todos los productores locales del mundo puedan ofrecer sus productos. El agrónomo dice que “queremos descentralizar la producción y poder escalar en todos los países. Decimos que buscamos ser como un Uber de la alimentación sostenible”.
Hoy día la empresa está valorizada en cerca de US$ 6 millones y buscan que con esta nueva tecnología se acorte la cadena de intermediarios para llegar al cliente final. Actualmente los productores los encuentran por alianzas con el INDAP o las municipalidades, y aspiran a que el día de mañana cualquiera se pueda inscribir con sus productos. “Ecoterra va a ser como el sello de sostenibilidad o transparencia de un productor sostenible hacía el cliente final”, destaca.
El 2021 crecieron un 35% y facturaron más de US$ 2,3 millones. Con el aumento de capital esperan que la tasa de crecimiento aumente al 70%. Afirman tener el 9,5% del mercado de gallinas libres en Chile y el 4% del mercado de huevos en Cencosud.
Con esta aplicación -afirma el CEO-, buscan “ser el ente vinculante y articulador de miles de productores en el mundo”. Otra de las características de esta plataforma es que se va a tokenizar cada producción, y esto le va a entregar datos de la producción, huella de carbono y sistema productivo al cliente final