Punto de partida
Kayyak Ventures lidera ronda de US$ 3,6 millones en Enerlink
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El primer vínculo de Sebastían Luque con el mercado eléctrico fue en la empresa de energía renovable Mainstream, firma a la que llegó tras egresar de ingeniería civil en la Universidad Católica en 2010. Entonces eran sólo cinco empleados y cuando se fue, en 2014, ya superaban los 50 colaboradores.
En 2014 partió a estudiar un máster en ingeniería y management al MIT y luego trabajó en Alta Energy, firma del rubro energético en San Francisco (hoy quebrada). Fue ahí cuando recibió el llamado de un compañero de universidad miembro del directorio de Abrantes, la productora de champiñones. Quería una asesoría para ver cómo gestionar su energía.
“No sabemos qué hacer, nos están ofreciendo paneles solares, comprar energía renovable a través de sistemas como clientes libres, pero la verdad no tenemos idea”, recuerda Luque que le dijo su amigo. “Me puse a mirar y me di cuenta que había una oportunidad para este tipo de empresas, históricamente reguladas y con tarifas fijadas por ley, que pasaban a ser clientes libres que podían negociar su energía”, afirma Luque.
Con eso, asegura, las firmas empezaron a ahorrar un 30% en esa materia.
Nace Enerlink
Esa consultoría prendió la ampolleta. El ingeniero siempre había querido emprender, y pensó que era el momento para ofrecer ese tipo de servicios. Estando en Estados Unidos empezó a armar Enerlink. Al poco tiempo se sumaron dos socios, José Ignacio Dusaillant y Alberto Cárdenas. El primero era compañero de colegio y de ingeniería, y al segundo lo conoció en el MIT.
Partieron con asesorías a empresas consumidoras de energía. La idea -destaca Luque- “era conocer la realidad de los potenciales clientes, descubrir los problemas reales y dolores que puedan ser solucionados con tecnología y finalmente convertirse en una empresa tecnológica escalable y con mayor impacto”.
El sentido de esto era conocer bien el mercado. “Es muy importante que si se va a desarrollar tecnología o un producto, partir del problema. Así que hay que tener muy claro qué vas a desarrollar y a quién se lo vas a vender. Está lleno de startups del rubro energético que parten con una gran idea, un tremendo power point con un extraordinario pitch, pero que después nadie paga”.
Llega TurBus
Uno de los primeros clientes fue Tur Bus. Enerlink constantemente le monitoreaba la cuenta eléctrica para ver si les estaban cobrando bien. A la asesoría, sumaron un servicio de medición inteligente. Un mes después, “nos dimos cuenta de que el consumo de potencia se había duplicado”, recuerda el emprendedor.
Miraron los gráficos y notaron que la curva horaria de consumo aumentaba en la hora más cara, pero dos horas después bajaba. “Era muy raro”, dice el fundador. Hablaron con el cliente y éstos les dijeron que habían recién comprado un bus eléctrico para la ruta Santiago-Rancagua, y que para eso instalaron un cargador en el terminal. Así nació la tercera arista del negocio: electromovilidad.
Internamente analizaron el problema, y en conjunto con la compañía de buses definieron un plan de carga que significaba un 45% de ahorro. Se dieron las instrucciones necesarias y se implementó el plan.
El primer mes todo bien. Lo raro llegó un poco después: se dieron cuenta de que nuevamente estaba subiendo la cuenta. Turbus investigó el caso internamente y encontró que el conductor no quería esperar la hora más barata para empezar a cargarlo. Sólo dejaba enchufado el bus y la carga partía automáticamente sin importar la hora. Nuevamente se prendió una ampolleta.
“Si ese era el problema, deberíamos hacer un software que se encargue de esto para así reducir el costo de cargar y para cuidar las baterías”, comenta el ingeniero.
Con eso, desarrollaron un sistema que le envía instrucciones a los cargadores de cuándo cargar, a qué potencia y a qué vehículo. Con ello, los operadores de flota pueden optimizar sus recursos.
Entra Kayyak
Ese es el negocio que más está creciendo actualmente. Según las proyecciones de la empresa, en los próximos 10 años se deben instalar al menos 200 millones de cargadores para vehículos eléctricos en el mundo, y éstos deben ser inteligentes, interconectados y que se comuniquen con el sistema eléctrico.
Actualmente gestionan la carga de más de 600 buses eléctricos, con clientes como Subus, Transmilenio, RED y Colbún. Conectan con su SaaS 500 cargadores y cobran una tarifa mensual por la cantidad de cargadores conectados en la plataforma. En ésta, se puede ver en tiempo real los datos históricos, controlar tu flota y configurar cada uno de los dispositivos. En total tienen 140 clientes en las tres áreas y el año pasado facturaron US$ 1,5 millones.
Recibieron poco más de US$ 300 mil de Corfo para desarrollar el software y levantaron el mismo monto con inversionistas ángeles. Posterior a esto, se propusieron levantar US$ 2 millones en una pre serie A. Conversaron con muchos venture capital, entre ellos VX Ventures (brazo VC de la petrolera argentina Vista). Ellos invirtieron US$ 1 millón.
“Pensamos en dejarlo hasta ahí no más, se enfrió el mercado y estaba difícil levantar capital”, recuerda el CEO. Paralelamente mantenían conversaciones con Kayyak Ventures. La idea era en un año salir a levantar otra ronda, pero dijeron:
“El mercado viene para abajo, ellos entrarían en un año más por la misma valorización, entonces alarguemos esta misma ronda”. Así, tras los due diligence correspondientes, Enerlink levantó US$ 3,6 millones. También se sumó la familia Marinetti, Inversiones GP (Gaio Peirano) y E62 Ventures.
A partir de octubre la startup estará presente en el mercado mexicano, y esto se sumará a la actual operación en Perú y Colombia, adelantan. Sus principales competidores son Dhemax, adquirida por Copec, Movia y Voltex. En los temas de medición inteligente confiesan que la competencia está en el extranjero.