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Punto de partida

La fundación enfocada en la primera infancia que empodera a las mujeres

La fundación enfocada en la primera infancia que empodera a las mujeres

Hace cinco años la abogada Anne Traub y su marido, el empresario Matías Claro, crearon la Fundación Niños Primero, que estimula la educación temprana a través de visitas semanales domiciliarias a menores vulnerables y sus progenitoras. Este jueves lanzaron el programa Mujeres Power, para empoderar a esas madres como agentes de cambio en sus barrios.

Por: María José Gutiérrez | Publicado: Sábado 21 de agosto de 2021 a las 21:00
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En el pasaje Janequeo de La Pintana, abre la puerta de su casa Carolina Ugalde (40 años). Viste una polera negra con un mensaje religioso, sonríe todo el tiempo, la acompaña su hija de 4 años, Arlette, y su otra hija de 21 que a los pocos minutos sale con su pololo que también está ahí en la casa.

Son las 12:30 del lunes, Arlette juega Memorice, luego se conecta a ver monos animados en el celular. En el centro de la casa junto a la estufa a leña está el escritorio rosado en el que ella hace las actividades con su mamá y Marcia, la monitora que les guía vía Zoom dos veces por semana: Arlette es una de las 1.800 niñas y niños que participa en la Fundación Niños Primero -creada por la abogada y MBA de la UC Anne Traub, y su marido, el empresario Matías Claro- y que tiene como foco la primera infancia.

Y Carolina ahora será parte de una especie de “spin off” de la organización: el programa Círculo de las Mujeres Power, que este jueves hizo su estreno.

Carolina se emociona cuando habla. Cuenta que dirige un grupo de siete mujeres con las que trabaja la sanación espiritual y el perdón. Además asiste a un campamento donde está organizando una obra de teatro que estrenará en agosto. “Son mujeres -reflexiona entre lágrimas- que se ven tristes porque cargan tantas cosas”.

“Cuando la tía Marcia me planteó este programa (Mujeres Power), acepté porque me va a ayudar a que seamos líderes de otras. Quiero darles seguridad para que transmitan sueños a sus hijos”, asegura. Y añade: “Yo fui mamá a los 17 años y a los 19. Y 17 años después nació la Arlette. Niños primero me mostró cómo jugar con ella, a enseñarle de otra forma, cuando ella hace algo bien la felicitamos y eso le dio seguridad a la Arlette. Eso es lo que yo quiero enseñar”.

La capa

Anne Traub y Matías Claro recuerdan que fue a mediados de marzo en una conversación después del trabajo, luego del rechazo del proyecto de ley del kinder obligatorio, cuando salió la idea. ¿Cómo lograr empoderar a las mamás de la fundación, para que sean ellas las que movilicen a otras madres y niños de sus barrios para que confíen en la importancia de la educación y los manden al colegio o jardín?

“Mientras el foco de la autoridad y de distintos grupos ha sido empoderar a las mujeres ejecutivas, ¿qué pasa con las mujeres vulnerables? ¿Cómo logramos darles a ellas la fuerza para ser protagonistas de su destino y del de sus hijos?”, le planteó Anne.

Entonces comenzaron a dar forma al programa. Seleccionaron a 32 monitoras de la fundación para ser parte de la iniciativa, desarrollaron una alianza con la consultora CLA, de Juan Carlos Eichholz, y con la Corporación Simón de Cirene para dirigir los talleres. Luego convocaron a 160 mamás -de 29 años promedio- que ya participan con sus hijos en la fundación. Les propusieron convertirse en Mujeres Power.

Para lograrlo, explica Traub, Simón de Cirene les hará 10 capacitaciones online en temas de liderazgo, violencia y finanzas. “Esas sesiones son para ponerse la capa de superhéroe”, dice. “Pero luego, ellas tienen que salir a volar en sus barrios”, añade.

Para eso, las 32 monitoras serán capacitadas por CLA para que mentoreen a grupos de cinco “mamás power” para que ellas hagan coloquios en sus comunidades con lo aprendido y traspasen su liderazgo. “El impacto del programa, primero, es lograr que los niños asistan a clases, y eso hará que aumente el empleo femenino”, explica Anne.

 Los niños que participan en el programa Familias Power de Fundación Niños Primero tienen, según estudios de EEUU, mejores resultados en las pruebas estandarizadas tipo SIMCE, llegan un 20% adelantados frente a su grupo de control al colegio, tienen un 50% menos necesidad de derivación a especialistas (psicopedagogo, profesor particular, terapeuta ocupacional) y reducen en un 30% la deserción escolar.

Familias Power

“Toda la evidencia científica te dice que la inversión social en primera infancia es la más rentable”, asegura Matías Claro, gerente general de Grupo Prisma. Fue en Harvard hace cinco años, cuando estudiaba un máster en Administración Pública, donde decidieron hacer un proyecto social juntos.

Claro quería primera infancia, Traub algo con mujeres. En eso, en un curso de evaluación de políticas educacionales, el ingeniero comercial se enteró de una fundación en Nueva York que hacía intervenciones 1 a 1 en visitas domiciliarias. Viajaron a conocer Parent Child+ y dieron con lo que buscaban: un programa mamá-niño. Ese mismo 2016 firmaron un convenio con la institución y exportaron el modelo a Chile.

Partieron con 25 niños entre 3 y 5 años, del 40% más vulnerable, en la comuna de Cerro Navia. Dos veces por semana los comenzó a visitar una monitora con material lúdico -libros y juegos- para trabajar durante ambas sesiones con la mamá o adulto responsable de los menores.

“Lo más importante es el formato de trabajar consistentemente los tres para modelar a la mamá cómo tiene que relacionarse con el niño. Al final el juguete, el libro, son las herramientas para generar esta relación. Más que un currículum académico esto busca generar afectos”, explica Traub. Claro agrega: “Esas son las bases para que el niño después desarrolle lo cognitivo en la etapa escolar”.

Para darle continuidad, desde el primer momento decidieron que las monitoras debían ser remuneradas, y crearon una app para hacer seguimiento en línea del proceso: al entrar a la casa la monitora se conecta, y eso está georreferenciado. Ahí está todo el material que necesita para trabajar, las preguntas que hacerle a los niños, etc.

“Eso -dice Matías- los gringos nos quieren copiar. Cuando teníamos 25 niños sabíamos de memoria lo que hacia cada uno, pero cuando tienes 3.600 visitas de Arica a Punta Arenas es imposible sin un sistema”.

En los inicios el financiamiento provino del Grupo Prisma -ligado a la familia de Claro-, y ahora la institución tiene aportantes que incluyen a Juan Cúneo, Patricia Matte, Agustín Huneeus, las familias Kauffman, Ibañez, Lería, entre otras, además de empresas y gobiernos regionales. De hecho, para hacer posible el crecimiento -que se disparó en pandemia, con sesiones online-, Anne levantó este año $ 1.000 millones.

Ahora, explica la directora ejecutiva, son 1.800 los niños que son parte de la fundación, que en los próximos días cambiará de nombre.

“Tenemos dos razones: de forma, que cada vez que llegamos a una reunión nos asocian con el gobierno del Presidente Piñera o Evópoli, entonces tenemos que entrar a explicar que nunca hemos tenido militancia política. Y el tema de fondo es que creemos que hoy estamos llegando a la familia completa, donde tanto la mamá u otro cuidador, como el niño, son igual de importantes en el cumplimiento de objetivos. Y ahora con el programa Círculo de Mujeres Power hay un espacio más allá de la infancia, sin perjuicio de que el objetivo fundamental es promover la educación en las comunas donde ellas viven”, explica Traub. Por eso, adelanta, el nombre de la fundación cambiará a Familias Power.

“Los testimonios de nuestras mamás son lo que motiva para hacer Mujeres Power: cómo se dieron cuenta de que son capaces de transformar la vida de sus hijos. Ellas tienen que contar esta experiencia y ojalá replicarla. Solo necesitan que les demos una mano para hacerlas sentir importantes y que se desplieguen en sus comunidades”, agrega.

La abogada Anne Traub es la directora ejecutiva de la Fundación Niños Primero, en la que su marido, el empresario Matías Claro, es director.

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