Punto de partida
La startup que busca ser el puente para financiar estudios en el extranjero
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Financiar estudios superiores es un dolor de cabeza para muchos, pero pagar un posgrado en el extranjero es un problema para casi todos. Con tasas altas y créditos restrictivos, es aún más difícil conseguir el capital necesario para estudiar en otro país. Eso lo vivió en carne propia el economista de la Universidad de Chile Felipe Charlín.
A finales de 2021, él y su amigo Enrique Bone buscaban irse a estudiar un MBA. Bone fue aceptado en Columbia y consiguió una línea de crédito de US$ 210 mil. El proceso -dice- estuvo lejos de ser estresante. Tres meses después llegó el turno de Charlín, quien fue aceptado en otra universidad de Estados Unidos. Fue ahí cuando llamó a su amigo para pedirle consejos: al cortar la llamada hizo exactamente lo que Bone había hecho apenas 120 días antes. Y para su sorpresa, el crédito fue denegado.
“Con la pandemia, los financistas de los fondos de estudios de posgrado se pusieron súper restrictivos y básicamente el mercado de créditos en casi todos los players se cayó”, dice Charlín.
El economista ya había renunciado a su trabajo y devolvió el departamento con su señora. Estaban listos para partir a Estados Unidos, sin embargo, el financiamiento no fue posible y tomaron la decisión de irse a Londres al año siguiente.
Un puente para el extranjero
Un año después Bone contactó a Charlín porque estaba con problemas para conseguir financiamiento para un máster de políticas públicas. Fue ahí cuando ambos decidieron solucionar este problema. Diseñaron un producto, salieron a vendérselo a los bancos y convencieron a algunos de éstos diciéndoles que la etapa de posgrado es un pivote en la vida y puede tener mucho potencial para el futuro profesional.
Contactaron a otro amigo, el abogado Aníbal Larraín, lo sumaron como socio e idearon una solución. El plan era salir a negociar con los bancos a nombre de los estudiantes, para así conseguir mejores tasas de interés y un CAE inferior. Apostaron al volumen y crearon un primer piloto: lo llamaron Bridge Latam, enfocado en entregar todas las herramientas necesarias para decidir el financiamiento del posgrado.
En agosto de 2021 partieron con los primeros tres clientes, todos estudiantes que no lograron obtener un financiamiento por su cuenta. “Conseguimos un financiamiento dos puntos por debajo de lo que observábamos en el mercado y logramos bajar los seguros de posgrado”, asegura Bone. Así, empezó a correr el boca a boca y en enero de 2022 ya tenían 10 clientes.
Con el nicho de los MBAs, MPAs (políticas públicas) y LLMs (legal) lograron procesar 120 créditos, más de US$ 10 millones para profesionales que “no estaban identificados previamente con los bancos”, dice Charlín. De estos 120, 70 estudiantes siguieron con ellos. Con esos ingresos invirtieron en una plataforma tecnológica para automatizar todo el proceso.
Dicen estar seguros de que consiguen un financiamiento más barato que si un estudiante va por su propia cuenta (a excepción de becas y financiamiento familiar) y que, por eso, solamente cobran si efectivamente cumplen esta propuesta de valor. Aseguran que en el 100% de los casos lo han logrado.
¿Como monetizan? “Cobramos un 2% del capital solicitado. Por ejemplo, si pides 100, vamos al banco y pedimos 102. El banco lo autoriza, transfiere a tu cuenta corriente y automáticamente dentro de todos los papeles que firmó el estudiante autoriza transferir dos a Bridge”, explica Charlín.
Sofi, el referente
En el camino, se dieron cuenta de que algunos estudiantes accedían al crédito por los bancos, pero no tenían el aval para aceptarlo. Por eso, los socios se contactaron con los fondos extranjeros Prodigy y MPower y generaron una alianza para ser distribuidores de sus préstamos en Chile.
Dicen los socios que más que el tamaño de mercado, lo realmente importante en este negocio es el valor de cada cliente. “La mayoría de la gente que estudia afuera, vuelve a la empresa, empieza a crecer, y nosotros estamos capturando este cliente en el momento pivote de su vida. Y ese conocimiento, esa cercanía es en el fondo el mayor valor. Algunos nos han preguntado por otro tipo de créditos. Hoy nuestro foco es 100% estudios, pero miramos con buenos ojos lo que hizo Sofi (startup de finanzas personales que cotiza en el Nasdaq): ellos partieron con estos créditos y terminaron siendo un banco”, afirma Bone.
En su página web han desarrollado modelos para estimar la probabilidad de éxito de financiamiento y también tienen sincronizada la agenda para generar llamadas según las opciones que va marcando el estudiante durante el proceso. Aseguran que al haber vivido el proceso de postulación y llevar dos o tres años de adelanto con los estudiantes actuales, saben bien qué problema surge en cada etapa. Para este año esperan procesar alrededor de 240 estudiantes y el 2024 proyectan llegar al menos a 350 alumnos.
Su modelo no es una novedad en el mundo, sus principales competidores son tanto en Estados Unidos como Europa: Discover, Prodigy Finance, Lendwise, Caixa Bank y MPower.